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ABC MADRID 29-06-2013 página 19
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  • EdiciónABC, MADRID
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ABC SÁBADO, 29 DE JUNIO DE 2013 abc. es economia PRIMER PLANO 19 cumbre europea La canciller alemana Angela Merkel, ayer en Bruselas AFP El alejamiento entre Francia y Alemania preocupa a la UE REUTERS Hollande tiene cada vez peores relaciones con Angela Merkel y con Barroso ENRIQUE SERBETO CORRESPONSAL EN BRUSELAS Ejecutivo cree que se han producido, pues, avances importantes en la buena dirección, aunque los españoles, como recuerda siempre, tardarán todavía en sentir los buenos resultados que empiezan a obtenerse en algunos indicadores económicos y que están sentando las bases para crecer y crear empleo. Luz al final del túnel El Gobierno ha empezado a ver la luz al final del túnel y ayer Rajoy lo dejó más claro todavía. Señaló que este trimestre va a ser mejor que el primero de 2013 y mucho mejor que el último de 2012. En realidad, este año va a ser claramente mejor en todos los términos que el anterior, y 2014 será también claramente mejor que 2013. A partir de 2015, el Gobierno espera que se produzca un ciclo de crecimiento estable y sostenido. Para que esas buenas expectativas se cumplan, explicó Rajoy, el Gobierno tiene que seguir tomando medidas y aprobando reformas, como las que salieron adelante esa misma mañana en el Consejo de Ministros. Pero el jefe del Ejecutivo garantizó que serán mucho menos duras de las que se ejecutaron el año pasado. Más flexibilidad en el gasto Los presupuestos europeos, que ascenderán a 908.000 millones de límite de gastos y 959.000 de compromisos, serán revisados en 2017 a la luz de la situación económica que se dé entonces y se podrá decidir si se necesitan todavía fondos para el desempleo o si hay que asignarlos de otras partidas que no se hayan gastado a tiempo. Sigue la ampliación a los Balcanes Además de dar la bienvenida a Croacia, el Consejo ha acordado una fecha (enero a más tardar) para el inicio de las negociaciones de adhesión de Serbia, en general bajo los términos que pedía España. También se ha logrado que el mandato para negociar un acuerdo de asociación con Kosovo no suponga el reconocimiento de su independencia. A pesar de los acuerdos en los principales asuntos sobre el presupuesto y la lucha contra el desempleo, el presidente francés Francois Hollande y la canciller Angela Merkel dejaron ayer Bruselas expresando abiertas discrepancias sobre uno de los elementos más importantes para la salida de la crisis: la unión bancaria para cuya culminación la alemana sigue exigiendo una reforma de los tratados, mientras que Paris insiste en que se puede ir lo bastante lejos sin necesidad de hacerlo. Las diferencias entre Francia y Alemania aumentan, lo que es malo para todos había dicho en privado la víspera un alto responsable de la Comisión Europea, ilustrando la preocupación del presidente del ejecutivo comunitario, José Manuel Barroso, sobre el deterioro del eje franco- alemán. Ayer, el propio Barroso se encontró de frente con la hostilidad de la clase política francesa, que le reprocha cierta indiferencia hacia la defensa del hecho cultural francés en las negociaciones con Estados Unidos. No ha habido muchos momentos en los que las relaciones en la cúspide de la política europea fueran tan malas como en estos momentos. Y los analistas advierten que esto no dejará de tener consecuencias en las elecciones europeas del año que viene. Quedan lejos los tiempos en los que Merkel y el entonces presidente francés Nicolás Sarkozy celebraban conjuntamente las ruedas de prensa después de los consejos europeos. Ayer, en salas contiguas, Merkel decía que hay partes del proyecto de unión bancaria que no están en los tratados y si se quieren instaurar habrá que cambiar los tratados mientras a escasos diez metros Hollande decía que esa necesidad de reforma no está demostrada jurídicamente y que existe un compromiso de llegar lo más lejos posible a mediados de 2014 sin necesidad de una reforma de los textos fundamentales. Esta situación de incomunicación entre las dos capitales que forman tradicionalmente el núcleo central de la política europea es, según fuentes de su entorno, lo que más preocupa al presidente de la Comisión, que estaría viendo incluso un riesgo de que ello pudiera dañar a las expectativas de recuperación económica. Sobre todo porque Francia se ha tomado mal las recomendaciones de la Comisión sobre la urgencia de que tome medidas para reducir el déficit y recupere la competitividad. La frase del ministro galo de Economía, Pierre Moscovici, diciendo que la política económica de Francia no la dicta la Comisión Europea se ha interpretado como un prolegómeno de una campaña electoral para las europea. Barroso ha dicho muchas veces que en la época del referéndum sobre el tratado constitucional le dije al entonces presidente Jacques Chirac que si de lunes a viernes no hace más que criticar a Europa, no se extrañará de que el domingo los ciudadanos voten en contra de la UE como así sucedió finalmente, lo que echó por tierra el proyecto.

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