ABC MADRID 21-06-2013 página 52

52 ABCdelOCIO VIERNES, 21 DE JUNIO DE 2013 abc. es ABC E n escena Tramitación de la agonía EL RÉGIMEN DEL PIENSO Texto e iluminación: Eusebio Calonge. Dirección y espacio escénico: Paco de La Zaranda. Intérpretes: Luis Enrique Bustos, Gaspar Campuzano, Francisco Sánchez y Javier Semprún. Teatro María Guerrero. Madrid. JUAN IGNACIO GARCÍA GARZÓN Una escena de Celos y agravios de Mefisto Teatro ABC Celos y agravios De La Habana a Madrid La compañía hispano- cubana Mefisto Teatro presenta el clásico JULIO BRAVO pañía, una de las más representadas en vida del autor, y de las más imitadas tras su muerte. Una joya de humor y picaresca que durante el Siglo de Oro fue representada no sólo en los corrales de comedia de Madrid y de toda España, sino también, en la corte francesa a joven compañía Mefisto Teatro, que dirige Liuba Cid y cuya columna vertebral la componen actores cubanos establecidos en España, arrrancó hace cuatro años con una versión caribeña de uno de los textos fundamentales del teatro clásico español: Fuenteovejuna Dos años más tarde, y por encargo del festival de Teatro Clásico de Cáceres, abordó el montaje de una versión del clásico de Francisco de Rojas Zorrilla Donde hay agravios no hay celos que, bajo el título Celos y agravios acaba de estrenarse en el teatro Fígaro de Madrid. La versión y la dirección son de la propia Liuba Cid, y el reparto lo componen Vladimir Cruz, Justo Salas, Claudia López, Dayana Contreras, Ramón Ramos, Yolanda Ruiz, Rey Montesinos, Gabriel Buenaventura y Joanna González. Estrenada en 1636 y publicada en 1645, la comedia fue, según cuentan los responsables de la com- L sión del teatro cubano contemporáneo del texto de Rojas Zorrilla. Las máscaras barrocas se sincretizan en las máscaras coloniales de un teatro, que en su esplendor de los siglos XVIII y XIX, trajo a la escena cubana la tradición del teatro bufo con la consecuente caricatura nacida del el alma de las propias máscaras Del bufo Enredos siguen interesa en particuLa La obra cuenta las peripelar su sistema paródico, su puesta en cias de Don Juan de Alvaconciencia de la teatralirado y su criado Sancho, escena recrea dad y la distorsión verbal que llegan una noche a el teatro bufo que anticipa el teatro del Madrid en busca de la casa absurdo, características llegado a de don Fernando de Rojas, dominantes del teatro cuCuba con cuya hija, Doña Inés, se bano en el siglo XIX. Fasciha prometido Don Juan gracias na, principalmente, la galería a un retrato. Pero por un error del léxica del bufo, que al igual que en criado, el retrato que obra en poder el texto de Rojas Zorrilla, pone al desde Doña Inés no es el del caballe- nudo la esencia social y humana de ro, sino el de Sancho. La trama los personajes se embarulla cuando los dos ven El vestuario tiene en el papel su madescolgarse del balcón de la terial principal. Las formas del padama a un desconocido, lo pel y la flexibilidad del cartón arroque les lleva a sospechar de pan y redimensionan los cuerpos de su infidelidad, así que deci- las máscaras. Los personajes van vesden intercambiar sus iden- tidos con estructuras forradas en patidades para averiguar me- pel y proyectadas en el color y la exujor la verdad. berancia del barroquismo tropical Una de las singularida- El diseñador cubano Tony Díaz ha reades de la versión de Mefis- lizado una labor de creación a partir to Teatro es su particular de materias reciclables como el carvestuario y puesta en esce- tón, el papel, la madera y el aluminio. na. Detrás de la apariencia dieciochesca explican Celos y agravios Madrid. Teatro Fígaro. Hasta el 28 de en la compañía se filtran el ritmo y la cadencia que julio de 2013. Miércoles, jueves, viernes, aporta una interpreta- 20,30 horas. Sábados, 19.00 y 21.30 horas. ción peculiar desde la vi- Domingos, 19.00 horas reinta y cinco años cumple La Zaranda sobre los escenarios sin perder un ápice de contundencia crítica ni apearse de sus principios esenciales, unas constantes que la compañía de Teatro Inestable de Andalucía la Baja resume en el compromiso existencial y el partir de sus raíces tradicionales para revelar una simbología universal; el empleo de recursos dramáticos como la búsqueda de una poética trascendente sin perder la cotidianidad, el uso simbólico de los objetos, la expresividad visual, la encarnación de textos en situaciones puramente teatrales y la plasmación de personajes vivos; y como método de trabajo, un riguroso proceso de creación en comunidad En El régimen del pienso la última entrega de su peripecia escénica de sublimación de lo grotesco y liturgia zumbona de atmósferas kantorianas, trazan una analogía entre una epidemia que azota a la industria porcina y el pulso terminal que en una oficina aún más siniestra que la del codornicesco Pablo mantienen los chupatintas por conservar su ración de rutina remunerada cuando la bajada de las ventas rima con la eliminación de personal. Las vidas y las muertes de cerdos y hombres forman parte de un mismo caudal absurdo e imparable, todos pugnan por su dosis de pienso, y se mezclan y confunden pruebas médicas, estudios veterinarios sobre simulación de procesos infecciosos y los inagotables archivadores que guardan la contabilidad del vacío. La utilización de materiales sencillos y convencionales que propone el espectáculo es de una imaginación estupefaciente, pura marca del estilo de estos teatreros cuya inventiva parece más joven cada año. Una corbata es el perfecto esternón de un fiambre; cuatro estanterías metálicas de almacén se transmutan en las pocilgas, las mesas de la oficina, el gélido soporte de las disecciones o los nichos de un depósito de cadáveres, como el del oficinista defenestrado que, desconectado y tieso, continúa respirando. Una tramitación de la agonía que Luis Enrique Bustos, Gaspar Campuzano, Francisco Sánchez también director de la cosa bajo su alias de Paco de La Zaranda y Javier Semprún interpretan con gracia sonámbula y afilada mala uva de raigambre expresionista cocida en los hervores del esperpento. Un montaje de inquietante intensidad trágica y humor venenoso, bañado por la iluminación decrépita que firma Eusebio Calonge, autor de cabecera de la compañía. T