ABC MADRID 15-06-2013 página 60

60 MADRID SÁBADO, 15 DE JUNIO DE 2013 abc. es madrid ABC INTRUSISMO Detenido el jefe de la Policía Local de Pinto, acusado de falsificar su título C. H. MADRID El auxiliar de Viñals en el Arena tiene 81 años y está jubilado El médico no ordenó el uso de adrenalina denuncian las acusaciones del caso CARLOS HIDALGO MADRID La Guardia Civil detuvo ayer por la mañana a Gervasio Villaverde, jefe de la Policía Local de Pinto desde 2009. Lo hizo después de citarle en el puesto local y acusarle de un presunto delito de falsificación de documento oficial e intrusismo laboral, precisaron fuentes del caso. Según ha podido saber ABC, la semana pasada, el propio Ayuntamiento pinteño denunció ante el Instituto Armado que el suboficial Villaverde habría falsificado el título uniGervasio Villaverde versitario que presentó ante el tribunal de las oposiciones para el cargo que ostenta. Los investigadores hicieron las pesquisas necesarias con la Universidad, que les confirmó que era falso que hubiese obtenido la titulación, por lo que ayer la Guardia Civil procedió a su detención. Por otra parte, y aunque no tiene relación con la detención de ayer, el pasado enero dos hermanos empresarios, propietarios de un bar del centro de Pinto y de una discoteca en las afueras, registraron una queja formal en el Ayuntamiento, contra Villaverde. Le acusaban de no pagar las copas y presionarles con multas a sus establecimientos. Fuentes policiales indicaron que esas quejas se han traducido también hace unos días en denuncias ante la Guardia Civil. Gervasio Villaverde llegó a Pinto en 2009 tras ser uno de los agentes enfrentados con el ex jefe policial de Coslada, Ginés Jiménez. El capítulo sanitario de la tragedia del Madrid Arena sigue aportando datos de lo más llamativo. Ayer, cuando acudió a testificar a Plaza de Castilla, se supo que el auxiliar sanitario en la fiesta de Halloween, Cecilio Page, tiene nada menos que 81 años y lleva jubilado desde 1997. Así lo denunciaron las acusaciones particulares, que se mostraron más indignadas de lo que de por sí estaban con la actuación del ex concejal, padre del Samur y médico privado del evento, Simón Viñals. Ya han pedido que el juez abra una pieza separada contra él y su hijo Carlos por un delito de omisión del deber de socorro. Page testificó durante unas tres horas, de manera vacilante y poco concisa, según las acusaciones particulares. Se dirigió a Viñals en todo momento como Don Simón de quien llegó a decir sobre su profesionalidad: Creo que está preparado para lo que sea Cecilio Page aseguró que Viñals se encargó de atender a una de las afectadas, mientras que su hijo Carlos, también imputado en la causa, auxilió a otra víctima y la tercera fue atendida por dos sanitarios, informa Efe. Las otras dos fueron controladas por el Samur. Sobre su propia actuación, y según la misma fuente, explicó que en todo momento se ciñó a ayudar al médico y a los sanitarios, pero desmintió que interviniera de forma directa en la reanimación de las víctimas. Page no fue el único sanitario que testificó ayer. También lo hicieron el conductor y el técnico de la empresa Viñals, a la salida de los juzgados el pasado mes de abril JOSÉ RAMÓN LADRA Testimonio del octogenario Don Simón está preparado para lo que sea dijo ayer al juez el ATS sobre el médico, que está imputado de ambulancias contratada, ajenos a la de Simón Viñals, precisó la letrada de la familia de Cristina Arce, María José Siñeriz. Ellos sí que se dieron cuenta desde el primer momento de que las chicas sufrían una parada cardiorrespiratoria. Nadie les dio instrucciones; por ellos mismos les practicaron las maniobras de resucitación, pues vieron que llegaban con las pu- pilas dilatadas y cianóticas (con los labios morados) refirió la abogada Siñeriz a ABC. También declararon que tuvieron que ir a la ambulancia en busca del desfibrilador, la atropina y la adrenalina; es decir, que ese material no estaba en la enfermería del Arena prosiguió la letrada. Siñeriz apostilló que para poder aplicar la adrenalina a las víctimas era necesaria la orden del médico principal; o sea, de Simón Viñals, y que esa orden no la dio nadie. Esta versión contradice la del doctor imputado. Además, para realizar la resucitación se necesitan dos personas por víctima. En este caso, debía haber seis sanitarios en total, y no cinco.