ABC MADRID 15-06-2013 página 53

ABC SÁBADO, 15 DE JUNIO DE 2013 abc. es cultura CULTURA 53 Los personajes En El Niño todo el mundo vive contaminado del espíritu fronterizo, el bien y el mal es aquí confuso tran en el negocio del trasporte de droga y la de un grupo de policías que tratan de controlar este tráfico. En el lado de los buenos Monzón ha escogido un plantel de consolidados actores (Sergi López, Luis Tosar, Eduard Fernández, Bárbara Lennie) y para los delincuentes se ha rodeado de una partida de asegura conmovedores chavales, casi desconocidos (Jesús Castro, Meriem Bachir, Jesús Carroza y Saed Chatiby) Y pululando entre todos, los destellos en Gibraltar de El Inglés Ian McShane. Casi todos ellos se han movido por una decena de localizaciones a ambos lados del Estrecho: Gibraltar, Tetuán, Ceuta, Sotogrande... y en Gran Canaria, donde acabarán las doce semanas de rodaje, a final de junio. El Sónar vibra con el arrebato electrónico de Pet Shop Boys Los británicos regresan esta noche al festival tras su impecable actuación del jueves DAVID MORÁN BARCELONA La vida en la frontera Monzón busca retratar cómo es el conjunto de los pequeños universos que contiene el Estrecho donde todo el mundo vive contaminado de este espíritu fronterizo y la diferencia entre lo que está bien y lo que está mal es bastante confusa Con la cinta cree que el espectador va a tener la oportunidad de observar este mundo, que es bastante desconocido en España Para conseguir retratar este paisaje, el equipo se ha rodeado de gente muy real, con el asesoramiento continuo de agentes de la Guardia Civil o de policías, que participan en el difícil, casi imposible control del tráfico de drogas. Uno de ellos es Luis Bardón, un piloto destinado en Málaga, un policía nacional que es un cirujano del aire como le define Daniel Monzón. Orgulloso, el agente detalla cómo se encarga de manejar el helicóptero en el rodaje, hasta ponerlo casi al ras de las olas, frente a los narcotraficantes. La escena no puede tener elementos más verosímiles, pues la lancha es uno de los aparatos decomisados a los propios delincuentes y que descansaba en Jerez hasta el rodaje. Dentro de la embarcación se encuentran El Compi (Jesús Carroza) y El Niño (Jesús Castro) El segundo es el que puede ser una de las próximas revelaciones del cine español, si hacemos caso a los continuos halagos del equipo de la película. Es Steve McQueen, tiene un aplomo increíble, ya lo veréis repite sin cansarse Luis Tosar sobre este chaval que estudiaba en un Instituto de Vejer de la Frontera (Cádiz) que aguanta noches de rodaje sobre una lancha hasta las seis de la mañana y que fue hallado durante el casting de Eva Leira y Yolanda Serrano. Para ver su trabajo y el resto de la película habrá que esperar a la segunda mitad del año que viene. Si nada se tuerce, el estreno de El Niño está previsto para septiembre de 2014. La última vez que Pet Shop Boys asomaron la cabeza por el Sónar, allá por 2002, la cosa se zanjó con una chapuza considerable. Un mal recuerdo anclado en la memoria del festival que el dúo se encargó el jueves de extirpar regresando al lugar del crimen en su versión más exuberante, y vistosa. A vueltas con la presentación de Electric álbum que verá la luz el próximo mes de julio pero que ya vienen adelantando en directo desde hace unas semanas, Neil Tennat y Chris Lowe exprimieron en Barcelona esa segunda juventud en la que andan embarcados desde Yes y trazaron un recorrido histórico por su carrera. Un ajetreado viaje sin espacio para la nostalgia que arrancó con la instrumental Axis y Neil Tennant y Chris Lowe, durante su actuación el jueves ADVANCED MUSIC La brújula sintética El festival siguió ayer su rumbo con pases de Jamie Lidell, Christeene y Foreing Beggars fue tomando cuerpo mientras el dúo pulía su renacimiento con enérgicas y veloces versiones de Opportunities (Let s make lots of money) y Memory Of The Future Sin llegar a la altura del soberbio montaje que acompañó a la gira de presentación de Pandemonium los británicos hicieron todo lo posible por resituarse como impecables corredores de fondo del pop de las últimas décadas. Una maniobra camuflada entre generosas proyecciones, haces de luz, cambios de vestuario- -empezaron con chaquetas con gigantescas púas metálicas y acabaron de vistoso rojo mientras el confeti regaba el último coro de Always On My Mind -y bailarines con máscaras de becerro que acabó transformándose un auténtico arrebato electrónico. A la altura de Integral la fiesta ya era total: pop sintetizado con las máquinas echando chispas y barra libre para himnos como Suburbia It s A Sin y West End Girls Impecable. Y lo mejor de todo es que esta noche repiten en el mismo escenario. Con el zumbido de Pet Shop Boys retumbando aún en el ambiente y los nervios por reencontrarse con Kraftwerk, principal reclamo de la noche del viernes, atenazando a más de uno, el Sónar siguió ayer acomodándose en su nueva sede y manejándose con un brújula capaz de orientar en varias direcciones al mismo tiempo. Así, mientras los británicos Foreing Beggars engrasaban ritmos y rimas en su atronadora batidora de rap, grime y dubstep, Christeene se pasaba de frenada con su electrónica de combate servida a machetazos. Mucho más contenido, Jamie Lidell renovó votos soul cruzándolos con cualquier cosa que se pudiese a tiro, mientras que Matthew Herbert, alejado en esta ocasión de sus aparejos electrónicos, se exhibió como DJ desparramando groove bajo el sol.