ABC MADRID 13-06-2013 página 52

52 CULTURA JUEVES, 13 DE JUNIO DE 2013 abc. es cultura ABC CLÁSICA La calidad de lo nuevo SINFÓNICA DE MADRID Es más difícil vivir que cantar, y más fácil cantar bien que mal El Teatro Real ofrecerá el día 21 un homenaje a Teresa Berganza por su 80 aniversario ELENA JORRETO MADRID Obras de Sánchez Verdú (estreno) Messiaen y Berlioz. Int. Measha Brueggergosman, Orquesta Sinfónica de Madrid. Dir. Silvain Cambreling. Lugar: Auditorio Nacional. Fecha: 12 de junio ALBERTO GONZÁLEZ LAPUENTE Debe estar contento el compositor José María Sánchez Verdú a tenor de los réditos que le ha proporcionado su última gira madrileña. Si el pasado sábado, el ciclo Operadhoy ofrecía el estreno de la ópera- instalación Atlas. Islas de utopía décimo ensayo en el ámbito de la música escénica, ayer la Orquesta Sinfónica de Madrid y el trombonista Simeón Galduf interpretaban por primera vez, en concierto perteneciente a la temporada de esta agrupación, Memoria del espejo Y todo ello al margen de las circunstancias, como fue la sonora pitada con la que buena parte del público recibió esta última obra. Al fin y al cabo, estos detalles ya ni cuentan a la hora de decidir el futuro de una música, menos aún de alguien tan asentado en sus principios como Sánchez Verdú. Memoria del espejo es una razonable continuación de sus propósitos y una obra particularmente comedida, uniforme y sutil en el uso de los recursos instrumentales, con independencia de la gran exigencia técnica que requiere la parte solista y que Galduf resolvió con soltura, del juego espacial y particularmente de la escritura de mínimos que se columpia entre el ruido y el silencio. Para qué más: la siempre difícil búsqueda de la originalidad se resuelve muchas veces siendo sincero consigo mismo como demuestran los Poèmes pour Mi de Olivier Messiaen cantados, en esta ocasión, por la soprano Measha Brueggergosman, voz oscura, de tinte dramático, de agradable vibrato y razonable volumen a quien el maestro Sylvain Cambreling acompañó con cuidado y notable calidad en la sonoridad. El detalle, unido al gesto relajado con el que también se enfrentó al repertorio más moderno, demostró que estaba en terreno conocido. Muy distinto al de la Sinfonía fantástica de Berlioz que Cambreling dirigió particularmente crispado y, en consecuencia, heterodoxo. Aquí, el éxito fue claro, gracias a una orquesta que respondió con pulcritud a los acentos subversivos que marcaba el maestro, a la cambiante medida con la que desarrolló muchos momentos y al exceso de articulación en otros. En definitiva, al afán por dar claro protagonismo a aquellos timbres que sí le otorgaron a esta obra carácter novedoso. Teresa Berganza lo tiene todo, un palco, una calle, un conservatorio, un auditorio... Pero hay algo que le falta: una retirada de la ópera a la altura de la diva que interpretó Medea de Bellini junto a Maria Callas. La mezzosoprano madrileña no ha vuelto a cantar desde que hace cinco años enmudeció durante una actuación en Santander. Cumplidos los 80, el Teatro Real homenajeará su más de medio siglo de carrera. Emocionada por el concierto que dará en su honor el teatro de su pueblo el 21 de junio, Berganza aseguró ayer en un encuentro con la prensa no sentir nostalgia, pues ha hecho todo lo que tenía que hacer en su carrera. Sólo sé que ese día me tengo que poner lo más mona que pueda y traerme un pañuelito para limpiarme las lágrimas dijo la cantante, a quien la emoción le impedirá actuar en la ceremonia. Considerada como la mejor Carmen de Bizet de todos los tiempos, Berganza ha actuado en teatros como la Scala de Milán o la Ópera de París, pero se retiró antes de poder hacerlo en el Real. Perfeccionista confesa, Berganza ha tardado años en escuchar sus discos (ha grabado 200) por si no habían quedado bien Es posible que este veto se remonte a sus primeros años sobre los escenarios, cuando su maestra le prohibía escuchar discos para que fuese ella misma interpretando. En cualquier caso, la mezzosoprano asegura que esa inseguridad la ha convertido en me- Teresa Berganza, ayer en el Real TEATRO REAL Perfeccionista Berganza no había escuchado sus discos hasta ahora por si no habían quedado bien jor artista. La voz de Berganza sonaba en aquel tiempo a copla, la que cantaba en las películas de Juanito Valderrama. El sueldo iba a parar a los profesores de piano, alemán, de italiano... que prepararon su salto internacional. Otro secreto del éxito de la madrileña fue saber decir no a papeles que no se adaptaban a su voz, como acompañar a Maria Callas en la Norma de Bellini, ya que si lo hubiera hecho a lo mejor no habría vuelto a cantar Por eso la selección del repertorio cen- tra ahora las clases magistrales que ofrece a jóvenes artistas mundiales. Aunque sus papeles son para ella como sus hijos, los alumbramientos de los tres que ha tenido encarnan los tres momentos más hermosos de su vida. Es más difícil vivir que cantar, y más fácil cantar bien que mal La pasión es su motor, el que hace unos días la llevó a apagar el televisor porque no le gustaba la versión de Carmen que interpretó una joven rusa en la gala de la apertura del nuevo Teatro Mariinski. Su carácter la lleva a decir siempre lo que piensa, hasta el punto de que se ha autoproclamado la oveja negra de la lírica Como yo bromeó Gerard Mortier, director artístico del Real. Dirigida por Alejo Pérez y Sylvain Cambreling, la gala homenaje contará con la participación del barítono Carlos Álvarez y la soprano María Bayo, entre otros. FLAMENCO Tres figuras en plenitud artística EN CL AVE DE SEIS Baile: Javier Barón y David Pérez. Cante: Esperanza Fernández. Guitarra: Manolo Franco. Contrabajo y melódica: Manuel Calleja. Percusión: José Carrasco. Voz en off, guión y dirección: José Luis Ortiz Nuevo. Coreografía: Javier Barón. Lugar: Sala Roja, Teatros del Canal. Fecha: 12- 6- 2013. MANUEL RÍOS RUIZ Tres grandes figuras del género se han reunido para llevar a cabo un espectáculo ciertamente original, tanto por los movimientos de los protagonistas, como por el tempo de su desarrollo. Y los protagonistas son Javier Barón, Esperanza Fernández y Manolo Franco. Natural de Alcalá de Guadaira (Sevilla, 1963) el bailaor Javier Barón, fue aprendiz del Maestro Zarandilla, iniciándose artísticamente con once años. Dirigido por Pepe Ríos a su llegada a Madrid, entró en la compañía de Luisillo. Mereció con veinte años el Premio Giraldillo del Baile, en la Bienal Flamenca sevillana. Desde entonces crearía su propio espectáculo. Está en posesión del Premio Nacional de Danza. Esperanza Fernández, gitana trianera de 1966, hija del popular cantaor Curro, ha heredado la jondura de su familia flamenca, como ha venido demostrando a lo largo de su devenir artístico en diversos espectáculos y con su importante discografía. Y Manolo Franco, sevillano nacido en 1960, comenzó con quince años tocando para bailar, y tras una serie de actuaciones se alzó con el Premio Giraldillo del Toque. En Clave de 6 se inicia precisamente con uno de los tres magníficos y personalísimos solos que ofreció. Y en el acompañamiento de los cantes y baile dejó patente su maestría. Javier Barón se lució sobremanera en los bailes que interpretó, desde los zapateados, uno de ellos acompañado solamente por la viola, a los festeros, clarificando una vez más que es un artista plenamente dominador de su arte. En cuanto a Esperanza Fernández, hay que reconocer que dio una lección de estilos, especialmente por soleares y alegrías. Tres artistas en plenitud total, a los que el público premió con cerradas ovaciones.