ABC MADRID 09-06-2013 página 50

50 INTERNACIONAL DOMINGO, 9 DE JUNIO DE 2013 abc. es internacional ABC Xi Jinping acepta un diálogo pragmático con Obama sobre ciberseguridad El presidente de EE. UU. da la bienvenida al pacífico ascenso chino como potencia mundial EMILI J. BLASCO CORRESPONSAL EN WASHINGTON cia Nacional de Seguridad estadounidense y que en los últimos días ha generado tanta controversia. Los expertos señalan, no obstante, la dificultad de la separación de ambos ámbitos para China, donde economía y cuestiones de Estado van parejas. Acuerdo en la ONU Otro avance en la materia fue la firma el pasado viernes, horas antes de la llegada de Xi, de un acuerdo refrendado en las Naciones Unidas por quince países, incluidos China y Rusia, para que reglas internacionales de buen comportamiento también se apliquen al ciberespacio. Aunque el acuerdo no es vinculante, por primera vez China ha aceptado abrir el diálogo. Ciberseguridad y la necesidad de unas reglas y un enfoque común van a ser cada vez más importantes en las relaciones tanto bilaterales como multilaterales advirtió el presidente estadounidense. Añadió que, en este punto, la comunidad internacional se encuentra como en aguas nunca navegadas, sin el tipo de protocolos que, por ejemplo, han gobernado los asuntos militares, en los que las naciones tienen mucha experiencia sobre lo que es aceptable y lo que no Un nuevo histórico punto de partida cuarenta años después de la apertura de relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y China (el simbólico viaje de Nixon a Pekín fue en 1972) Así es como el presidente chino, Xi Jinping, calificó su encuentro con Barack Obama este viernes y sábado en California. Por su parte, Obama aseguró que EE. UU. da la bienvenida al continuo ascenso pacífico de China como potencia mundial Las temperaturas de hasta 46 grados centígrados alcanzadas en el desierto californiano, donde ambos mandatarios celebraron su encuentro, no impidieron una intensa conversación entre los dos actores económicos y estratégicos del planeta. Las reuniones informales sirvieron para dar calor a la relación entre Obama y Xi, en su primera cita de ambos como presidentes, y ablandar algunas de las cuestiones en las que los dos países muestran puntos de tensión. Aunque también es posible que la suavidad del encuentro se debiera a que, como dijo Obama, las conversaciones eran muy generales, sobrevolando sobre la discusión como a 40.000 pies de altura Obama escucha a Xi responder a la prensa tras su encuentro Corea y Siria Los dos mandatarios abordaron también otros puntos de la agenda internacional, como la actitud ante las provocaciones de Corea del Norte y la preocupación por la guerra civil siria. Hemos tenido una discusión en profundidad, sincera y cándida sobre política interior y exterior concluyó el dirigente chino, sin entrar en detalles. Xi Jinping y Barack Obama se habían encontrado en dos ocasiones previas, durante una visita de Obama a China en 2009 y del entonces vicepresidente chino a EE. UU. el año pasado. Ha sorprendido que, después de acceder a la presidencia en marzo, Xi haya programado una primera visita oficial a Estados Unidos tan rápido, lo que da idea de una pronta consolidación en el cargo. Nuestra decisión de vernos tan pronto significa la importancia de las relaciones EE. UU. -China dijo Obama, sin desvelar las dudas iniciales que al principio había tenido al respecto la Casa Blanca. Ciberacercamiento En ciberseguridad, el asunto estrella, dadas las recientes acusaciones de ciberespionaje industrial hechas a China por EE. UU. hubo formalmente algún acercamiento. Así, Xi indicó en rueda de prensa que los dos países han acordado crear un grupo de trabajo para discutir la complejidad de las cuestiones cibernéticas, pero sin admitir que China esté haciendo nada indebido. En esta área China y EE. UU. pueden trabajar juntos de una manera pragmática afirmó. Por su parte, Obama, quien evitó reiterar las acusaciones que su Administración ha hecho contra Pekín, pidió distinguir entre el ciberespionaje industrial y el que los estados realizan para garantizar la seguridad y evitar ataques terroristas, como el llevado a cabo por la Agen- ALBERTO SOTILLO OBAMA Y EL PELIGRO AMARILLO Europa debe acudir en ayuda de nuestros aliados con el rápido envío a China de un batallón de sindicalistas franceses B reve ha sido el tiempo en el que Estados Unidos ha vivido con la confianza de ser una hiperpotencia sin rival. China aún está muy lejos de ponerse a la altura de Estados Unidos, pero no por eso es vista cada día más como una potencia rival que, como la vieja URSS, amenaza muchas de las certezas sobre las que descansa la potencia americana. Si en los tiempos de la URSS los aliados europeos nos respaldamos en la potencia americana para ponernos a salvo del totalitarismo, el expansionismo y la cutronería soviétic, en estos días debemos confiar en que el amigo americano se batirá el cobre para que el modelo chino no se imponga en el resto del mundo gracias al esclavismo laboral, el espionaje industrial en masa y el salto a la torera de las reglas de la competencia. A su vez, el Viejo Continente tal vez podría contribuir en la lucha con la exportación a China de un batallón de sindicalistas franceses. Se iba a enterar el presidente Xi. Puede que haya algo de paranoia europea a la hora de enfrentarse al peligro amarillo. Pero buena parte de la crisis económica que padecemos tiene bastante que ver con el modelo chino con el que debemos competir. Pero no parece que Obama vaya a vérselas con China con la resolución con que Truman o Eisenhower se las vieron con la URSS. Aunque en honor a la verdad, la China de Xi es infinitamente menos siniestra que la Unión Soviética de Stalin. Obama tenía la intención de poner contra la pared a su invitado por el ciberespionaje sin fronteras al que se dedica el Ejército chino. Y resulta que ha sido el propio Obama el que se ha visto arrinconado por el espionaje de su Administración de mensajes en la web y su registro de millones de llamadas telefónicas. Es tentador buscar comparaciones fáciles entre unos y otros. Pero no hay que perder la perspectiva. EE. UU. espía en la red para luchar contra el terrorismo. China espía para controlar a sus disidentes, robar tecnología y copiar diseños militares. No es lo mismo.