ABC MADRID 25-05-2013 página 57

ABC SÁBADO, 25 DE MAYO DE 2013 abc. es cultura CULTURA 57 Festival de Cine de Cannes Kim Novak A veces me siento muy culpable por haber dilapidado mi fama La protagonista de Vértigo amadrina en el Festival de Cannes un homenaje a la película de Alfred Hitchcock DAVID MARTOS ENVIADO ESPECIAL A CANNES complicado; pero por otro lado hoy puedes vivir a tu manera. En aquellos años tenías que comportarte como te decían reflexiona. Novak habla abiertamente sobre la enfermedad mental que le afecta desde hace décadas, y que no supo identificar durante los años que pasó en Hollywood. Ser bipolar me daba valentía, me hacía pensar algunas veces que era especial, pero otras también me generó grandes depresiones. Mi familia no tenía confianza en mí, especialmente mi padre, que pensaba que no podía hacer nada en el mundo de la actuación revela con tristeza. Dice que, sin la medicación que debe tomar cada día, no podría vivir. La intérprete, encantada de regresar al Festival de Cannes, no tiene miedo del acoso de los paparazzi, que pueblan la Croisette: La primera vez que estuve en Cannes, la primera noche que regresé al hotel Carlton de una fiesta... ¡había tres fotógrafos debajo de la cama! Eso ya no pasa hoy, ¿verdad? pregunta con los ojos muy abiertos. Pocas estrellas de Hollywood, de aquel viejo Hollywood tan distinto al que viaja hoy hasta el Festival de Cannes, son tan accesibles para la Prensa internacional como Kim Novak. Con sus recién cumplidos 80 años, la intérprete de la mítica Vértigo pasó ayer toda una mañana con los periodistas, respondiendo una y otra vez sobre su pasado, sobre ese cajón de los recuerdos a los que muchos mitos no quieren regresar... y que ella revisita con una sonrisa. Novak ha viajado hasta la Costa Azul para encabezar hoy un homenaje a Alfred Hitchcock, el maestro del suspense, cuando se cumplen 55 años de la película en la que ambos colaboraron. La actriz contaba cómo una avalancha de lodo destruyó su mansión de Bel Air a finales de los 60, cómo tuvo que elegir entre salvar sus joyas y visones o sus queridos cuadros aún hoy dedica varias horas diarias a pintar y cómo aquella catástrofe le enseñó una lección vital importante: que jamás volvería a trabajar en Hollywood. Sin embargo, la mirada de la tercera edad examina aquellos años de forma distinta: Cada vez que veo un buen papel echo de menos la actuación. A veces me siento culpable por haber dilapidado mi fama... y por no haberme entregado a otros personajes dice con cierta melancolía. ¿Ah, no? ¿Hitchcock tampoco ganó un Oscar? ¡Pensaba que era la única! bromea la actriz cuando se le pregunta por la falta de reconocimiento al director británico. Alfred era un profesional maravilloso, un gran director repite con devoción. Kim Novak, ayer en Cannes, durante su conversación con ABC DAVID MARTOS The inmigrant se baja de un salto de la tribuna de favoritos OTI RODRÍGUEZ MARCHANTE ENVIADO ESPECIAL A CANNES Otro Hitchcock Afirma que la imagen de Hitchcock que proyectan los últimos biopics que se han rodado sobre él no se corresponde con la realidad, y que no sabe muy bien por qué la eligió a ella para el papel de Madeleine. De verdad que no lo sé, pero me alegro mucho de que lo hiciera La actriz del presente, la que sigue recibiendo guiones según ella no suficientemente interesantes no lleva una vida tranquila ni está retirada. Monto a caballo, navego en el río, hago kayak, pinto todos los días... Así que no estoy sentada en casa pensando... ¡pobre de mí, ojalá hiciese películas! No, no soy Norma Desmond dice divertida. Ser actriz hoy es, por un lado, un trabajo mucho más público, y eso lo hace más Afortunadamente para la salud mental del jurado, las dos últimas películas en competición no añadirán grandes dudas ni discusiones entre el jurado, pero, lamentablemente para la salud del cine, una de ellas era The inmigrant de James Grey, cineasta en cuya casilla se había puesto un buen montón de fichas gordas. La otra, Michael Kohlhaas deDes Pallières, pasó sin interés. James Grey sólo hace películas irritadas, que rompen el termómetro, empachadas de fiebre y sudoración, y la anterior, Two lovers era una granada sin espoleta en medio de un romance retorcido; ahora, con The inmigrant narra el melodrama de una joven polaca que llega a Estados Unidos a principios de los años veinte huyendo del paisaje centroeuropeo al final de la gran batalla. Mezcla el aire George Bellow con el de Chaplin y Michael Corleone en su retrato de la llegada de da de una mina. Sus opciones de premio son tantas como las mías de terminar una maratón... bueno, de empezarla. Michael Kohlhaas de Arnaud des la inmigración a Ellis Island, y con ese Pallières, que tiene como protagonista Nueva York portuario y dantesco. el careto de Mads Mikkelsen, es un magEl personaje central, Ewa (en pose nífico ejemplo de argumento con posimuy meló Marion Cotibilidades desbaratado por el llard) entra en un ambienojo del director. Está basada te sórdido por la puerta del en la novela de Heinrich von engaño, la urgencia, la neKleist que narra la sed de cesidad de ayuda, la ensangre y justicia de un fermedad de su hermahombre ante el abuso de na... en fin, Dickens para un duque feudal y el aseadultos resabiados y con sinato de su mujer. un personaje equívoco y Es el retrato de un jusque podría llegar a shakesticiero al modo Gibson o peariano si no lo interpreEastwood, pero con tanto tara Joaquin Phoenix, el de sentido épico como la vuelMarion Cotillard las maracas, un actor que ta de una garrota. Se enreActriz suele reventar las costuras da el director en los planos del plano, capaz de lo impoa contraluz de su protagosible, y que ensucia y limpia nista y se le olvida que hay a la vez la vida de la inmigrante. El guión alguien mirando a este lado de la panno llega a dar ese salto hacia arriba que talla y que tal vez podría estar interehubiera convertido a The inmigrant sado en sentir el lance, la tragedia, en en algo más que una buena película. vez de amodorrarse con ella. Le falta temperatura, fiebre, irritación... Sólo faltan Jarmusch y Polanski por todo ese grumo que ha convertido el mostrar sus cartas, pero da la impresión cine de Grey en el lavamanos a la sali- de que esta partida ya se ha jugado.