ABC MADRID 19-05-2013 página 65
- EdiciónABC, MADRID
- Página65
- Fecha de publicación19/05/2013
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ABC DOMINGO, 19 DE MAYO DE 2013 abc. es sociedad SOCIEDAD 65 -Usted habla mucho de medir resultados en educación. Pero ¿qué objetivos concretos se fija la ley? -Son evidentes. Reducir el abandono escolar temprano, conseguir mayor flujo hacia la formación profesional... ¿Pero se puede también cuantificar? -Esto es como el déficit público, tenemos un objetivo marcado en la Estrategia Europa 2020, que para la Unión es del 10 y para España del 15 Mi ambición es que lo superemos. En la tasa de alumnos excelentes, hay que aproximarse a las medias europeas en las comparativas. Y más flexibilidad y transitabilidad. Queremos que exista un flujo desde la formación profesional básica a los ciclos de grado medio y superior, y a la Universidad, de modo que no aparezca como una carretera de segundo orden, sino que sea un camino tan digno como el Bachillerato. ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? ¿Por qué tenemos unos resultados educativos tan pobres? -Estoy seguro de que quienes hicieron la LOE y la Logse lo hicieron desde la mejor voluntad, siguiendo la orientación característica de los partidos socialdemócratas. Era la filosofía de la comprensividad, que trajo consigo la confusión entre igualdad de oportunidades e igualdad de resultados y el despojar al sistema de toda la cultura del esfuerzo. El historiador Tony Judt ex- Fracaso escolar Una sociedad que se conforma con estas tasas de retorno del sistema educativo se condena a la mediocridad Las distintas leyes No hay por qué considerar la educación irreformable. Ninguna ley educativa puede hoy tener vocación de durar cien años Asignatura de Religión Sólo cumplimos con el tratado con la Santa Sede y hacemos lo que la inmensa mayoría de países de la UE Trámite parlamentario Hay amplio margen de negociación. Si no hay acuerdo en cuestiones ideológicas, centrémonos en reducir el fracaso escolar plicaba cómo en Inglaterra esa confusión dio lugar a que un sistema público excelente se deslizara hacia la mediocridad y a que aumentara la diferencia con el privado. Cuando privas al sistema público de métricas que evalúen su desempeño y de la tensión a la excelencia, en aras de una bienintencionado propósito de equidad, produces un resultado contrario, agrandas la distancia con el sistema privado. Por eso es totalmente infundado que esta ley fa- vorezca al sistema privado. Ni al público ni al privado, se favorece a las dos. ¿La reforma salva la escuela pública? -Eso sería arrogante, una ley por sí misma no salva nada. Tiene que ir acompañada de un espíritu de sus destinatarios, que asuman lo que la ley les está pidiendo, en este caso esfuerzo, entender que la educación no es un juego, requiere esfuerzo, compromiso. Una sociedad que se conforma con tasas de retorno educativo como las actuales se está condenando a un futuro mediocre. Quien no tenga una cualificación adecuada tendrá muy difícil encontrar trabajo. Me llama la atención que en un país con un desempleo juvenil del 57 se diga que una reforma educativa es mercantilista. No podría no serlo. No mercantilista, sino orientada a la empleabilidad. Una reforma educativa no orientada a la empleabilidad sería suicida. -Toda la corriente en contra de la ley, con una huelga el pasado día 9, ¿es por falta de compromiso de ese objetivo de esfuerzo que pide? -No puedo juzgar las intenciones de cada uno. Pero es muy importante que quienes critican entablen un debate argumentativo, no basado en el prejuicio. Ésta es una ley basada en la evidencia de las debilidades del sistema y propone terapias, que quizás no sean las únicas ni las mejores. Pero eso es lo que hay que debatir, no decir a priori que es segregadora o algo tan insólito como lo que he escuchado a la vicesecretaria general del PSOE, que van a derogar una ley que no se ha llegado a discutir. Eso es negar la función del Parlamento. ¿Qué margen de maniobra hay para incluir modificaciones en el texto? -Por nuestra parte, amplísimo. Es posible que algunos entiendan que en conceptos ideológicos es imposible el acuer-