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ABC MADRID 16-05-2013 página 57
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ABC MADRID 16-05-2013 página 57

  • EdiciónABC, MADRID
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ABC JUEVES, 16 DE MAYO DE 2013 abc. es madrid MADRID 57 DIEZ AÑOS DEL CRIMEN DE SANDRA PALO La vida sin Sandra es una tortura Sus padres luchan por modificar la ley del menor. Tres de los cuatro asesinos de su hija están en la calle M. J. ÁLVAREZ MADRID El Rafita y Ramón suman más de 2O delitos Procedían de familias desestructuradas. Acumulaban 700 denuncias por delitos, faltas y vandalismo entre todos los menores condenados por el asesinato de Sandra Palo y habían sido tutelados por la Comunidad de Madrid. Algunos, como Rafita comenzaron su carrera delictiva a muy temprana edad. Él a los 7 años y a los 11 lideró la banda del chupete El crimen de la joven supuso un punto de inflexión por la gravedad de los hechos para sus participantes. Sin embargo, pronto se demostró su tozudez en seguir por el mal camino. El primero en hacerlo fue Rafita quien en su periodo de libertad vigilada comenzó a delinquir. Desde 2007 hasta la fecha acumula una decena de delitos, sobre todo, robos con fuerza de vehículos. Más lejos ha llegado el segundo condenado que recobró la libertad, Ramón Salió en junio de 2011 y año y medio después fue detenido por liderar una peligrosa banda de atracadores de tiendas, especialmente, de telefonía móvil, a golpe de hachas. Le constan 12 reseñas. Entre los dos suman más de 20 delitos. Los padres de la víctima, junto a su retrato la de delincuentes que se saben impunes por su minoría de edad. Y, en los asesinos de mi hija se ha demostrado que no ha funcionado porque no se han rehabilitado, y a pesar de los informes negativos sobre su evolución, han salido en libertad sin ningún tipo de control. Los resultados ahí están: siguen delinquiendo recalca. Lo que hicieron con mi hija demuestra que son unas alimañas, unos depredadores, ya que ni un animal mata por el placer de matar Con la voz quebrada, explica: Ni he superado el duelo ni lo superaré. No hay medicina que pueda paliar tanto dolor, tanta rabia y tanta impotencia como siento asegura. Nuestras vidas se truncaron para siempre y yo ni olvido ni perdono, no como mi marido, que lo ha hecho para poder vivir Toda la familia quedó destrozada agrega su pareja, Francisco Palo. Ambos se apoyan y se protegen mutuamente. Él es el fuerte y el sereno por fuera, aunque desde que asesinaron a su hija ha sufrido ya cuatro infartos que le han provocado una incapacidad del 50 Ella, impulsiva y emotiva al máximo, tiene la incapacidad total. Estos diez años de lucha han sido una tortura. Es como si el crimen hubiera sucedido hoy, no lo asimilo. Nos habría resultado más fácil si las administraciones nos hubiesen apoyado en nuestras reivindicaciones- -la ley del menor- Hemos tocado todas las puertas y si nos han recibido ha sido por ERNESTO AGUDO El reloj de esta familia getafense se paró el 17 de mayo de 2003 con el atroz asesinato de la mayor de sus tres hijos que, de no haberse cruzado con sus verdugos esa infausta noche, tendría hoy 32 años. Una década después, los padres de Sandra Palo siguen anclados en el dolor y luchando por la que han convertido en su causa: rebajar la edad penal de los 14 a los 12 años, endurecer la ley del menor en los delitos de extrema gravedad, y, en estos casos, que se traslade al condenado a prisión a partir de los 18 años. Con ello, pretenden evitar que en los delitos de sangre, violación o terrorismo los menores salgan a la calle a los pocos años. El crimen de su hija fue espeluznante. Fue secuestrada, violada, atropellada y quemada viva con un euro de gasolina por cuatro delincuentes, tres de ellos menores. En la cárcel sólo permanece el único mayor de edad cuando ocurrieron los hechos, Francisco Javier Astorga Luque, El Malaguita condenado a 64 años por asesinato con alevosía y ensañamiento. Estaba en busca y captura tras fugarse de un permiso penitenciario en diciembre de 2002. La cara y la cruz Los otros tres menores hace tiempo que disfrutan de libertad. El primero fue el célebre Rafael Fernández García, Rafita que cometió el crimen con 14 años. Le impusieron 4 años de internamiento y tres de libertad vigilada, periodo que incumplió y aprovechó para seguir con su carrera delictiva. En junio de 2011 salió de prisión Ramón Santiago Jiménez, Ramón castigado con ocho años de internamiento y cinco de libertad vigilada que el juez anuló. Tenía 17 años. La misma suerte recayó en Juan Ramón Manzano Manzano, Ramoncín que participó con 16 años en los hechos y quedó en libertad en mayo pasado al tener que pagar por otras causas. Tampoco se sometió a la libertad vigilada, un extremo que soliviantó a los padres de Sandra. Es la cara y la cruz de una polémica ley inasumible para víctimas de hechos tan terribles. Hace tiempo que no creo en la Justicia, y no sólo por nuestro caso, sino por otros muchos como, por ejemplo, por la suerte de El Cuco vinculado a Marta del Castillo explica Mar Bermúdez, madre de Sandra. A su juicio, la ley del menor ha creado una escue- nuestro tesón. Rajoy se comprometió a ello y aún no lo ha hecho aseguran. No obstante, tienen palabras de agradecimiento para el ex Defensor del Menor, Pedro Núñez Morgades, para la expresidenta regional, Esperanza Aguirre y para el exconsejero de Justicia, Alfredo Prada, que han estado siempre a nuestro lado. Lo único que queremos es que no se repitan casos así Hija de todos Además de esta batalla, canalizan su dolor en la Asociación Sandra Palo por la Defensa de las Libertades, que crearon en 2004, con la que prestan ayuda, asistencia y asesoramiento a toda clase de víctimas. Ahora se han embarcado en una nueva aventura: un programa de alerta sobre riesgos de internet a jóvenes en institutos. No queremos que se olvide el nombre de nuestra hija. Recibimos cientos de emails de gente que dice que han hecho a Sandra hija suya. Ese apoyo es el que me anima y me empuje cuando tengo ganas de tirar la toalla concluye Bermúdez. Penas de 4 y 8 años Los asesinos de mi hija, auténticas alimañas, siguen delinquiendo. Hay que endurecer la ley Ni olvido ni perdón No hay medicina que pueda paliar tanto dolor, tanta rabia y tanta impotencia

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