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ABC MADRID 27-04-2013 página 82
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  • EdiciónABC, MADRID
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82 GENTESTILO Proclamación en los Países Bajos SÁBADO, 27 DE ABRIL DE 2013 abc. es estilo ABC La Reina que se va Después de 33 años de reinado, Beatriz volverá a ser Princesa de los Países Bajos. El martes pasará el testigo a su hijo, el Príncipe Guillermo Alejandro, con la satisfacción de haber cumplido la misión que le encomendaron el 30 de abril de 1980 ALMUDENA MARTÍNEZ- FORNÉS ENVIADA ESPECIAL A ÁMSTERDAM El Príncipe Guillermo Alejandro tendrá que compartir el protagonismo el martes con dos mujeres: su madre, la Reina Beatriz, y su hija mayor, la Princesa Catalina Amalia. Mientras que la primera dejará de ser Reina a sus 75 años para convertirse de nuevo en Princesa, la segunda, de nueve años, subirá un peldaño más, el penúltimo, en la lista de sucesión a la Corona y será proclamada Reina en su día. Los tres representan el pasado, el presente y el futuro de Holanda, un Reino que a lo largo de su historia se ha convertido en paradigma de libertad y tolerancia y que ha sido pionero en el progreso comercial. Después de 33 años en el trono, la Reina Beatriz pasará el testigo a su hijo, y seguramente lo hará con la satisfacción de quien cree que ha cumplido con la misión que le encomendaron. Lo cierto es que durante su reinado la Monarquía holandesa ha recuperado la popularidad y el sosiego tras los diversos escándalos que protagonizó su padre, el Príncipe consorte Bernardo, y que conmocionaron a los holandeses. El más sonado de todos estalló en 1976, cuando el Príncipe Bernardo tuvo que admitir que había cobrado un soborno de alrededor de un millón de dólares de la Lockheed Corporation, una empresa estadounidense de ingeniería aeronáutica, para que influyera en el Gobierno y la Fuerza Aérea holandesa comprara 900 aviones de combate F- 104. Además, la operación fue un desastre técnico, porque 173 de esas aeronaves se estrellaron y los holandeses le bautizaron como el proveedor de viudas El Príncipe Bernardo nunca fue juzgado, porque su esposa, la Reina Juliana, que era muy querida y admirada, amenazó con abdicar, pero sí fue apartado de sus cargos institucionales. Tiempos difíciles La boda de Beatriz con el diplomático y aristócrata alemán Claus von Amsberg en 1966 tampoco fue del agrado de los holandeses. De hecho, el matrimonio de la entonces Princesa de Orange provocó numerosas protestas y manifestaciones porque su prometido había servido, siendo adolescente, en las Juventudes Hitlerianas, y muchos holandeses lo asociaron con el nazismo. Sin embargo, con el paso del tiempo, el Príncipe Claus se fue ganando el afecto del pueblo y se convirtió en una persona muy popular. Tampoco faltaron los disturbios, los abucheos y las protestas el día que Beatriz accedió al trono. El 30 de abril de 1980, Ámsterdam se asemejaba más a un campo de batalla que a la ceremonia de proclamación de una Reina, según publicó el enviado especial de ABC, Ángel Marcos. Beatriz no tuvo suerte en los dos momentos más importantes de su vida, su boda y su proclamación, pero será el próximo martes, en su abdicación, cuando pueda hacer balance de su reinado. En el momento en que Beatriz firme el acta de abdicación, su nieta Amalia se convertirá en Princesa de Orange. A sus nueve años, recibe una educación similar a la de cualquier niño holandés, de hecho estudia en el colegio público Ceremonias con protestas El día de la boda de Beatriz y el de su proclamación hubo abucheos, incidentes y disturbios

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