ABC MADRID 23-04-2013 página 74

74 DEPORTES Puntos fuertes Antídotos Salida desde atrás con Hummels Presión en el campo del rival Asfixiar la salida del balón del contrario, juntando mucho las líneas para intentar robar en campo del rival 4- 3- 2- 1 Llegadas desde segunda línea Kuba, Reus y Goetze componen la segunda línea de ataque, son técnicos y rápidos. Muy peligrosos en las diagonales 4- 3- 2- 1 MARTES, 23 DE ABRIL DE 2013 abc. es deportes ABC Desmontando al Borussia Dortmund Los puntos fuertes del equipo alemán y los antídotos para frenarlos La referencia arriba: Lewandowski Buscan a su delantero a la mínima posibilidad, balones largos en profundidad o prolongaciones al primer toque 4- 3- 2- 1 La gran capacidad de conducción de balón del central permite al equipo llegar en bloque a la portería rival Hummels 4- 3- 2- 1 Reus Kuba Goetze Lewandowski Presión a la salida del balón El delantero, o en su caso el jugador más cercano, deberá estar atento a cerrar la salida de Hummels con el balón Ayudas a Xabi Alonso El inicio de la construcción requiere que tanto Ozil como Dí María bajen a recibir más de lo habitual No perder las marcas Xabi Alonso y Khedira deberán estar muy pendientes para cubrir en defensa y evitar estas incorporaciones rivales No dejar espacios tras los centrales La defensa deberá estar muy concentrada y vigilar sus espaldas, teniendo especial cuidado en los pases prolongados Los venenos del Borussia, los antídotos del Madrid Mou lleva semanas trabajando en un partido que va a ser muy táctico. Los alemaness tienen muchas y variadas armas y el Madrid busca desactivarlas JOSÉ MANUEL CUÉLLAR MADRID M ientras Jurgen Klopp hacía media day (jornada de puertas abiertas a la prensa) Mourinho reunía a los suyos y trabajaba. Continuamente. El técnico madridista lleva dos semanas preparando este encuentro, sacando horas al sueño (él y su cuadro técnico) para compaginarlos con los encuentros de Liga. Tiene su porqué: en los partidos previos de la liguilla de la Liga de Campeones, el Borussia fue superior al Madrid, colectiva e individualmente. Ganó en Dortmund y empató en Madrid, y los blancos lograron las tablas a última hora con una genialidad de Ozil en un golpe franco. Pero la superioridad del Borussia fue evidente, también tácticamente. Es verdad que aquel Madrid no es este Madrid, que ahora aparece más fuerte y con menos bajas, pero Mourinho sabe que bajo las bromas y el rostro amable de Klopp el rival guarda mucho veneno en todas las líneas y, sobre todo, a nivel colectivo. Por eso lleva trabajando el partido tácticamente. Estos días ha pedido a sus jugadores que junten mucho las líneas, que tengan una gran intensidad durante el partido, que presionen tanto como presionarán ellos y que intenten imponer su ley en el medio campo porque esta va a ser la batalla principal que deberán ganar. Como reconoció el mismo Hummels: En la segunda parte de Madrid vimos el peligro. Ellos controlaron el campo y se hicieron con la posesión de balón porque con su presión este no nos duró ni tres pases. Entonces sí que lo pasamos mal. Si hacen lo mismo ahora lo tendremos muy crudo Es justo lo que pretende Mourinho, y lo basará en varios puntos: el primero es llevar la presión muy arriba antes de que la lleven ellos. Eso conlleva que Higuaín y el jugador de la segunda línea que esté más cerca del balón presione mucho a Hummels, que es el alma del equipo. Si se tapa al defensa que pretende el Barcelona, el Borussia perderá un ojo en la batalla. El segundo punto es donde en realidad tiene problemas el Madrid, y es en saber cómo va a desactivar la presión que el Borussia va a realizar sobre Xabi Alonso. Hasta hace pocos meses, el Madrid tuvo un problema grave con este asunto hasta que a Mourinho, y hay que darle el mérito que tiene en ello, metió a Sergio Ramos en el centro de la zaga. Por ahí empezó a ganar la partida a los rivales porque si presionaban a Xabi ya estaba Sergio para echarle una mano y sacar el balón jugado. Sin embargo, hete aquí que el infantilismo de Arbeloa en Estambul puede salirle muy caro al equipo. Descartado Essien por lesión, no hay más lateral derecho que Sergio Ramos, lo que conlleva sacarle del centro y colocar ahí a Varane y Pepe. Ninguno de ellos tiene, ni por asomo, la salida de balón del sevillano. Solo queda una: rodear a Xabi con Di María y la bajada de Ozil, pero por ahí se perderán metros y frescura en el contragolpe. Va a ser un grave contratiempo. La pólvora de Klopp Otro antídoto que necesitará el Madrid será frenar la actividad de la segunda línea alemana, que es donde está la pólvora de Klopp. Hay que parar a Gotze y sus diagonales porque por ahí se asocia con Reus y entre ambos forman una pareja letal, sobre todo porque tienen mucha llegada y mucho gol. Reus llegó al Dortmund para cubrir la marcha de Kagawa, pero su papel ha sido mucho más determinante. Se mueve mucho, encuentra huecos y su llegada por sorpresa suele ser mortal. Gotze es el conector y catalizador del juego germano. Tiene una calidad enorme, ve el fútbol como nadie y en- cuentra huecos donde no parece haberlos. Los dos son una auténtica y continua pesadilla. Mou lo sabe y lleva concienciando a su doble pivote para minimizar los daños, sobre todo cuando el Borussia tenga el balón. La función de Khedira va a ser básica en el partido. Tendrá que ayudar a Ramos y, sobre todo, tapar las líneas de pase en la conexión con Reus. Alonso tendrá triple trabajo: tapar al propio Reus y la conexión con Lewandowski, asegurar la salida de balón e imponer el ritmo de juego que más le convenga al Madrid, probablemente no tan frenético como querría Klopp. Ahí tendrá que fajarse duro con Gundogan, que es una especie de clon futbolístico de Xabi que poseen los alemanes. Y queda la última pócima venenosa del Dortmund: el delantero centro Lewandowski, que ya en el partido de Madrid fue una pesadilla para la misma pareja de centrales que jugará mañana: Varane y Pepe. Les buscó y encontró la espalda con facilidad y les ganó en el juego aéreo. Mourinho lleva trabajando muy duro en la concentración para cuando lleguen las jugadas a balón parado y también en que sus centrales protejan sus espaldas. Pero eso no será solo tarea de ellos, habrá que presionar a los pasadores alemanes, robar el balón y salir a la contra. En ese escenario, ya todo quedará en las botas de Ozil y de CR, y ahí están muertos. Juntar las líneas Los blancos tendrán que ser más colectivos que nunca, un acordeón en la presión y en el repliegue J. M. Cuéllar analiza las entrañas del Borussia y del partido en sí