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ABC MADRID 20-04-2013 página 58
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  • EdiciónABC, MADRID
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58 CULTURA SÁBADO, 20 DE ABRIL DE 2013 abc. es cultura ABC Finaldi y Quintana, ayer en los almacenes del Prado junto a dos de las pinturas afectadas, de Bassano (arriba) y Jan Brueghel el Viejo JOSÉ RAMÓN LADRA Seis pinturas y ocho dibujos del Prado, afectados por goteras en sus almacenes Entre las obras a las que alcanzó el agua filtrada por las intensas lluvias de marzo se hallan cuadros de Bassano, Valdés Leal, Jan Brueghel el Viejo y Martí Alsina NATIVIDAD PULIDO MADRID E l agua no solo inunda las televisiones con programas de saltos de trampolín, también los museos. No solo se mojan nuestros famosos, también nuestras obras de arte. Llueve sobre mojado en el Prado. En 1993, unas goteras en la sala donde se exhibían Las Meninas y otras obras maestras de Velázquez le costaron el puesto al entonces director de la pinacoteca, Felipe Garín. Seis años después, un fallo en la refrigeración obligó a cerrar parte de la Galería Central del museo. En 2008, las flamantes salas de exposiciones de la ampliación de Moneo sufrieron un cierre temporal a causa de un fallo en el sistema de climatización. Que el Prado no es impermeable cien por cien, pese a los más 150 millones de euros que costó su ampliación, parece evidente. Tampoco lo es el Reina Sofía, que sabe lo que es estar con el agua al cuello, a pesar de los 92 millones presupuestados para el proyecto de Nouvel. En 2005 una manguera con agua a presión olvidada en la terraza del nuevo edificio sobre una de las salas de exposiciones temporales provocó filtraciones de agua en un espacio donde colgaban importantes obras de Juan Gris. En 2006 unas intensas lluvias provocaron filtraciones en sus nuevos almacenes y humedades en una sala de depósitos de libros en la biblioteca. Queda para la historia una fotografía publicada por ABC de una treintena de libros secándose a golpe de ventilador. El pasado mes de marzo fue el más lluvioso de los últimos años. Sus efectos fueron devastadores y han dejado huella de nuevo en el Prado. El día 11 se detectó una fuga de agua en los almacenes situados en la ampliación de Moneo gracias a un cortocircuito. Más de un mes después sale a la luz aquel incidente, que se silenció. Hemos sabido ahora que fueron 14 obras (seis pinturas y ocho dibujos) las afectadas por las goteras. Estaban en los tres peines hasta los que llegó la filtración de agua. Las pinturas son: Cacería de un león de un discípulo de Paul de Vos; Lucha de gladiadores atribuido a Lanfranco; Mártir de la Orden de San Jerónimo de Valdés Leal; Banquete de Bodas de Jan Brueghel el Viejo; Desnudo femenino de Martí Alsina; y La Última Cena de Francesco Bassano. En cuanto a los dibujos, se trata de Gabriel de Borbón y Sajonia, infante de España y Antonio Pascual de Borbón, infante de España ambas de Joaquín Inza; Infanta María Luisa de Borbón y Sajonia e Infanta María Josefa de Borbón ambas de Lorenzo Tiépolo; Cristo con apóstoles y la madre de Santiago y Juan de Eduardo Soler y Llopis; Historia de Niobe de anónimo (copia de Polidoro da Caravaggio) Friso con episodios de la vida de Mucio Scaevola de anónimo (copia de Polidoro da Caravaggio) y Moisés salvado de las aguas de André J. V. Orsel. Humedades superficiales Ayer por la tarde el Prado abría (esta vez sí) a la prensa sus almacenes para mostrar el lugar de los hechos y dos de las obras que fueron afectadas por el agua: el Brueghel y el Bassano. Junto a ellos, para explicar lo ocurrido, Gabriele Finaldi, director adjunto del Prado, y Enrique Quintana, coordinador jefe de Restauración de Pintura del museo. Ambos detallaron que la humedad que afectó a las pinturas fue superficial, ya que la condensación de agua (forma unas manchas blanquecinas, semejantes al vaho que queda en un cristal) solo afectó al barniz, sin llegar en ningún caso a la capa pictórica. Por tanto, solo hubo que retirar el barniz dañado y volver a barnizar. El cuadro de Brueghel fue el más afectado. El agua se concentró en la zona inferior central. Lo acababa de restaurar Clara Quintanilla, que se ocupó de nuevo de él. Estaba en los almacenes esperando a que concluyan las nuevas salas de pintura flamenca del XVII. Comentan Finaldi y Quintana que se revisaron las cerca de 3.000 obras que hay en estos almacenes para comprobar su estado. Finalmente fueron 14 las afectadas, que se llevaron a los respectivos talleres de restauración. Son las que estaban en los peines 132, 133 y 134, situados en una esquina del almacén 4. Encima de ellos, la tobera que se llenó de agua. Ésta cayó sobre los fluorescentes, provocando el cortocircuito que alertó de lo ocurrido. Las seis pinturas ya están restauradas. En el caso de los dibujos, el proceso de secado es más lento: se han estabilizado los daños, la seguridad está controlada, pero no se quiere acelerar la restauración. No es urgente, dicen. Los talleres están a todo gas con la puesta a punto de la próxima exposición. Es un percance indeseable, no debería haber pasado. Pero el museo reaccionó con rapidez y eficiencia. Tuvimos suerte. Estamos agradecidos al ángel de la guarda del Prado comenta Gabriele Finaldi.

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