ABC MADRID 10-04-2013 página 14

14 OPINIÓN POSTALES MIÉRCOLES, 10 DE ABRIL DE 2013 abc. es opinion ABC A LOS CUATRO VIENTOS JOSÉ MARÍA CARRASCAL Una cacicada de la Junta de Andalucía Al Gobierno de Griñán no se le ha ocurrido otra cosa que amenazar a bancos e inmobiliarias con expropiarles temporalmente los inmuebles en los que se encuentren inquilinos en vías de desahucio. Es evidente que hay que encontrar una solución para el drama social de los desalojos- -de primeras y únicas viviendas- -que ha precipitado esta interminable crisis. Pero mucho cuidado con remedios populistas que, lejos de remediar nada, pueden tener efectos secundarios muy perjudiciales para el conjunto de la sociedad. Rubalcaba no frena el republicanismo Abrió el fuego el PSC de Pere Navarro, le siguieron las siempre zascandiles Juventudes y ahora son otros dirigentes o cuadros medios del PSOE los que, con mayor o menor claridad, comienzan a añorar una tercera república para España. Con alguna excepción y desoyendo el mensaje de Alfredo Pérez Rubalcaba, otros trabajan ya para que en la Conferencia Política que el partido celebrará en octubre se abra el debate sobre la conveniencia de la Monarquía. MAGGIE Y SARA Margaret Thatcher y Sara Montiel, dos mujeres que supieron triunfar en un mundo de hombres H AN muerto el mismo día, casi a la misma edad y por la misma causa: un derrame cerebral. Una se dedicó a la política; la otra, a los escenarios, o sea que eligieron el espectáculo como profesión, con éxito indiscutible. Aunque con temperamentos muy distintos, la Dama de Hierro y la Dama de Carne tenían muchas más cosas en común de lo que a primera vista parece. Por lo pronto, eran mujeres de rompe y rasga, que sabían lo que querían, y lo consiguieron. En la una prevalecía el cerebro; en la otra, el corazón. No tenían miedo a los hombres; al revés, buscaban el encontronazo con ellos, seguras de que se impondrían. No temían ni al miedo, ni al qué dirán. La manchega se plantó en Hollywood sin el menor complejo, y en vez de adaptarse a él, hizo que aquellos gigantes se adaptasen a ella. Mientras, la hija del tendero de Granthan se metió en un partido elitista, archimasculino, decadente, y acabó dirigiéndolo. También en la escena internacional demostró que las mujeres pueden ser más firmes, tenaces e implacables que los hombres. Sólo Churchill aguanta su comparación en la escena británica del siglo XX. Su mayor éxito, sin embargo, no fue frente a los sindicatos, el IRA y el comunismo, sino frente a sus compañeros conservadores, que habían aceptado que el futuro pertenecía a la izquierda, contentándose con que se les permitiera vivir y, en todo caso, dirigir una orquesta, como su antecesor, Heath. Los mediocres del partido se vengaron eligiendo como sucesor a uno de ellos. Pero ella se vengó de todos cuando el laborista Blair adoptó la tercera vía que era una versión aguada de su revolución conservadora En este sentido, el actual premier Cameron, acierta al decir que no sólo dirigió, sino también salvó al Reino Unido, que sin ella estaría hoy tan mal como cualquier país mediterráneo. Margaret Thatcher se llama hoy Ángela Merkel. Por su parte, Sara Montiel fue una mujer liberada, ¡en España! antes de que existiera el Movimiento de Liberación Femenino. Sabía que competía en un mundo hecho por los hombres para los hombres y supo usar, junto a su talento escénico- -una voz cálida, pegadiza, unas dotes interpretativas nada corrientes por la entrega total en cada papel- todas sus armas de mujer, que eran muchas. Sin avergonzarse de ellas. Al revés, exhibiéndolas, como hacía Margaret Thatcher con el mote de Dama de Hierro que le había buscado el agi- prop del Kremlin, que esta vez le salió por la culata. Como podía esperarse, ambas tuvieron apasionados admiradores y furibundos detractores, más, desde luego, la inglesa, pues las derrotas en política se perdonan menos que en los escenarios, si se perdonan, ya que aún en el obituario siguen criticándola. Ambas han sido fieles a sí mismas hasta el último día: Maggie, en las tinieblas del alzheimer; Sara, bajo los fogonazos de los fotógrafos. Descansen en paz, que merecido se lo tienen. José Antonio Griñán EFE CARTAS AL DIRECTOR La talla de Thatcher Sus adversarios le recordaban con cierta malicia que era la hija de un tendero. Ella no utilizó nunca sus orígenes modestos para desarrollar un populismo que le aupase o mantuviese en el poder; más bien todo lo contrario, pues recuperó la prosperidad para el Reino Unido adoptando medidas muy dolorosas para las clases trabajadoras. No le tembló el pulso para mandar a la Royal Navy a las Malvinas, ni titubeó al afirmar que había sido ella la que disparó a unos terroristas cuando se acusaba y se pedían responsabilidades a los miembros de los servicios secretos británicos. Con estos trazos se puede adivinar que Margaret Thatcher no fue una premier más en el 10 de Downing Street. Hoy, los que nacimos en los ochenta somos conscientes de ella si hemos visto La Dama de Hierro o si tuvimos la suerte de que alguien nos contara su historia. En tiempos en los que se buscan de manera incansable referentes políticos de talla, conviene recordar lo que Thatcher, con sus luces y sombras, hizo por su país. En mi opinión, el paso de la sociedad del subsidio a la del mérito que auspició su política es algo que debería servir de paradigma, hoy, en un país como el nuestro. RAFAEL GONZÁLEZ CASERO TOLEDO Un sí indiscutible a la vida El pasado sábado se han celebrado las concentraciones de la plataforma Sí a la Vida en las que miles de ciudadanos salimos a la calle para proclamar alto y claro que la vida de cualquier ser humano es un bien insustituible y que nos importa la vida de todos y cada uno: del niño por nacer, de su madre embarazada, del enfermo, del discapacitado y del anciano... Sí a la Vida es ya un grito unánime que lanzamos cada año más de 400 Asociaciones que trabajamos por la Vida, desde su concepción hasta su fin natural. Y en este Sí a la vida una vez más, tienen cabida todas las mujeres que han sufrido violencia estructural y todo tipo de presiones para abortar a sus hijos (118.359 en 2011) por supuesto. Los que defendemos la vida y la maternidad no podemos condenar ni dar de lado a tantas y tantas mujeres que se sienten solas, abandonadas y presionadas a tomar la terrible decisión de abortar. En Redmadre sabemos que la mujer que aborta debe ser considerada una víctima más del drama y del horror que supone el aborto. Da igual que la mujer sea anónima o tenga un nombre conocido, da igual su condición social y laboral; sigue siendo una mujer que tuvo un embarazo imprevisto y quizás sufrió el abandono de su pareja y o su familia, la desinformación sobre la realidad del aborto y lo que supone (física y psicológicamente) para ella, que se le negara cualquier ayuda para continuar con su embarazo y disfrutar de su maternidad. Es, en fin, una mujer dañada y necesitada de comprensión y ayuda para superar las secuelas que haya podido dejarle esa dura experiencia. CARMINA GARCÍA- VALDÉS DIRECTORA DE LA FUNDACIÓN REDMADRE Sarita Cuando se estrenó El último cuplé la actriz ya había intervenido en varias películas aportando su talento interpretativo y su belleza en papeles secundarios. En la película de Juan de Orduña inicialmente no se consideraba la posibilidad de que fuera la propia actriz la que cantara, ya que se desconocían aquellas dotes de la estrella, por lo que se previno la intervención una cantante profesional... hasta que, tras unas pruebas, se decidió que fuera la propia actriz la que aportara su voz para un género que evocaba toda una época para los espíritus más románticos. El éxito de la película sorprendió a la propia empresa, que creía que en el cine de estreno duraría como mucho apenas un par de semanas, como era lo habitual en las películas españolas del momento. Pero las largas colas frente a las salas cinematográficas se eternizaron y lograron uno de los mayores éxitos taquilleros del cine español de todos los tiempos para un clásico que, aún hoy, concita una muy buena audiencia para ciertos sectores de público. Las nostalgias son