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ABC MADRID 04-04-2013 página 65
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ABC MADRID 04-04-2013 página 65

  • EdiciónABC, MADRID
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ABC JUEVES, 4 DE ABRIL DE 2013 abc. es AGENDA 65 NECROLÓGICAS FELISA IRIGOYEN (1911- 2013) LA JEFA DE TALLER QUE PLASMABA LOS SUEÑOS DE BALENCIAGA M Felisa Irigoyen Mendiburu nació en San Sebastián en 1911 y ha muerto en Madrid el 29 de marzo de 2013. Fue, en opinión del propio maestro, la mejor jefa de taller de Balenciaga y continuó su actividad tras morir éste trabajando junto al peletero José Luis. uy poca gente sabrá quién era Felisa Irigoyen Mendiburu. Quizás las pocas clientas que queden que se vestían en Balenciaga. O las que, cuando éste cerró y ella se unió al peletero José Luis y se instaló en la izquierda de su casa de costura en Génova 19, se trasladaron a vestirse con ella. Finalmente, cuando también José Luis cerró, decidió Felisa retirarse definitivamente. Era la jefa del taller de fantasia, y a mi me hizo desde el traje de primera Comunión, pasando por el de puesta de largo, y el de novia, y entre medio de uno y otro, bastantes más. Era tan magnífica modista que yo le oí a Balenciaga decir que, de todas las jefas de taller que tenía en España y Francia, a la que menos tenía que corregir era a Felisa Irigoyen. Era una persona de una gran elegancia personal, alta, guapa, y siempre maravillosamente vestida por ella misma. A pesar de que mi Madre la trataba con gran cariño, ella jamás se permitió ninguna familiaridad, guardando siempre las distancias, tanto así que, a mí, desde mi tierna infancia hasta su fallecimiento, me llamaba siempre: señorita de Llanzol y de usted, cuando ahora que ya soy muy mayor, en muchas tiendas me tutean, aunque no me conozcan de nada. Entre los trajes famosos que ella confeccionó diseñados por Balenciaga está el de novia de la Reina Fabiola, y el último que hizo el maestro antes de su muerte, el de Carmen Martinez Bordiú, que se confeccionó en el taller que ella compartía con José Luis. Falleció el viernes Santo a los 102 años, cuidada amorosamente por Emilia Carriches, que entró con ella de aprendiz con 15 años, después de nuestra guerra y aunque, no era de su familia, se cuidó de ella hasta el final con gran ternura. Yo la he visto mucho durante toda su vida, pues era inquilina de uno de mis pisos, y solía ir a visitarla y a hablar de la época dorada, de los trajes maravillosos que había confeccionado, de anécdotas de las clientas que conocíamos las dos, y de todo lo que me podía ayudar a poner en pie la colección del Museo Balenciaga, proporcionándome datos de qué señoras podían tener trajes para donar. Quiero, con estas líneas, hacer un homenaje a la persona que embelleció a tantas mujeres interpretando magníficamente los diseños del mayor modista de todos los tiempos, y así brindarle mi recuerdo, mi cariño, y mi agradecimiento a una persona que unía elegancia, bondad, sensibilidad, y belleza. En nombre de todas sus clientas, y con mi cariño especial, descanse en paz Felisa Irigoyen Mendiburu. SONSOLES DÍEZ DE RIVERA PATRONO FUNDADOR DE LA FUNDACIÓN CRISTÓBAL BALENCIAGA PACO ELVIRA (1948- 2013) UN FOTÓGRAFO APASIONADO M Paco Elvira nació y murió en Barcelona. Dedicado desde joven a la fotografía, supo buscar el latido humano en los relatos informativos que ilustró con sus fotografías ientras buscaba nuevas imágenes y disfrutaba del paisaje murió el sábado pasado, en el macizo del Garraf, en Barcelona, el fotógrafo Paco Elvira. A sus 64 años, seguía siendo un trabajador incansable, con la mirada y con su cámara. Descubrió la fotografía en su época estudiantil y documentó ampliamente toda la actividad política y social de la Transición. Miembro de la agencia Cover, trabajó para todo tipo de publicaciones, especializándose en el reportaje social y de viajes. Fue, además, profesor de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de Bellaterra. Se interesó por las nuevas formas de comunicación y, en los últimos años, su blog se convirtió en paso obligado para cualquiera con inquietudes fotográficas. Paco Elvira vivía la fotografía de manera apasionada. En todo momento se deleitaba con la mirada, y así lo transmitía a los demás, siempre con un sonrisa cariñosa. Su fascinación por el mundo que lo rodeaba, fuese cercano o lejano, era incansable. Cada vez que se asomaba a su balcón de la Gran Vía de Barcelona se maravillaba, y siempre tenía una cámara dispuesta para fotografiar el transcurrir de la ciudad. Le gustaba capturar pe- queños detalles, esos gestos o hechos que siempre vemos, pero que nunca fotografiamos y que nos hacen tan humanos. No lo hacía por emular a Eugene Smith, sino por ser honesto consigo mismo, por canalizar ese ansia de ver y gozar con las imágenes. Coherente con sus inquietudes, Paco Elvira hizo compatible, durante sus numerosos viajes, su trabajo más comercial y la preocupación que siempre manifestó por el devenir y el futuro de la humanidad, concentrándose en el individuo, porque veía claramente que detrás de cada hecho siempre había una historia personal. Así, quiso mostrar en sus reportajes sociales a personas concretas, vidas que en una noticia no pasan de ser un numero, una estadística o parte de un enunciado. Su incasable deseo de fotografiar lo llevó, otra vez, a buscar un sitio ya familiar para él, conocido como la Falconera, en la costa de su querida Barcelona. En una entrevista, comentó que, ante las dificultades de cada trabajo, estas siempre se superaban. De todas maneras, siempre se vuelve con la foto decía. Esta vez no pudo ser. MATÍAS NIETO KÖNIG JEFE DE EDICIÓN GRÁFICA DE ABC

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