ABC MADRID 02-04-2013 página 57

ABC MARTES, 2 DE ABRIL DE 2013 abc. es madrid MADRID 57 Un museo No sólo por su belleza sino también por su manera de trabajar, el Doré es un museo vivo del cine del cine en todos los detalles y elementos del mobiliario y la decoración: desde los maceteros a los azulejos nos ha costado un triunfo encontrarlos iguales las banquetas del bar, los sofás de la entreplanta, los capiteles de las columnas o las papeleras explica Santamarina. Él mismo ha contribuido a pequeña escala, componiendo soportes para los carteles y algunos de los muebles de su propia oficina. Hasta la boca de las taquillas, que dan al conocido como Pasaje Doré, son diseño de Feduchi, y responden al mismo modelo. El trabajado techo de su sala principal, los palcos de madera, la cabecera del telón, sus butacas remozadas siguiendo el modelo del bilbaíno Teatro Arriaga hasta el ajedrezado en blanco y negro de los baños merecen la visita toda la estética del edificio está cuidada hasta el último detalle. Más de 45.000 títulos Pero el Cine Doré no es sólo un lujo de cine: sus precios populares y la calidad de las películas que exhibe tan alejadas de los circuitos comerciales y siempre en versión original le confieren una personalidad propia. Cada día recibe una media de 150 visitantes, que son más de 141.000 al cabo del año, disfrutando de sus más de 45.000 títulos. Y además de lo evidente, está la parte oculta al público, aquella que sólo ven los que tienen el privilegio de penetrar en la cabina de proyección: dos proyectores de 35 milímetros y uno de 16, las latas de las películas de celuloide, las moviolas en las que recomponer de forma artesanal siempre cualquier desaguisado... Este es un arte del siglo XIX, casi artesanal, mientras que lo digital es del siglo XXI indica Santamarina. Por eso, la Filmoteca va a ser un museo del cine pero un museo vivo y en acción. La sala principal del Cine Doré, en todo su esplendor ISABEL PERMUY Celuloide y digital En este caso, lo antiguo también tiene ventajas: como él mismo explica, el celuloide se usa desde 1895, y se conserva muy bien, ya conocemos sus enfermedades y cómo tratarlo, mientras que lo digital hay que estar migrándolo cada cinco años Si su fachada sorprende, su interior es capaz de mejorarlo. Por eso los responsables del Doré quieren que forme parte de las visitas obligadas a la ciudad. Y proponen un recorrido que abarque desde la plaza de Cibeles al Museo del Prado, el Real Jardín Botánico, el Museo Thyssen, el CaixaForum, el Reina Sofía, la Casa Encendida, el Cine Doré, el teatro María Guerrero, o los edificios de las fundaciones Mapfre y BBVA. Un aspecto de la librería del Doré, especializada como no en libros de cine ISABEL PERMUY