
66 MADRID
DOMINGO, 3 DE MARZO DE 2013 abc. es madrid
ABC
Sus protagonistas
La anticuaria
María José Adrados de Llano: Si el Ayuntamiento da calidad al Rastro, el Rastro se lo devolverá con creces
Vintage Valerio, el ital iano: Los do mingos la Rib El Rastro no son puestos de era de Curtidores es lo peor. bragas y calc etines
Su declaración como Bien de Interés Cultural, iniciada por el Ayuntamiento, ha estimulado a los comerciantes
Unidos para devolver al Rastro su esencia perdida
MARÍA ISABEL SERRANO MADRID
Comprar y vender a pie de calle, lo típico del Rastro
E
l Rastro ha dado sus primeros pasos para convertirse en Bien de Interés Cultural Inmaterial. ¿Eso que significa? Para los auténticos comerciantes de este espacio madrileño, único en el mundo, tiene que ser bueno por narices. Servirá para revitalizarlo y para devolverle su antigua esencia. Donde todo se compra y se vende. Antigüedades, trapos, cacharros, obras de arte, joyas de la bisabuela y libros de coleccionista. Hasta lo imposible anda por aquí. Los castizos creen que al Rastro hay que devolverle su alma No vale que, cada día más, esto se parezca a un mercadillo de barrio o de playa. La crisis aprieta fuerte pero esto no son los puestos de bragas y calcetines como nos dice Valerio, un italiano instalado aquí. Para él, que es extranjero, el Rastro es pura cultura madrileña Los anticuarios más veteranos consideran que si al Rastro se le trata con mimo y respeto, nos dará mucho más. Será santo y seña para el turismo y pa-
rada obligatoria en las guías turísticas. Antes de que le llegue el título de BIC, piden que se anule la restricción del tráfico y esas cámaras de vigilancia que multan a granel. Si no se puede entrar con un coche a cargar lo que compras o vendes, esto se terminará muriendo dice Karlos, experto en todo tipo de muebles y objetos.
Restringir, una aberración
Karlos Lorenzo, compra- venta de casi todo
La gente está tiesa
Enrique Bous, Carita
Presume de haber nacido en el corazón del Rastro. Ahí, en el corralón de la calle Carlos Arniches nos dice Enrique Bous. Todos le conocen como Carita De hecho, sólo atiende por ese nombre. Mi apellido era Bons, de origen alemán, pero me lo cambiaron en la mili A sus 71 años, Carita vive de la venta de herrajes para muebles antiguos. Va tirando. Esto está fatal. La gente está tiesa de dinero. Se nota con la crisis. No hay ni un duro. Pero, vamos, de todo se sale porque yo he visto gente que vendía aquí sus zapatos en la Guerra Civil y en la postguerra para poder comer
Lo de Karlos con K se lo puso por puro marketing, también con K. Y me funciona, oye nos asegura este hombre risueño y bonachón, que lleva cerca de 27 años vendiendo y comprando todo tipo de muebles y objetos antiguos o modernos. Como la crisis aprieta, él también se encarga de limpiar buhardillas, trasteros y hacer mudanzas. Dice que él come de esto. Pero se enfurece con el lío del tráfico. Que el Rastro sea zona restringida es una aberración. ¡No se dan cuenta en el Ayuntamiento que nos hunden! Si no eres residente y no puedes aparcar cerca, nadie se expone a una multa por meter o sacar del coche un objeto medianamente grande que quiere vender o que acaba de comprar El puesto de Karlos es fijo, en la calle Mira el Río Alta. Se queja de que el negocio ha bajado un 80 en los últimos cinco años
y de la proliferación de puestos de mercadillo que desfiguran la imagen del Rastro auténtico. Lo de zona BIC está muy bien, pero que quiten la de restringida para el tráfico insiste.
BIC, excelente idea
Valerio Fiaccavento, loco por el vintage
Este italiano, de Roma, y chic a más no poder, lleva en su tienda de almoneda en la Ribera de Curtidores desde 2006. Está encantado. Yo vengo de un rastro de Roma que surgió hacia los años 50. ¡Nada que ver con esto! Aquí vive la pura cultura madrileña. El Rastro tiene unos 500 años de antigüedad. O eso dicen. Hacerlo BIC es una idea excelente. Ojalá se revitalice y recupere su autenticidad. Los domingos, la Ribera de Curtidores es lo peor. El Rastro no son puestos de bragas y calcetines se lamenta. Y ahí le dejamos, un día de diario tranquilo,