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ABC MADRID 22-02-2013 página 96
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VIERNES 22.2.2013 Editado por Diario ABC, S. L. Juan Ignacio Luca de Tena, 7, 28027 Madrid. Diario ABC, S. L. Reservados todos los derechos. Queda prohibida la reproducción, distribución, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta publicación, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa. Número 35.486 D. L. I: M- 13- 58 Apartado de Correos 43, Madrid. Publicidad 902 334 556 Suscripciones 901 334 554 Atención al cliente 902 334 555. 13085 8 424499 000013 EL PULSO DEL PLANETA VISTO Y NO VISTO La jornada de tres horas Los reproches del director general de la multinacional Titan a los empleados franceses ponen al descubierto la decadencia de la industria gala JUAN P. QUIÑONERO CORRESPONSAL EN PARÍS IGNACIO RUIZ- QUINTANO MARAÑONES Taylor, remangado y fumando un puro, en un taller de Titan Marañones son esos doctores que se manifiestan en Madrid por la sanidad pública con banderas republicanas M rnaud de Montebourg, ministro de la Recuperación industrial, está consiguiendo que los grandes inversores internacionales descubran los rostros más arcaicos e infumables de un tejido industrial que se está deshilachando de trágica manera. El primer gran encontronazo de Montebourg se produjo con Lakshmi Mittal, el multimillonario indio que había decidido invertir en Francia. Ante los colosales problemas encontrados, Mittal comenzó una suerte de retirada estratégica que el ministro saludó afirmando que los Mittal eran indeseables en Francia. Después vino un encontronazo brutal con la familia Peugeot, víctima de una gravísima crisis industrial, que el ministro trató a sangre y fuego verbal. Y cuando Goodyear anunció que estaba obligada a cerrar su factoría de Amiens, Montebourg anunció que pronto aparecería un gran inversor Ese inversor extranjero era Titan, el constructor estadounidense de neumáticos, cuyo director general, Maurice Taylor jr vivió varios días de idilio con Montebourg. A Maurice Taylor: Los franceses tienen una hora de pausa, otra hora para comer y discuten otras tres AFP Idilio fugaz El idilio duró muy poco. Invitado a visitar la factoría de Goodyear, el gran empresario americano se quedó horrorizado por la situación real de la industria francesa y por las pretensiones altisonantes de un ministro sin otro poder que el de su retórica parda. Poco habituado a los hábitos versallescos de la burocracia francesa, harto de las pretensiones ultranacionalistas de Montebourg, Maurice Taylor jr le respondió con una carta brutal, que deja al descubierto inquietantes lacras: He visitado la fábrica que Monsieur Montebourg quería venderme Los trabajadores franceses ganan sueldos altos, comparativamente, pero no trabajan más de tres horas. Tienen una hora de pausa, una hora para comer, discuten durante tres horas y trabajan otras tres. Se lo dije al ministro, se Diez meses después de su nombramiento, Montebourg ha logrado aterrorizar a los inversores lo dije a los sindicatos. Y me dijeron que Francia es así Si Francia es así Titan prefiere comprarse una fábrica en la India o China, desde donde podremos exportar todos los neumáticos que Francia necesite... La carta del presidente de Titan, publicada por el matutino Les Echos tuvo el efecto de una bomba en un campo de ruinas. El tono abrupto responde al tono altivo de Montebourg. La CGT estima que el director de Titan necesita que lo metan en un psiquiátrico Montebourg afirma que el gran empresario norteamericano ha ofendido a los trabajadores franceses, y anuncia posibles represalias aduaneras contra Titan. Diez meses después de su nombramiento, Montebourg no ha conseguido evitar ninguna regulación de empleo, pero está consiguiendo aterrorizar a los inversores internacionales. El 40 por ciento de los directivos de grandes empresas norteamericanas instaladas en Francia afirman que se trata de un mal destino para futuras inversiones. arañones eran los perturbados que en busca de El Dorado se embarcaron con Lope de Aguirre por el Amazonas (llamado entonces Marañón) esta historia es popular por la novela de Ramón J. Sender La aventura equinoccial de Lope de Aguirre y por la película de Werner Herzog La cólera de Dios con Klaus Kinski, papá de la inacabable Nastassja, en el papel del loco de Oñate. Y marañones quieren ser esos doctores que periódicamente se manifiestan en Madrid en defensa de la sanidad pública con banderitas republicanas. El doctor Marañón debió de ser un hombre formidable, que en Ruano, por ejemplo, producía una impresión casi física de seguridad tremenda. Parece que estando próximo a él, siquiera en la misma ciudad, no podrá uno morirse de ningún modo. Fue el doctor Marañón quien convenció al Rey para hacer el histórico viaje a las Hurdes, donde acabaron bañándose desnudos (y retratados por Campúa) Pero un día unos amigos del Rey compraron El Sol y Ortega, Ayala y el doctor Marañón hicieron un manifiesto y se constituyeron en padres espirituales de la República, nacida en abril. En septiembre, ya tuvo Ortega que pegar Un aldabonazo contra los malos modos y para humanizar a los jabalíes. ¡No es esto, no es esto! El doctor Marañón esperó a que todo se hubiera hundido para hacer su diagnóstico: Liberalismo y comunismo Hoy, después de tantos horrores, nos parece todo aquello, que tanta pasión suscitó, una broma de colegiales. Su verdadera gravedad estuvo, no en las luchas de la calle, sino en lo que entonces no supimos ver; en que por vez primera el liberal español amparó con su liberalismo una causa profundamente antiliberal, y sólo porque estaba teñida de rojo. Es lo que me recuerdan estos marañones de la tricolor, que, de querer ser, como don Gregorio, traperos del tiempo ellos sólo lo serían como en el chiste: ¿Podemos jugar a los médicos? Sí. Vale. Vuelvo en un par de horas.

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