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ABC MADRID 19-02-2013 página 45
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ABC MADRID 19-02-2013 página 45

  • EdiciónABC, MADRID
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ABC MARTES, 19 DE FEBRERO DE 2013 abc. es cultura CULTURA 45 Audiencias Casi cuatro millones de espectadores La gala de los Goya fue seguida por 3.917.000 telespectadores (un 22,2 de cuota de pantalla) según datos de RTVE. La cifra supera la media histórica de seguimiento en las dos últimas décadas, aunque queda lejos de los récord de 2010, 2011 (ambas galas presentadas por Buenafuente) y 2012 (la primera de Eva Hache) La entrega fue lo más visto del domingo y fue seguida en algún momento en La 1 por 12.235.000 espectadores. Logró además el minuto de oro a las 23.38 horas, con 4.982.000 seguidores (26,5 de cuota) en el momento en el que se entregó a Macarena García el premio a la mejor actriz revelación por su papel en Blancanieves La ceremonia que menos interés ha despertado en la audiencia estos últimos años fue la de 2004, presentada por los actores Cayetana Guillén Cuervo y Diego Luna. Cabe recordar que se celebró justo un año después de la gala del No a la guerra LUIS ALBERTO DE CUENCA ¿DEBEMOS PAGAR TODO ESTO? Tienen entre ceja y ceja atacar y aprovecharse de una ceremonia que en gran parte es costeada por las arcas públicas H e vuelto a sentir el bochorno habitual en este tipo de ceremonias y este año todavía un poco, aunque recuerdo que tuve que padecer este bochorno presencialmente y aún es mucho más duro. Creo que ya es hora de que las autoridades se piensen el hecho de no estar pagando unas ceremonias en las que lo único que se hace es agredirles. Esta gente no representa a la clase cultural española, representa a un grupo de personas que ha decidido que hacer dinero es bueno y tenerlo también, y que la derecha no puede gobernar nunca en este país, y tienen entre ceja y ceja, nunca mejor dicho, atacar, atacar, atacar, con fundamento o sin él, y aprovecharse de una ceremonia que en gran parte es costeada por las arcas públicas y que es retransmitida por la televisión pública. Creo que todo esto debería replantearse. José Sacristán, al recibir el Goya al Mejor Actor ABC Es un error hablar de otras cosas en los Goya ENTREVISTA José Sacristán Actor DAVID MARTOS MADRID ESPEJOS EUROPEOS No hay bromas políticas en los premios Bafta ni en los César Lo más cercano a una polémica en la última edición de los premios de la Academia Británica de cine fue, como no podía ser de otra manera en un país donde la forma predomina siempre sobre el fondo, el tiempo. La lluvia y la nieve convirtieron la alfombra roja en una escena más propia de Los Miserables y solo su protagonista, Anne Hathaway, concedió a los fans algo más que una carrera hacia el interior de la Royal Opera House. En el escenario, el popular periodista y polemista Stephen Fry fue ágil, breve, y hasta escaso en ese humor británico tan letal que derriba carreras políticas en el parlamento, sede natural del teatro del poder. Medio en serio medio en broma aseguró que Helena Bonham Carter se había pasado borracha el rodaje de Los Miserables Ni Tarantino, ni los progresistas Clooney, DayLewis o Affleck se salieron del guión en estos tiempos miserables. En Francia, la gala de los César no ha sido nunca una plataforma de agitación contra el Gobierno, incluso cuando la profesión ha estado dividida ante una acción política que todas las partes han podido criticar y aprobar en otros ámbitos de la vida pública. La Académie des arts et techniques, que organiza la gala del cine francés, defiende los intereses corporativos de los distintos gremios en los terrenos de posible acción siempre alejados de una ceremonia cuyo fin último es muy ecuménico: presentar y celebrar la producción artística anual, libremente. El guerra civilismo político o económico es incompatible con esa tarea de base. Cuando se trata de defender el cine y la cultura nacional, los grandes actores- Estado, academias, sindicatos- pueden tener opiniones divergentes en muchos terrenos. Pero nadie se embarca en conflictos cainitas en público, ya que la mejor forma de defender los intereses comunes es asumir respetuosamente las muy distintas sensibilidades. El pasado domingo, cuando José Sacristán se levantó para recoger el goya al Mejor Actor- el primero de su carrera- el auditorio Príncipe Felipe se puso en pie para ovacionarle. A sus 75 años, mucho tiempo después de contribuir a la creación de la Academia de Cine, el intérprete veía por fin recompensado su trabajo gracias a El muerto y ser feliz de Javier Rebollo. En su charla con la prensa después de la gala de los premios del cine español, Sacristán agradecía ese aplauso, pero el intérprete no lo quería confundir con el que se otorga a un Goya de Honor: Es lo que tiene la ancianidad, según vas cumpliendo años siempre hay alguien que se pone de pie. No, en serio, me parece muy de agradecer la muestra de cariño de la gente, pero mi trabajo en El muerto y ser feliz es un trabajo que yo firmo. Es un trabajo hecho a pulmón, un poco en la cuerda floja, sin echar mano de tópicos ni recursos. Creo que es un trabajo de actor. Lo otro sería caridad Este madrileño de Chinchón, que debutó con Pedro Masó y creció con el cine de la Transición, que arriesgó con Un hombre llamado Flor de Otoño y venía refugiándose en el calor del teatro, se alegra de que los premios le estén llegando gracias a una nueva generación de cineastas, representada por David Trueba o Rebollo. Yo los hermano a los dos. No se parecen en nada como personas, pero en su cine hay una constante que es el riesgo, lo imprevisible y la pasión, ¡lo que saben de esto además los puñeteros! Me parece gratificante y rejuvenecedor que cuenten conmigo para historias como El muerto y ser feliz y Madrid, 1987 confesaba, para después expresar su temor a la desaparición de ese cine pequeño, un cine amenazado y la mayor parte de las veces, ignorado Las protestas Confiesa Sacristán que la gala le gustó, pero introduce un matiz importante sobre el contenido de las protestas que se produjeron sobre el escenario: Lo que nos afecta a nosotros es lo que nos afecta a nosotros. El actor no puede exculpar al ciudadano Sacristán. Si el ciudadano Sacristán piensa que hay unas cosas que no están bien, lo que tiene que hacer es ir a la calle, a votar o manifestarse. ¡Ir a la trinchera! Yo fui uno de los que participó en la plataforma del No a la guerra recuerda. Sin embargo, José Sacristán tiene claro que aquella circunstancia fue considerablemente distinta a la que hoy está ocurriendo. Convertir la entrega de los Premios Goya, sin más, en una gala para hablar de una serie de cosas... creo que es un error Politización Lo que nos afecta nos afecta a nosotros, el actor no puede exculpar al ciudadano Sacristán

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