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ABC MADRID 18-02-2013 página 5
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ABC LUNES, 18 DE FEBRERO DE 2013 abc. es ENFOQUE 5 ARTÍCULO DE ESPERANZA AGUIRRE EL ORGULLO DE SER ESPAÑOLES En España han desaparecido de nuestras aulas el estudio y el reconocimiento de los grandes hombres y mujeres de nuestro pasado. Y hoy sus ejemplos podrían aportar la energía y el optimismo necesarios para afrontar los actuales problemas L A profunda crisis económica, que dura ya más de cinco años, la crisis de algunas de nuestras instituciones y la corrupción, todas juntas, están haciendo que muchos españoles caigan en el pesimismo, en el desánimo o en la depresión paralizante. Ante este panorama, muchos de los que han leído a los autores del 98 encuentran paralelismos entre la España deprimida de principios del siglo XX, que criticaban los noventayochistas, y la España de hoy. Y vuelven a escucharse frases como todos los políticos son unos chorizos los españoles no tenemos remedio somos un desastre Esta actitud negativa va a ser, sin duda, el peor enemigo para superar las actuales dificultades. Y combatirla es tarea de todos y, en primer lugar, de los políticos, a pesar de que estamos en el punto de mira de muchas de las críticas. Para combatir ese pesimismo, en el que a veces nos regodeamos los españoles, lo mejor es fijarnos en las muchas cosas que hemos hecho bien a lo largo de la Historia y en las que muchos compatriotas nuestros siguen haciendo bien hoy en día. Durante siglos a los niños españoles se les educaba contándoles las hazañas y los logros de los personajes históricos más significativos. Nombres como Viriato, Don Pelayo, El Cid, Guzmán el Bueno, el Gran Capitán, Hernán Cortés o Agustina de Aragón, y las gestas que protagonizaron eran completamente familiares para cualquier español, aunque no hubiera estado ni siquiera escolarizado. Como también lo eran los nombres de los grandes santos, como santa Teresa, san Ignacio de Loyola o san Francisco Javier; los grandes artistas, como Velázquez o Goya; los grandes escritores, como Cervantes, Lope de Vega, Quevedo o Galdós; o incluso los nombres de los grandes científicos, como Ramón y Cajal. Es verdad que en el retrato que se hacía de todos ellos se caía en exageraciones hagiográficas y que se evitaban las sombras que pudiera haber en sus vidas, pero también es cierto que todos ellos, por sus talentos y por sus biografías, constituyen ejemplos dignos de admiración. Y los españoles, que habían escuchado sus hazañas cuando eran niños, los admiraban, como es lógico. En los últimos tiempos, a pesar de contar ya con una escolarización universal, en España han desaparecido de nuestras aulas el estudio y el reconocimiento de los grandes hombres y mujeres de nuestro pasado. Y hoy sus ejemplos podrían aportar la energía y el optimismo necesarios para afrontar los actuales problemas. Porque, si graves son nuestros agobios actuales, fueron muchísimo mayores los que ellos tuvieron que superar. Me alegra saber que en esta rei- Lección de historia Para combatir el pesimismo, en el que a veces nos regodeamos los españoles, lo mejor es fijarnos en las muchas cosas que hemos hecho bien a lo largo de la Historia vindicación de los grandes nombres de nuestra Historia no estoy sola. Ha sido para mí muy gratificante leer un magnífico artículo de Fernando Savater en el periódico de los progres en el que recuerda, emocionado, la impresionante biografía del guipuzcoano Blas de Lezo y su heroica y triunfal defensa de Cartagena de Indias frente a toda la flota inglesa en el siglo XVIII. (Hoy, que es tan fácil consultar datos, recomiendo a todos que tecleen Blas de Lezo en su ordenador. No se arrepentirán de conocer mejor a este pasaitarra genial) Porque ya es hora de que reconozcamos que en nuestra Historia ha habido personajes execrables, sí, pero también personajes admirables de los que cualquier país estaría siempre orgulloso y a los que tomaría como modelos para sus jóvenes. El ejemplo de esas grandísimas personalidades tiene que ser un antídoto contra el pesimismo. Como también pueden serlo nuestros deportistas actuales, que están individualmente entre los mejores del mundo. Y por equipos, España ha conseguido ser campeona del mundo en fútbol, baloncesto y, hace unas semanas, también en balonmano. Si ellos lo han conseguido en deporte, todos tenemos que aspirar a conseguirlo en nuestras profesiones. Aspirar a lo mejor es el mejor camino para erradicar el pesimismo. Ser español, ser compatriota de todos esos grandes hombres y mujeres, compartir con ellos cultura, historia y mentalidad, es una suerte y un motivo de sano orgullo. Y recordar el ejemplo de sus vidas y sus gestas tiene que darnos fuerzas para luchar contra las adversidades que ahora nos acechan. Ellos lo tuvieron mucho más difícil. ESPERANZA AGUIRRE PRESIDENTA DEL PP DE MADRID

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