Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
ABC MADRID 17-02-2013 página 23
ABC MADRID 17-02-2013 página 23
Ir a detalle de periódico

ABC MADRID 17-02-2013 página 23

  • EdiciónABC, MADRID
  • Página23
Más información

Descripción

ABC DOMINGO, 17 DE FEBRERO DE 2013 abc. es PRIMER PLANO 23 Un largo camino La renuncia del Papa El Papa pensó en renunciar desde el día de su elección El cardenal Ratzinger también tuvo en sus manos la dimisión de Juan Pablo II. Custodiaba dos cartas escritas por él en caso de incapacidad JUAN VICENTE BOO CORRESPONSAL EN EL VATICANO A quel día, después de hablar con Juan Pablo II, el cardenal Ratzinger sentía que un peso aplastante había caído sobre sus hombros. El Papa polaco, su gran amigo, había vuelto a hablarle de su posible renuncia por agotamiento físico, y del modo de proceder en el caso de que un repentino empeoramiento de salud le dejase incluso sin la posibilidad de formularla. El purpurado alemán era, desde el 2002, decano del Colegio Cardenalicio y, por lo tanto, una de las personas que, junto con el secretario de Estado, custodiaba copias de las dos cartas escritas por Juan Pablo II para el caso de incapacidad: la carta formal de renuncia al Papado y otra sobre el modo de anunciarlo. Afortunadamente, nunca tuvo que hacer públicas las cartas ni reunir al Colegio Cardenalicio para constatar oficialmente la incapacidad de un Papa a quien quería como un padre. Se había librado de un trago amargo. Concluidos los funerales, pensaba ya en su retiro, una vez terminado el Cónclave, para dedicarse por fin a rezar, estudiar y escribir con tranquilidad. Sin embargo, el 18 de abril del 2005, el primer escrutinio de votos en la Capilla Sixtina sacaba a la luz su nombre en buen número de las papeletas. Era inquietante y, al día siguiente, el peligro no hacía más que aumentar. El cardenal alemán rezaba cada vez con mayor intensidad: Señor, ¡no me puedes hacer esto! Tenía la sensación clara de que me caía encima una guillotina y ¡zas! me cortaba el cuello Se sentía anciano y agotado. Había tenido dos ictus, llevaba un marcapasos, no tenía ningún programa de gobierno ni el mínimo interés por elaborarlo. En sus primeras palabras a los cardenales que le habían elegido, les dijo con toda sencillez que el suyo iba a ser un pontificado corto. El riesgo de un nuevo ictus Veía el riesgo de un nuevo ictus como un enorme nubarrón oscuro. La perspectiva de tener que renunciar se alzó, como una espada de Damocles, desde el primer día. Pero, al mismo tiempo, consideraba el voto de los cardenales como indicación de que Dios le pedía asumir el riesgo. Recordaba la muerte casi repentina de padre. Su propio final podía estar a la vuelta de la esquina, y uno de sus primeros actos legislativos fue modificar las normas del Cónclave. Juan Pablo II había introducido la posibilidad de elegir Papa por mayoría simple de la mitad más uno al cabo de dos semanas en las que ningún candidato reuniese dos tercios de los votos. Benedicto XVI no quería ni un Cónclave largo ni un Papa de parte sino de todos Por eso subió el listón a dos tercios de los votos en cualquier caso. Sólo resultarían elegibles los candidatos conciliadores. Y eso obligaba a mirar, en primer lugar, a los candidatos de consenso. Joseph gustos, desde el enfado Ratzinger se sentía de los musulmanes como un navegante por el discurso de en mares inciertos. Regensburg hasta el No iba a poder rede los judíos por el Tras ser nombrado, formar la Curia, caso del obispo neen sus primeras palapero al menos congacionista lefebvriabras a los cardenales, centraría sus fuerno Richard Wiavisó de que su pontizas en la selección de lliamson. Pero no se ficado sería corto buenos obispos y en sentía ni triste ni solo. el nombramiento de En la primavera de buenos cardenales. 2010, consideró llegado el Al mismo tiempo comenmomento de preparar el amzó, muy discretamente, la limpia de biente para su retirada de escena. Duobispos indignos. No solo aceptó o for- rante su viaje a L Aquila incluyó una zó la renuncia anticipada de los culpa- visita a las reliquias de san Celestino bles de abusos sexuales o de encubri- V, el Papa que renunció en 1294. Allí miento, sino también de algunos que depositó el palio, la estola con las crutenían amantes, gastaban a capricho ces, recibido en la ceremonia de coel dinero de sus diócesis o se desmar- mienzo del Pontificado. En agosto, ducaban de la doctrina católica. Los ce- rante las conversaciones en Castelganses anticipados por mala conducta lle- dolfo para el libro- entrevista Luz del garían, a lo largo del pontificado, al me- Mundo el periodista Peter Seewald dio centenar, a los que se añadirían le preguntó si el peso del escándalo de aproximadamente una treintena por los abusos sexuales le había llevado a razones de salud. pensar en la renuncia. En el invierno del 2009, el Papa con Si el peligro es grande no se debe sideraba realizada buena parte de sus huir le respondió. Por eso este no es grandes tareas, casi más de lo que es- el momento de renunciar, sino de perperaba. Había fijado la herencia doc- manecer firme y afrontar la situación trinal de Juan Pablo II, había puesto en difícil. Se puede renunciar en un momarcha la enérgica limpieza de culpa- mento sereno o cuando ya no se puebles de abusos sexuales y había pedi- da más do perdón a las víctimas. Había viajaEl Papa notó el desconcierto en el do a Auschwitz. Había realizado la pri- rostro de Seewald, que inmediatamenmera visita de un Papa a una mezquita. te quiso saber si lo decía de sí mismo. Había viajado a Tierra Santa, y había Su respuesta, bien meditada de antepublicado el primer volumen de Jesús mano, fue absolutamente clara: Sí. Si de Nazaret El retraso del segundo vo- el Papa llega a reconocer con claridad lumen, por una fractura del brazo de- que física, psíquica y mentalmente no recho, le producía dolor y ansiedad. puede ya con las tareas de su cargo, tieSentía que terminar esa obra era su ne el derecho y, en determinadas cirgran obligación. Deseaba también ele- cunstancias, también el deber de revar a los altares a Juan Pablo II cuan- nunciar to antes, pero estaba convencido de La puerta de salida estaba abierta. que era mejor respetar cada paso del Quedaba por delante tan sólo saber esprocedimiento normal. coger el momento y preparar todo de Llevaba cinco años como sucesor de modo que el bombazo produjese el Pedro y había encajado bastantes dis- Primera señal Ciclo de Conferencias Problemas y retos de la integración económica en Europa: una visión desde la Economía y el Derecho En colaboración con IE Business School e IE Center for European Studies Los límites constitucionales de la integración económica y monetaria europea Ponentes: Alberto de Gregorio, Consejo de la Unión Europea Franz Mayer, Universidad de Bielefeld. Alemania Moderador: Daniel Sarmiento, Tribunal de Justicia de la Unión Europea Madrid, martes 4 de marzo de 2013. 19.30 horas Salón de Actos Fundación Ramón Areces Calle Vitruvio, 5. 28006 Madrid 91 515 89 80 Asistencia gratuita. Interpretación simultánea Información e inscripciones: fundacionareces. es Impulsando el conocimiento

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.