ABC MADRID 05-02-2013 página 45

ABC MARTES, 5 DE FEBRERO DE 2013 abc. es cultura CULTURA 45 cariño y cuidado por los monjes que lo que siempre se ha creído. Los arqueólogos de la universidad comenzaron a excavar en agosto de 2012. Y cantaron eureka el primer día. Enterrado sin féretro ni mortajas como explicó Buckley, apareció un esqueleto con una esbeltez casi femenina El cráneo tenía ocho heridas, dos de ellas mortales. Una, un mamporrazo de alabarda que la Historia atribuye a un soldado galés de Enrique Tudor, quien derrotó al Plantagenet en la batalla de Bosworth Field el 22 de agosto de 1485. Allí, Ricardo III, de la Casa de York, cargó a caballo contra su adversario en un movimiento desesperado, y se acercó a escasos metros del futuro Enrique VII. Tenía 32 años, y había llegado al trono dos años antes a la muerte de su hermano, Eduardo IV. La Historia le acusa de haber encerrado a sus dos sobrinos y herederos al trono en una torre una vez declarados hijos ilegítimos. Su muerte y derrota puso fin a la Guerra de las Rosas entre los York y los Tudor por el trono de Inglaterra y, según algunos historiadores, a la Edad Media inglesa. Una segunda herida de sable le penetró varios centímetros en el cráneo. El resto de golpes y rasguños está atribuido al maltrato del cadáver del perdedor a manos de sus verdugos. La escoliosis o curvatura de la columna vertebral que le obligó a caminar jorobado desde los diez años es perfectamente visible en los restos. Las pruebas óseas conforman un caso altamente convincente para identificarlos como Ricardo III explicó el doctor Jo Appleby, el osteo- arqueólogo del proyecto. Pero solo un eslabón canadiense de la dinastía de los Plantagenet aportaría las pruebas definitivas. La investigación genética condujo a una mujer canadiense, Joy Ibsen, identificada como descendiente directa de la hermana mayor de Ricardo III, Ana de York, en decimoséptimo grado. Buscaban el ADN mitocondrial, que solo se transmite por línea femenina. Joy había fallecido hace unos años, y su única hija no tiene descendencia. La cadena de la custodia genética estaba a punto de romperse. Pero el hijo varón de Joy, Michael, un ebanista afincado en Londres, prestó su saliva al proyecto. Todavía ayer, Michael no se lo creía: Murió tanta gente en aquella batalla... dijo. Turi King, la genetista del equipo, tenía los gráficos que demostraban que según las pruebas de ADN, estos son los restos de Ricardo III Cuando Langley pisó por primera vez el aparcamiento de Leicester, se fijó en una R pintada en el suelo (plazas reservadas para minusválidos) Casi justo debajo de esa R hemos encontrado al rey Ricardo explica ahora. Sus restos serán llevados a la catedral de Leicester, donde quizá los turistas mirarán con otros ojos al rey que perdió el trono, y la vida, ofreciendo su reino por un caballo. Delibes llena de felicidad el Museo ABC con sus héroes: los niños Quince artistas ilustran las criaturas del escritor en el carnaval literario A. ASTORGA MADRID Fotos del hallazgo y estudio de los restos del rey Ricardo III Sostenía Miguel Delibes que le hubiera gustado salvar alguna vida con su literatura. En la Castilla unamuniana, azoriniana y machadiana, el escritor salvó muchas: las de sus criaturas literarias a las que dio el candor y la gracia del mundo para que lo fueran todo en la vida, héroes en tiempos convulsos. Los titanes entran en Madrid por la puerta grande, la del Museo ABC, con la exposición Patria común: Delibes ilustrado de la Fundación Miguel Delibes. Personajes inmortales creados hace medio siglo y dotados de una iconografía actual por 15 prestigios ilustradores: Ajubel, Pablo Amargo, Pablo Auladell, Arnal Ballester, Alberto Gamón, Mónica Gutiérrez Serna, Violeta Lópiz, Raquel Marín, Elena Odriozola, Javier Olivares, Claudia Ranucci, Antonio Santos, Emilio Urberuaga, Noemí Villamuza y Óscar Villán. Los niños de Miguel Delibes culebrean por el Museo ABC. Daniel, el Mochuelo el valle lo significaba todo para él Uca- uca, Germán, el Tiñoso y Roque, el Moñigo (El camino) si una estrella se cae y no choca con la Tierra ni con otra estrella, ¿no llega nunca al fondo? ¿es que ese aire que las rodea no se acaba nunca? Adolfo (La mortaja) -que preguntaba qué hará el conejo, enfocándole su limpia mirada azul; Alfredo (La sombra del ciprés es alargada) Sisí Rubes (Mi idolatrado hijo Sisí) a quien le gustaba ser viajante, pero sabía que estas cosas no podían descubrírsele inopinadamente a su padre; había que fingir y tener tacto Pacífico Pérez (Las guerras de nuestros antepasados) en realidad, doctor, tanto el Bisa, como el Abue y el Padre lo que querían era que yo fuese un buen soldado así que llegara mi guerra Nini (Las ratas) que aprendió a relacionar el tiempo con el calendario, el campo con el Santoral y a predecir los días de sol, la llegada de las golondrinas y las heladas tardías, a acechar a los erizos y a los lagartos, a distinguir un rabilargo de un azulejo, y una zurita de una torcaz... Florita (Madera de héroe) ¿Yo soy descarriada, tía? Quico y Juan (El príncipe destronado) Yo quiero que los Reyes me traigan un tanque. ¿Tú, Juan? y Pedro (La sombra del ciprés es alargada) Isidoro (Viejas historias de Castilla La Vieja Florita y Gervasio (Madera de héroe) y el propio Miguel Delibes niño Presentación, ayer, de la exposición en el Museo ABC BELÉN DÍAZ (Mi vida al aire libre) inolvidable. Son niños que conquistan el mundo, simplemente con mirarse y saberse... Aquellas sobremesas sin palabras, aquellas miradas sin proyecto, sin esperar grandes cosas de la vida decía Miguel Delibes eran sencillamente la felicidad La felicidad, por ejemplo, de Dani el Mochuelo, que en su camino recto renunciaba a convertirse en cómplice de un progreso de dorada apariencia, pero absolutamente irracional; la felicidad para Miguel Delibes y sus niños eran esos días entoldados y dulces, donde la espera resultaba tonificante, cuando sonaba el campo la soledad no es muda en Castilla y la música de fondo se repite en la meseta año tras año. Elisa Delibes de Castro, hija del escritor, recordaba ayer la primera vez que su padre le mostró la idea de sus niños. El editor Lara le envió a Valladolid un cargamento de libros perfectamente encuadernados, con la foto del escritor, su currículum, pero con las páginas vacías. Su padre no bramó. Y le enseñó uno: Mira, Elisa, este te lo he dedicado Y ella, agradecida, le miró y le preguntó por el contenido. Lo llenaría con sus criaturitas. Y vio la luz este maravilloso proyecto, comisariado por Alfonso León y Sabela Mendoza, que viene del Museo Patio Herreriano de Valladolid. Una gran ilustración de nuestra niñez. Qué maravillosas historias para los niños de ahora, también para los mayores dice Inmaculada Corcho, directora del Museo ABC. Delibes nos lega un mundo feliz. Porque acierta con su oficio y acierta con la vida. El día que cada niño, al llegar a hombre, pueda ser aquello que desea y para lo que está dotado habremos conseguido un mundo feliz La vida de Delibes y sus personajes se apoya en un fondo moral inalterable. La ética y la estética se dan la mano en todos los aspectos de las vidas del autor y sus personajes. Yo no he sido tanto yo como los personajes que representé en este carnaval literario Sus niños son su biografía. Datos útiles Patria común. Delibes ilustrado En el Museo ABC (Amaniel, 29- 31) Desde el 5 de febrero hasta el 31 de marzo. www. abc. es cultura