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ABC MADRID 14-10-2012 página 70
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  • EdiciónABC, MADRID
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66 CULTURA DOMINGO, 14 DE OCTUBRE DE 2012 abc. es cultura ABC Mulas, tabaco y trigo para ganar la guerra La victoria nacional apunta nuevas claves sobre el triunfo del bando de Franco MANUEL DE LA FUENTE MADRID La mejor infantería del mundo era la nacionalista, y la segunda mejor, la roja Con tan patriótico y bélico parlamento Rafael Abella se refería, en sus libros sobre la vida cotidiana durante la Guerra Civil, al feroz enfrentamiento entre aquellas dos Españas, que al final nos helaron el corazón. Una guerra sobre la que se han escrito cerca de veinte mil libros (en buena medida la mayoría sobre el bando republicano) que han hablado (a veces a voz en grito) sobre triunfos y derrotas, revoluciones y camisas azules, banderas victoriosas al paso alegre de la paz y negras tormentas que agitaban los aires en las barricadas. No han faltado los tópicos ni tampoco unas cuantas toneladas de verdades. Que si la República era una jaula de grillos a cada cual más loco y piante, que era imposible elegir entre la revolución y la guerra, que poco podían compartir los anarcosindicalistas de pistola al cinto y en la mesa de negociación con burgueses liberales como Manuel Azaña, que si las democracias burguesas europeas miraron hacia otro lado, que si aquel ejército tricolor apenas si tenía grandes oficiales y unos cuantos aviones bajo el mando de Hidalgo de Cisneros. Pocas alas y cachivaches soviéticos frente a la apabullante Lutwaffe. Que si Franco y los suyos fueron generosamente ayudados por los nazis, que siempre tuvieron un dineral del que valerse, que sus mandos eran gente curtida y experimentada, que eran gente de disciplina y orden... Las mulas, imprescindibles para el transporte en los tortuosos caminos FOTO: BOBBY DEGLANÉ (AGA) Las otras armas de precisión Más allá del poderío de la Lutwaffe nazi, las mulas fueron imprescindibles en su tarea de intendencia para la victoria de las tropas nacionales. Los muleros eran héroes para sus camaradas. Ellos llevaban los pucheros de comida hasta el frente. A la izquierda, tres mujeres trabajan contabilizando cajetillas de cigarrillos para los envíos al frente. El tabaco era imprescindible para la tropa, y un servicio especial, el Tabaco del Soldado, se ocupaba de que llegara hasta las trincheras Orden y concierto Y algo de orden, precisamente, viene a poner sobre estas materias controvertidas el historiador Michael Seidman con La victoria nacional. La eficacia contrarrevolucionaria en la Guerra Civil (Alianza Editorial) libro de más que amena y agradabilísima lectura (como sucede con casi todos los grandes historiadores anglosajones) y que recorre rincones no siempre mayoritariamente conocidos del bando capitaneado por Franco, al que algunos de sus camaradas aún llamaban el comandancito Seidman sostiene que el triunfo nacional se debió, entre otras cosas, al mayoritario apoyo rural que consiguió por su defensa de la propiedad privada (no solo de los terratenientes) a la salud de su economía (en lo que cabe dentro de una guerra) a la solidez de su moneda, a sus impuestos bien cobrados y a algo que esos Mujeres recaudan cigarrillos para distribuir entre los heridos MARÍN AGA militares experimentados en Marruecos no podían dejar de pasar por alto: la paga y alimentación de la tropa, y hasta algunos detalles que conviene resaltar con las propias palabras del historiador: En las navidades, los soldados rasos en buen estado de salud recibieron un regalo consistente en comida (galletas, caramelos, salchichas, queso) bebida (una botella de coñac) y tabaco Y hablando de tabaco, como cuenta Seidman, las señoritas de Frentes y Hospitales recaudaban cigarrillos y los redistribuían entre los soldados heridos No era algo improvisado, la recaudación se organizaba a través de un curioso organismo llamado el Tabaco del Soldado. Además del sector agrario dirigido La conquista del pan Para Franco, la lucha por el trigo era tan importante como la lucha en la vanguardia, en el frente por el Servicio Nacional del Trigo e incentivado con préstamos (pan que llevarse a la boca en la trinchera) los nacionales también se ganaron a los ganaderos (se les pagaba bien) y la pesca (no faltaban entre las tropas nacionalistas las latas de sardinas) Baste una frase del general Franco y luego una pila de datos. Debemos librar la batalla del trigo dijo el general en la radio primera batalla de la retaguardia, tan importante o más que las que se libran en la vanguardia, la ganaré pagando por todo y por enci-

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