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ABC MADRID 14-10-2012 página 47
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  • EdiciónABC, MADRID
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ABC DOMINGO, 14 DE OCTUBRE DE 2012 abc. es internacional INTERNACIONAL 43 Republicanos y demócratas coinciden en evitar la cuestión de Afganistán durante la campaña presidencial La invisible guerra afgana PEDRO RODRÍGUEZ D Michael Grunwal, autor de The New New Deal un ensayo sobre los últimos años de EE. UU. que ha sido calificado por The Economist como el libro más interesante sobre la era Obama ABC entro de la intensa historia militar de Estados Unidos, la etiqueta de guerra olvidada estaba adjudicada hasta ahora al conflicto de Corea, difuminado entre la Segunda Guerra Mundial y Vietnam. Pero a la vista de la retórica electoral generada por las elecciones presidenciales de noviembre, la batalla por Afganistán se ha convertido en la gran ausencia de la batalla por la Casa Blanca a pesar de once años de hostilidades que se han cobrado la vida de 2.000 soldados norteamericanos y más de 20.000 civiles afganos. Pese al respaldo inicial en la opinión pública de EE. UU. que tuvo el uso de la fuerza en Afganistán tras el 11- S, esta costosa empresa se ha convertido en un tema extraordinariamente incómodo tanto para republicamos como demócratas. En su discurso del 30 de agosto al recibir la nominación presidencial de su partido, Mitt Romney evitó por completo esa cuestión. Y una semana después, Obama solamente pudo decir que se había desinflado el ímpetu de los talibanes Incluso después de haber ordenado en diciembre de 2009 el despliegue de 33.000 efectivos adicionales en el frente afgano. En septiembre, todos esos refuerzos han vuelto a casa. Y a pesar de que permanecen 68.000 militares americanos en Afganistán, el panorama es de creciente violencia y profunda inestabilidad política, con riesgo más que evidente de acabar con los limitados avances logrados con enormes sacrificios en territorio insurgente. Los talibanes y sus aliados de la red Haqqa- ni persisten en sus sangrientos atentados. Mientras que los asesinatos de asesores militares a manos de elementos de las propias fuerzas de seguridad afganas (ataques green- on- blue según la jerga militar americana) han puesto en riesgo programas de entrenamiento de importancia estratégica ante la retirada aliada prevista para finales del año 2014. El turno de Karzai Al terminarse el esfuerzo adicional ordenado por Obama, que ha supuesto dos tercios de todas las bajas acumuladas por el Pentágono, un alto cargo de EE. UU. reflexionaba de esta manera en el New York Times Vamos a alcanzar un punto donde no diré que es a lo mejor que se puede aspirar pero ahora depende de los afganos, mantener lo que les hemos dado. Ahora, realmente, es el turno de Karzai Análisis como los del International Crisis Group (ICG) dejan muy poco margen para el optimismo. Con la ad- Romney Insiste en que no se debe negociar con los talibanes, aunque prefiere no entrar en detalles Obama Asegura que se ha desinflado el ímpetu talibán por más que la mayoría de los analistas se muestran muy pesimistas vertencia de que el Gobierno de Kabul puede no sobrevivir a la retirada de las fuerzas de la OTAN en 2014. Según insiste Candance Rondeaux, veterana corresponsal del Washington Post la ventana para algún tipo de remedio se está cerrando rápidamente Con el agravante de que las improvisadas fuerzas militares y policiales de Afganistán se encuentran superadas y sin capacidad para hacer frente a la transición que se les viene encima. La posición de Romney respecto a Afganistán insiste en que no se debe negociar un entendimiento con los talibanes. Con insistencia en una derrota incondicional aunque sin entrar en detalles, salvo criticar la decisión de sacar los refuerzos enviados hace dos años. En cualquier caso, la Administración Obama se encuentra ya resignada a no alcanzar el ambicioso objetivo de debilitar a la insurgencia hasta el punto de forzar un acuerdo de paz. Otra crítica recurrente contra Obama es haber fijado el plazo del año 2014 para concluir sus operaciones de combate en Afganistán. Algo que en la práctica es percibido como un regalo por los talibanes, que primavera tras primavera desde la invasión ordenada por el presidente Bush han demostrado su capacidad para resucitar. La Casa Blanca insiste en que esa fecha era necesaria para forzar a que el Gobierno de Kabul asuma sus responsabilidades. Además de mantener un mínimo de respaldo político en Washington para lo que se ha convertido en la guerra más larga en el historial bélico americano.

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