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ABC MADRID 02-08-2012 página 88
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ABC MADRID 02-08-2012 página 88

  • EdiciónABC, MADRID
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JUEVES 2.8.2012 Editado por Diario ABC, S. L. Juan Ignacio Luca de Tena, 7, 28027 Madrid. Diario ABC, S. L. Reservados todos los derechos. Queda prohibida la reproducción, distribución, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta publicación, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa. Número 35.280 D. L. I: M- 13- 58 Apartado de Correos 43, Madrid. Publicidad 902 334 556 Suscripciones 901 334 554 Atención al cliente 902 334 555. 12314 8 424499 000013 LIBRO DE VIAJES VISTO Y NO VISTO POR IGNACIO RUIZ QUINTANO TUPPER l gobierno madrileño plantea la posibilidad de enviar a los niños al colegio con la comida casera en un tupper y el jefe socialista ha soltado un exabrupto (ideológico) de cáscara crujiente: El tupper es predemocrático. ¿Y qué tiene que ver la democracia con el tupper Estamos hablando de Tomás Gómez, que, según ABC, luce un seis por ciento de grasa corporal y levanta cincuenta kilos con un brazo, como corresponde a un hombre que dejó en Parla una de las deudas más formidables de España. La deuda de Parla y el tropo del tupper convierten a Gómez en el harrijasoketa y bertsolari del socialismo castizo. Puede que sea ese cirujano de hierro que pide para España Miguel Ángel Aguilar, que aspira a suceder a Punset en el liderazgo tranquilo de la indignación nacional. Pero a mí, políticamente, Gómez sólo me parece un nuevo rico. No se puede decir que un tupper es predemocrático y luego ir en bici por la acera y llevar nevera a los toros. Con su Harley, su Pilates y su dieta de atún, Gómez es lo que Ortega y Gasset llamaba un señorito. Incapaz de producir, todas las cosas del mundo, al llegar a él (al señorito) se convierten en meros dijes y ornamentos, que pone sobre su persona para vanidoso lucimiento. Con su teoría del señorito, formulada en agosto de 1930, explica Ortega la contradicción que hay entre que España posea tantos automóviles y sea el lugar donde menos empeño existe por tener una industria de ellos. Este señorito, dice Ortega, sólo se da en Argentina y en España. Valdano en el fútbol, y en la política, Gómez, que no sabe que el primer consumidor mundial de tupper es... el país de frau Merkel, es decir, la derecha alemana. E Un paraíso natural a 170 kilómetros de la Gran Manzana; debajo, el faro de East Hampton ABC Donde los más ricos y famosos de Nueva York se reconcilian con los rigores del verano Hamptons, mar de Manhattan n tiempos de bonanza, parece que el territorio continental de Estados Unidos se inclinase sobre su costa atlántica y toda la riqueza del país, rodando, terminase concentrada en la ciudad de Nueva York. Un metafórico desequilibrio monetario que permite cumplir con ese requisito fundamental de la riqueza al estilo americano: vivir en un lujoso apartamento con vistas a Central Park. El único inconveniente es que Manhattan durante el verano suele ser un infierno de asfalto y calor húmedo. Pero para eso están los Hamptons. En la orilla sur de Long Island, a unos 170 kilómetros de la Gran Manzana, se encuentra el enclave donde la hoguera de las vanidades neoyorquina se reconcilia con los rigores del verano. En el costoso arte de vacilar con dinero, los Hamptons son palabras mayores. Una manga del Mar Menor que flota sobre dinero casi desde su colonización a mediados del siglo XVIII. Y como todo en esta vida, hasta en el paraíso también hay categorías. Ya que lo más exclusivo de lo exclusivo se concentra en East Hampton. Una de las direcciones más codiciadas es Lily Pond Lane. No es mala idea darse una vuelta sin prisas por la amplia carretera y atisbar entre los setos las residencias veraniegas de perso- E PEDRO RODRÍGUEZ Qué y dónde comer: Para pecar, Scoop du Jour helados increíbles y donuts legendarios. Nobu se muda a los Hamptons en verano. Marisco y pescado. Para ver: El museo ballenero de Sag Harbor, el faro de Montauk o el estudio de Jackson Pollock y Lee Krasner. Playas de Coopers Beach o Main Beach. Dónde alojarse: El dinero viejo se deja ver en Southampton; los nuevos ricos dominan East Hampton. Para un boutique hotel The Maidstone. Datos útiles najes como Steven Spielberg o Madonna. La chica materialista disfruta de una granja de caballos en Mitchell Lane. Por supuesto, aquí la idea es tener tu propia mansión, con el mayor terreno posible, y con vistas al mar. Sin que falten salones enormes, con sofás tapizados en blanco donde al atardecer se contempla con un punto de melancolía el hundimiento del sol en el mar. Todo mientras se practica el elegante ritual etílico del cocktail hour tras una jornada agotadora de playa, vela, pesca, tenis, piscina, golf y vida social. A prueba de crisis, los Hamptons son escenario de inolvidables fiestas privadas que jalonan su temporada estival. Para los no iniciados, lo primero es hacerse con una de esas gratuitas revistotas a todo color y rebosantes de publicidad para organizarse y saber cuál es la celebración filantrópica de turno (caridad con caviar) el restaurante de moda, la boutique más lujosa o en qué playa van a proyectar otra vez Tiburón Para los que quieran más lectura ilustrada, Ricky la esposa de Ralph Lauren acaba de publicar Los Hamptons: Comida, Familia e Historia Parte del atractivo de la tierra prometida es que llegar no sea muy fácil. En verano, ir en coche desde Manhattan- con o sin chófer- hasta East Hampton puede demorarse fácilmente tres o cuatro horas. Lo cual ha inspirado una serie de sofisticados transportes alternativos: desde helicópteros a hidroaviones, pasando por diversos autobuses de lujo donde uno puede ir haciéndose la manicura o bebiendo todo el chardonnay que quiera. Sin embargo, el ferrocarril de Long Island suele ser la alternativa más rápida y barata aunque la oficiosa filosofía de los Hamptons sea: Más es siempre mejor empezando por los magnums of Cristal.

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