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ABC MADRID 01-05-2012 página 55
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ABC MADRID 01-05-2012 página 55

  • EdiciónABC, MADRID
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ABC MARTES, 1 DE MAYO DE 2012 abc. es cultura CULTURA 55 Diseccionó una treintena de cadáveres, con conocimiento de las autoridades Da Vinci puso su talento artístico y sus dotes científicas en explicar la máquina del cuerpo humano Leonardo describe el cráneo con sus cavidades y descarta que allí estuviesen los sentidos caridad, a la búsqueda de cuerpos. Y así, encontró en el invierno de 1508 un anciano centenario que le confesó, en su lecho de muerte, que no notaba nada mal en su cuerpo, más allá de un poco de cansancio según anotó en su cuaderno. En contra de lo Aplicación para iPad Leonardo da Vinci: Anatomy permite traducir los cuadernos e invertir la escritura que se cree, la Iglesia no prohibía diseccionar cuerpos, Leonardo los buscaba y exploraba con el pleno conocimiento de las autoridades aclara Clayton. La autopsia realizada sobre el anciano permitió a Leonardo ser el pri- Pompeo Leoni, escultor de Felipe II El primer propietario de los cuadernos murió en Madrid B. BERGARECHE La mayoría de los dibujos expuestos surcaron en silencio hasta 400 años de Historia, desde la muerte de Leonardo en 1519, desperdigados en un legado documental disperso y no sistematizado hasta el siglo XX. El artista legó sus notas y cuadernos a su asistente Francesco Melzi, a quien la muerte le sorprendería medio siglo después, incapaz de organizar los papeles de su maestro. El hijo de Melzi vendió la mayor parte del material a un escultor italiano, Pompeo Leoni, hacia 1590. Leoni fue el primero en encuadernar las notas de Leonardo, y agrupó así gran parte de sus trabajos anatómicos en un cuaderno expuesto por primera vez ahora en Londres. Leoni se mudó en 1556 a España, siguiendo los pasos de su padre, también escultor. Allí, se integró en la corte de Felipe II, para quien realizó una gran escultura con motivo de su boda con Ana de Austria en 1570. El italiano es el autor también de las efigies en bronce de Carlos V y Felipe II situadas a ambos lados del altar principal de la iglesia del Monasterio del Escorial. A su muerte en 1608, el legado leonardiano se desperdigó. Su casa de Madrid estaballena con toda su colección de arte, se necesitaron cinco años para venderlo todo nos explica MartinClayton, comisario dela muestra. El cuaderno de anatomía debió de caer en manos de uno de los agentes que oteaban obras de arte para el conde de Arundel, el aristócrata inglés responsable de la aparición del cuaderno en el país en 1630. La Guerra Civil en las islas volvió a romper la cadena de custodia del cuaderno, que vuelve a aparecer hacia 1690 enmanos ya de los soberanos Guillermo III de Orange y la Reina MaríaII, sin quese sepa cómollegó elmaterial a la Colección Real. Así, la Corona británica posee la colección más importante de dibujos del genio junto a la Biblioteca Ambrosiana de Milán, entre los que figuran casi todos los estudiosde anatomía. El legadoes albergado en cajas en la Biblioteca Real en el castillo de Windsor. Por otra parte, en la Biblioteca Nacional de Madrid están los dos códices aparecidos en 1967, que acaban de formar parte de una exposición cerrada el domingo. mero en representar una cirrosis de hígado, la arteriosclerosis o el apéndice. A sus 60 años, el artista tenía un nivel de conocimientos de anatomía que le habrían llevado, de haber vivido un poco más allá de 1519, según muchos, a poner su nombre al hallazgo de William Harvey un siglo después: que la sangre circula por el cuerpo bombeada por el corazón. Una de las joyas de esta exposición, que incluye 87 láminas del científico (algunas con 20- 30 dibujos) es la representación de un feto dentro del útero, que Leonardo dibujó basándose en el de una vaca. Idealiza, de hecho, la forma redonda del útero, introduciendo en su obra científica la obsesión por las dimensiones perfectas que estamparía, bella pero erróneamente, en el Hombre de Vitruvio Hablamos de una época en la que se creía que la vida humana surgía a partir del contacto con la sangre de la mujer de la semilla del hombre. El propio Leonardo conecta mediante tubos el pene a los testículos, portadores del elemento material y a la espina dorsal, portadora del elemento animal Es el Leonardo visionario, que ve cosas más allá de su conocimiento médico, que no solo dibuja sino que moviliza todas sus dotes mecánicas, artísticas y de observación cree la historiadora Helen King. Tenía todas las preguntas, pero no tuvo tiempo de empujarlas hacia las respuestas asegura

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