ABC MADRID 25-03-2012 página 62

62 LOS DOMINGOS DE ABC DOMINGO, 25 DE MARZO DE 2012 abc. es ABC Monstruos vestidos de enfermeros Pueden ser cien o doscientos pacientes muertos, quién sabe Las autoridades tratan de poner cifra a la competición de asesinatos entre Juan Ariel y Marcelo Pereira en dos hospitales de Montevideo Texto y fotos: CARMEN DE CARLOS. Montevideo e aproximaba al paciente y le más antigua del hemisferio. Marcelo Pereiinoculaba 20 centímetros de ra, el único que hacía doblete con el Hospiaire Juan Ariel Acevedo no se tal Maciel, tenía un modus operandi diferesistió a la detención ni a de- rente. En lugar de aire recurría a lidocaína, clarar. El hombre, auxiliar de enfermería, morfina y otras sustancias para sus inyechabía caído. Unas horas antes, Marcelo Pe- ciones letales. Después, sentía tranquilireira, compañero suyo en la Asociación Es- dad, paz, era como sentirse liberado recopañola de Socorros Mutuos de Montevi- nocería frente a los agentes de la Dirección deo, era interceptado por la Policía. Se diri- General de Crimen Organizado. gía a su segunda casa, al Hospital Público Maciel. Los dos asesinos terminaron por No era cosa de llevar la cuenta confesar. Identificaron, con nombre y ape- Lo hacía por humanidad insiste en su llido, a quince de sus víctimas. En el inte- declaración Acevedo. Los motivos- -contirrogatorio, pese a sus aparentes esfuerzos núa- -fueron verdaderos, aunque admito y de memoria, dijeron no recordar el núme- reconozco que no fue la mejor elección, ro de los que habían mandado a viajar que no me correspondía a mí tomar la vida pero coincidieron en algo: los muertos que de esas personas en manos propias. Estoy ellos mataron eran muchos más de los arrepentido de lo ocurrido pero lo hecho, que aparecían en el montón de fotografías hecho está concluye. En otro fragmento que les entregaban. En ese momento, sin de su confesión, reflexiona: No estaban saberlo, habían empezado a escritodas las personas (que maté) en bir la historia de los primeros las fotos Cuando el juez y el Me acercaba asesinos en serie de Urufiscal le exigieron más precial paciente y le guay. En la misión les ayusiones dijo: No era cosa inyectaba veinte daría la enfermera Anpara llevar la cuenta drea Fabiana Acosta, su El retrato de los dos asecentímetros de aire cómplice. sinos confesos no responrelata un enfermero. Acevedo dijo que matade al mismo trazo. La for Después sentía paz, ba uno o dos por semama de actuar de Acevedo era como estar na en la Unidad de Cuiera más básica, con mayor liberado agrega dados Neuroquirúrgicos grado de error. De hecho, su compañero donde se desempeñaba. cuando fallaba, no repetía la Pueden ser doscientos, cien... operación porque pensaba que No sabemos con exactitud la ciera señal de que no había llegado la fra El fiscal Diego Pérez tiene sus espehora del paciente. Por medio intravenoranzas puestas en la Junta Médica del Insti- so- -explicó- -aplicaba aire directamente a tuto Técnico Forense, una comisión crea- la vía del paciente A lo largo de dos horas da exclusivamente para este caso. Van a de interrogatorio, el hombre que debía verevisar las historias clínicas y con la inves- lar por la salud de los enfermos, se amarró tigación terminada tendremos un panora- a la teoría de la eutanasia. Dijo que los ejema más claro asegura. Dicho de otro cutados por su propia mano no eran elegimodo, confía en poder poner un número, dos al azar, que trataba de pacientes en el que sea, a los crímenes cometidos por etapa terminal pero las evidencias le deslos ángeles de la muerte. mienten. Los enfermeros juran que no trabajaEl fiscal Diego Pérez recuerda que los enban en colaboración pero su testimonio fermeros, en rigor auxiliares de enfermees difícil de creer. Los dos ingresaron ría, a veces tenían dudas para identificar hace veinte años y los dos llevan dieciocho a sus víctimas Frente a lo insólito del heen el mismo servicio de cuidados intensi- cho reflexiona: No sé cuál es la actitud de vos observa un hombre con acceso a los alguien en su situación. No estuvieron archivos de La Española como se cono- fríos ni se condujeron de manera soberbia ce popularmente a la aseguradora médica pero había una tensión Todas las líneas M Uno de los enfermeros en la portada de un diario. A la derecha, Carmen y Lourdes muestran la foto de su madre asesinada y la nofificación de Interpol Con mi madre parecía bueno A l oír la noticia por la televisión de inmediato pensé: Marcelo mató a mamá María Lourdes García Cuello, para desgracia de toda su familia, no se equivocó. Su madre fue una de las víctimas de Marcelo Pereira, el auxiliar de enfermería. Con ella debió hacer lo mismo que con otras: apagar la luz de la unidad de investigación se mantienen abiertas, no tenemos elementos concretos ni parece lógico- -plantea- -hablar de tráfico de órganos dado que la mayoría de las víctimas eran añosas pero habrá que averiguar Tampoco descarta Pérez que hayan actuado con una red organizada pero lo tendrá que establecer la investigación puntualiza. El tiempo en el que Marcelo Pereira, de 39 años y Juan Ariel Pereira, de 46, se creyeron los dueños de la vida y de la muerte de