Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
ABC MADRID 22-01-2012 página 32
ABC MADRID 22-01-2012 página 32
Ir a detalle de periódico

ABC MADRID 22-01-2012 página 32

  • EdiciónABC, MADRID
  • Página32
Más información

Descripción

32 ESPAÑA DOMINGO, 22 DE ENERO DE 2012 abc. es españa ABC El cierre del Valle de los Caídos cuesta ya dos millones de euros BEl presidente de Patrimonio Nacional deberá gestionar el futuro de la abadía y del Museo de las Colecciones Reales ALMUDENA MARTÍNEZ- FORNÉS MADRID Uno de los mejores patrimonios de arte del mundo El presidente de Patrimonio Nacional, José RodríguezSpiteri, deberá gestionar uno de los mejores patrimonios artísticos del mundo. Además de los antiguos bienes de la Corona, Patrimonio Nacional administra conventos y monasterios que fundaron los Reyes a lo largo de la historia y que siguen bajo el patronazgo de Don Juan Carlos. Entre otros, custodia el Palacio Real y los Palacios de El Pardo, Aranjuez, La Granja, Riofrío, la Almudaina, los Reales Alcázares y los Monasterios de San Lorenzo de El Escorial, las Descalzas Reales, Santa María Real de las Huelgas, Yuste y el Panteón de los Hombres Ilustres. También custodia 21.000 hectáreas de montes, parques y jardines. La Casa del Rey y el Gobierno han recuperado las viejas costumbres que habían imperado durante toda la democracia, excepto en los últimos años, y han acordado el nombramiento del nuevo presidente de Patrimonio Nacional, el diplomático José Rodríguez- Spiteri Palazuelo, que ha sido, entre otros muchos cargos, embajador en Portugal y Alemania. Rodríguez- Spiteri sustituye al también diplomático Nicolás Martínez Fresno, el único de los cinco presidentes que ha tenido Patrimonio Nacional cuyo nombramiento no se consultó previamente al Rey. Martínez Fresno es también el que menos tiempo ha estado en esta institución (desde junio de 2010 a enero de 2012) pero esos casi 19 meses le han bastado para provocar ciertos desaguisados que ahora su sucesor tendrá que resolver. El más sonado de todos es el cometido en la abadía del Valle de los Caídos, que permanece cerrada a los turistas desde diciembre de 2009, cuando sin previo aviso se alegó la necesidad de realizar unas obras. Ahora solo se puede acceder a actos religiosos. Esta decisión ha supuesto dejar de ingresar en torno a los dos millones de euros en las arcas públicas. La abadía benedictina, en la que están enterrados Franco y José Antonio Primo de Rivera junto a 30.000 víctimas de los dos bandos de la Guerra Civil, era uno de los monumentos más visitados de Madrid. Cada año unos 370.000 turistas pagaban entre 2,5 y 5 euros para acceder al templo, aprovechando su cercanía al Monasterio de El Escorial, que es el segundo monumento de Patrimonio Nacional más visitado, después del Palacio Real. El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero siempre mostró animadversión contra este monumento, que fue ignorado por los otros presidentes de Gobierno de la democracia, incluso por Felipe González. Pero el anterior Ejecutivo lo seguía viendo como un símbolo franquista, aunque según el abad, el benedicto Anselmo Álvarez, hacía ya décadas que en el Valle se rezaba por los caídos de los dos bandos. La última víctima del Valle de los Caídos fue el diplomático Yago Pico de Coaña, cuarto presidente de Patrimonio Nacional, que fue relevado en el cargo después de defender el cumplimiento de la legalidad y mostrarse contrario a que se cerrara al público. Aunque para el actual presidente del Gobierno el futuro del Valle de los Caídos no es una prioridad, lo cierto es que Mariano Rajoy tendrá que desbloquear la situación en la que se encuentra el templo y decidir si se restauran las visitas turísticas, que proporcionarían unos ingresos a los que en estos momentos parece disparatado renunciar. La decisión política que se adopte la tendrá que ejecutar Rodríguez- Spiteri, para lo que necesitará desplegar toda su experiencia diplomática y espíritu de concordia. Carácter institucional También la necesitará para devolver a Patrimonio Nacional el carácter institucional que siempre tuvo, pero que perdió durante el mandato de su predecesor, muy influido por la política. Y para gestionar los antiguos bienes de la Corona, una tarea que exige tratar con ayuntamientos de distintas ideologías, órdenes religiosas y políticos. De Patrimonio dependen 19 palacios y monasterios de fundación real, algunos de los cuales acogen actos oficiales del Jefe del Estado, así como 135.000 obras de arte y 21.000 hectáreas de parques, montes y jardines. También cuenta con valiosas bibliotecas, archivos y escuelas- taller, y con 1.200 empleados que se ocupan de mantener, restaurar, custodiar, mostrar y poner en valor uno de los mejores patrimonios artísticos del mundo. Pero Spiteri también deberá resolver otros asuntos, como el futuro Museo de las Colecciones Reales, situado en el Campo del Moro, que debería estar terminado en 2015 con un coste de más de 170 millones de euros, pero por razones presupuestarias las obras se han frenado y ha habido que asegurar los paramentos con el fin de preparar la estructura ya construida ante una espera indefinida. Otra de las cuestiones que deberá revisar Spiteri es el sistema de tarifas para acceder a los edificios de Patrimonio, ya que experimentó una fuerte subida en la etapa de su predecesor y, además, obligó en algunos casos a la venta conjunta de billetes para visitar distintos monumentos. Sin visitas turísticas Cada año unos 370.000 turistas pagaban entre 2,5 y 5 euros para visitar la abadía, cerrada desde 2009 La abadía del Valle de los Caídos lleva cerrada a los turistas desde diciembre de 2009 ABC

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.