ABC MADRID 06-01-2012 página 5

ABC VIERNES, 6 DE ENERO DE 2012 abc. es ENFOQUE Soraya Sáenz de Santamaría concede la palabra, ayer, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros 5 La comunicación del Gobierno El tiempo y la memoria ÁLVARO MARTÍNEZ El socialismo y sus terminales simpáticas andan revueltos exigiendo una comparecencia urgente en el Parlamento del presidente del Gobierno, que lleva quince días en La Moncloa, para que explique las medidas que está tomando y que exponen los ministros en múltiples comparecencias públicas y entrevistas en papel prensa, radiofónicas o televisivas. Las Cortes no son hábiles en enero, pero ese parece un detalle microscópico que no merece la pena resaltar en los rumbosos comentarios o las audaces crónicas. Tampoco que las ruedas de prensa de Sáenz de Santamaría duran casi el doble que las de De la Vega, Rubalcaba o Blanco; ni que su contenido tiene un mayor octanaje informativo y explicativo que las de los portavoces del zapaterismo. Aun así, el socialismo y sus terminales simpáticas quieren ver a Rajoy, y su ausencia es presentada como la de un señor atrincherado en el palacio, armado con unas enormes tijeras, como convaleciente de un prematuro y doliente absceso del célebre síndrome de La Moncloa Pero conviene hacer memoria. Resulta útil. Quienes ahora le reprochan esta ausencia no trinaron, ni en Twitter, cuando Zapatero, reelegido el 11 de abril de 2008 por las Cortes, no compareció en el Congreso hasta el 25 de junio, tras un Consejo Europeo; cuando no explicó las medidas anticrisis tomadas (bien pocas, cierto es) hasta el 2 de julio y cuando no detalló en la Cámara sus decretos- ley hasta el... ¡20 de octubre! Entre medias, contestó preguntas en la sesión de control (en enero, repetimos, no hay) e hizo una declaración institucional por un asesinato etarra. Pero, con la crisis de por medio, su retraso fue de dos meses y medio a seis meses después de su reelección. Eso sí que parece una demora seria. Por no hablar del tiempo que le llevó aprender a pronunciar la palabra crisis que se puede medir en términos de eternidad. EFE