Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
ABC MADRID 02-01-2012 página 15
ABC MADRID 02-01-2012 página 15
Ir a detalle de periódico

ABC MADRID 02-01-2012 página 15

  • EdiciónABC, MADRID
  • Página15
Más información

Descripción

ABC LUNES, 2 DE ENERO DE 2012 abc. es opinion OPINIÓN 15 EL CONTRAPUNTO ISABEL SAN SEBASTIÁN 2012, EL ÚLTIMO AÑO Esta crisis que nos azota se debe a muchos factores. Algunos serán pasajeros, ojalá. Otros vienen para quedarse U N antiguo calendario maya define este año de 2012 como el último. En eso coinciden todos los sabios versados en la materia. Las discrepancias empiezan a la hora dedeterminara quése refiere ese adjetivo. ¿Es el último año de vida del planeta Tierra, tal como plantea unapelícula de Hollywood? ¿El último año delos humanos, condenados a extinguirnos por destruir el medioambiente, según la visión apocalípticade ciertos ecologistas? Las más recientes interpretaciones apuntan a un cambio de era, a un vuelco histórico de grandesproporciones, comolos acaecidosen los momentos de máximo auge o declive de esa civilización quetantoytan bienestudiólasestrellas. Yomeapunto a esa teoría. Confieso mi ignorancia en lo que se refiere al calendario en cuestión. Tampoco creo en los presuntos augurios ocultos en catedrales ni en las profecías de Nostradamus. Mis novelas medievales se basan enla Historia y no en la historia- ficción. Pero sí soy capaz de ver una revolución cuando está en marcha, y eso es exactamente lo que está ocurriendo ahora. Que se ha desatado una de magnitud gigantesca, capaz de cambiar para siempre la fisionomía y costumbres de nuestro mundo occidental; el que apellidamos primero por ser el hábitat natural de los privilegiados de la especie humana. Nosotros. Los occidentales. La ecuación, hasta el presente, era ésta: Europa, EstadosUnidos, Canadá, Australiay, desde laconversión del petróleo en oro negro, algunos países árabes, comen caliente tres veces al día, mientras el resto de la Humanidad pasa hambre. Los miembros de este selecto club gozamos de un estado del bienestar cada vez más generoso, a costa de la pobreza y explotación de todos los demás. La raza blanca se reserva en el reparto todos los derechos, incluida por supuesto la libertad, y cede a las demás deberes, obligaciones, opresión, dolor y sacrificios. Hemos luchado como leones por defender ese statu quo, pero se nos ha acabado el tiempo. Afortunadamente. China, India, todo el sudeste asiático, Hispanoamérica, Brasil, algunas naciones africanas (las que pueden) reivindicancon fuerzasu sagrado derecho ala felicidad y la consecución del bienestar material. Millones de personas en esos países trabajan de sol a sol con el empeño de llegar a donde estamos nosotros, tal como hicieron aquí todas las generaciones que nos precedieron, empeñadas en legarnos un futuro mejor. Nosotros creímos que el fruto de su esfuerzo (no el nuestro) sería transferible a nuestros hijos, además de irreversible, y la realidad nos demuestra ahora lo equivocados que estábamos. Esta crisis bestial que nos azota se debe a muchos factores, es verdad. Algunos serán pasajeros, ojalá. Otros vienen para quedarse y recordarnos que no hay recompensa sin mérito. Quecadadíahayque ganarse elpanyolvidarse del maná del cielo. Bien está. Enel planode losprincipios, trescuartosdelamisma lección. Creímos que la democracia se defendería por sí sola, al igual que la tolerancia. Erramos de medio a medio. El islamismo impone su despiadada guerra santa asesinando a cristianos indefensos en Nigeria, Egipto, Pakistán o Sudán y avanza a velocidad vertiginosa. La primavera árabe se parece cada vez más a un invierno teocrático. El gigante asiático basa su éxito en un capitalismo despiadado quele consentimos. La corrupcióndevoralaesperanzaque depositamos en la caída delcomunismo e hinca sus dientes voraces aquí, en el corazón de nuestras instituciones. 2012 puede ser el último año o la última oportunidad. Dependerá de nuestra capacidad para aprender de los errores. UNA RAYA EN EL AGUA IGNACIO CAMACHO BAÑO DE REALIDAD Al abandonar de entrada sus principios, Rajoy se obliga a un pragmatismo radical que sólo puede justificar el éxito C MÁXIMO ON el amargo baño de realidad del viernes, el Gobierno ha aterrizado de bruces ante la verdadera dimensión del reto que ha asumido al hacerse cargo del poder. Lo que sorprende no es tanto la escandalosa desviación del déficit sino la ingenua falta de cautela con que los dirigentes del Partido Popular y el propio presidente afrontaron la investidura. Después de una campaña de ambigüedades deliberadas- -resumidas en el célebre depende -no se comprende el rotundo pronunciamiento inicial contra la subida de impuestos, que ha dejado a Rajoy desnudo ante su primera gran renuncia. El durísimo ajuste de fin de año envía a la opinión pública dos mensajes diáfanos, uno negativo y otro positivo. El primero es que la situación es mucho más crítica de lo que atisbaban las previsiones más pesimistas. El segundo, que el Gobierno está dispuesto a afrontarla con determinación y a gobernar si es preciso contra sus propios principios. Al abandonar de forma tan abrupta su inocencia, el presidente y su equipo se obligan a sí mismos a un pragmatismo dramático y radical que sólo puede quedar justificado por el éxito. El tributazo no sólo resulta una medida antipática para los votantes del Partido Popular, sino una negación diametral de los postulados políticos del centro derecha, hasta hace dos días reafirmados de forma insistente por sus portavoces más cualificados. Supone un perjuicio manifiesto para las clases medias, perjudica el consumo y ataca al crecimiento, pero además compromete las bases mismas del discurso liberal. Al implantar este severo incremento fiscal en su primera decisión de gobierno, el Gabinete emite una pavorosa señal de emergencia: las circunstancias son tan graves que requieren empezar por una monumental palinodia de sus creencias fundamentales. Empero, subyace al fondo de la cuestión una sospecha de cálculo político. Con las elecciones andaluzas en el horizonte, el Gobierno emprende el doloroso ajuste repartiendo cargas incluso sobre su propio electorado para que nadie pueda acusarlo de trato desigual. Ha aprovechado la legitimidad reciente de su mayoría para adoptar una medida de índole socialdemócrata que emite, sin necesidad de subrayarlo, el mensaje de una imposición sacrificial a las rentas altas, los ricos de la retórica socialista. Desarma así al principal adversario a costa de tensar al límite la lealtad de sus votantes en una decisión de enorme riesgo que sólo puede compensar el logro final de la estabilización económica. Respaldado por el enorme depósito de confianza recibido en las urnas, Rajoy ha arrancado con un golpe de extrema audacia: ha quitado la red para caminar sobre el vacío. Se desprende en el primer minuto de sus premisas y axiomas programáticos- -decir ideológicos sería exagerado- -para establecer la prioridad absoluta sobre los fines. Fuera máscaras: desde ahora sólo vale la ley de la eficacia.

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.