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ABC MADRID 26-12-2011 página 49
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  • EdiciónABC, MADRID
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ABC LUNES, 26 DE DICIEMBRE DE 2011 abc. es sociedad SOCIEDAD 49 Siria El año de la fe J. V. B. CIUDAD DE VATICANO VADE MECUM Pidió de forma especial por el cese de la violencia en Siria e invocó la estabilidad en Irak y Afganistán Más penas Mencionó el sufrimiento en el Cuerno de África, las inundaciones en Filipinas y Tailandia, y la situación en Tierra Santa, África del Norte, Sudán y Birmania Dios optó por salvarnos por esta vía... que respeta su verdad y la nuestra, la del diálogo y la reconciliación dad nueva la humanidad de Jesús cuya fiesta se celebra ahora en el mundo entero. Benedicto XVI también recordó la pobreza del pesebre en la que nació Jesús y lamentó que la Navidad se haya convertido en una fiesta del comercio ocultando así el misterio de la humildad de Dios, que nos invita a la humildad y a la sencillez. La Navidad de 2011 marca el 50. aniversario de la convocatoria oficial del Concilio Vaticano II por el Papa Juan XXIII. Con ese motivo, Benedicto XVI ha convocado un Año de la Fe que dará comienzo el 11 de octubre de 2012, 50. aniversario de la apertura de la primera sesión del Concilio, y durará hasta el 24 de noviembre de 2013, solemnidad de Cristo Señor del Universo. En la carta apostólica Puerta de la Fe publicada el pasado mes de octubre, el Papa enlaza el Año de la Fe con el gran proyecto de la Nueva Evangelización. JORGE TRIAS SAGNIER CREER O NO CREER E s cierto que creer en Dios ayuda para muchas cosas. Sirve, por ejemplo, para darnos cuenta de nuestra finitud corporal y, al mismo tiempo, para saber que el placer como el dolor o la vida como la muerte, son pasajes temporales. A los creyentes siempre nos quedará la vida eterna. Un esclavo sostenía la corona de laurel a los generales romanos victoriosos recordándoles que eran polvo. El que cree en algo tiene una gran parte del La clave En la Misa del Gallo, anteanoche AP recorrido hecho. Ahora estrenamos un nuevo Gobierno que comienza impoluto y con personas competentes y que no vienen a hacer un máster a nuestra costa. Algunos tendrán convicciones religiosas arraigadas que imprimirán su actuación pública y, por lo menos, todos creen en España y en la Nación española cimentada por la constitución de 1978 que es la garantía de progreso y libertad. Es un buen comienzo para el complicado y desordenado momento en el que vive el mundo en general. Una de las tareas en la que más deberá esmerarse este Gobierno es en atajar la corrupción, política y social, la ausencia de valores éticos y morales que, si bien no es norma generalizada, sí es costumbre bastante arraigada, sobre todo en algunas comunidades o administraciones públicas. Tenía razón, pues, Rajoy en su réplica a Rosa Díez; y tenía razón Díez, también, en su denuncia. Creer en Dios, o si no, al menos, en la dignidad humana; creer en España y en la Constitución como ley suprema y no como un traje a medida del usuario; creer en la limitación del hombre, en el valor del esfuerzo y del trabajo, en la obra bien hecha, en la amistad y no en el amiguismo, en todos esos valores que hacen fiable una acción de gobierno, ayudará a los nuevos dirigentes populares a hacer bien las labores que el pueblo les ha encomendado. Lo importante, como en la tragedia griega, no es como se entra en la escena, sino como se sale de ella.

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