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ABC MADRID 23-12-2011 página 53
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  • EdiciónABC, MADRID
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ABC VIERNES, 23 DE DICIEMBRE DE 2011 abc. es ABC delOCIO 53 Aromas berlanguianos esencia clava Antonio Mingote, consiste en la descripción hipeDirección: José Luis García Sánchez. rrealista del surrealismo, en algo Intérpretes: Silvia Marsó, Carlos así como hacer transparente el huIglesias, Álex Angulo, Blanca mor negro: el barullo familiar alreRomero, Carlos Larrañaga. dedor del finado, el alboroto de la llegada de las fuerzas vivas de proOTI RODRÍGUEZ MARCHANTE vincias, la urgencia de los canapés y de los santos óleos, las pequeñas a seriedad dudaba de sí mis- puñetas de los hijos, nietos y allema en cuanto Rafael Azcona gados, los detalles pecuniarios del le ponía su mirada burlona entierro... todo ese mundo con tuencima. Nada hubo en el mundo lo fillo eterno pero anclado en la étisuficientemente grave y circuns- ca y la estética de mediados del sipecto para que Azcona no se riera glo pasado, cuando Azcona (y ahode ello, ni la pobreza, ni la enferme- ra García Sánchez) untaba de sardad, ni la muerte, esa oscura trilo- casmo y guasa la tostada de pan gía que él convirtió en jolgorio lite- duro de la época. rario, Ferreri en jolgorio cinematoLa película lleva impreso ese gráfico El pisito y El cocheci- adn berlanguiano de las situacioto y que ahora pretende cerrar nes y los personajes muy de otro José Luis García Sánchez con la re- mundo; es el gran riesgo que asucuperación de ese arca perdida me ahora el director: una película que era la novela Los muertos no tan de entonces como Plácido o se tocan, nene A García Sánchez El verdugo que le cuesta encajarsiempre le ha asomado Azcona se en el paisaje del 3 D y la digitalipor dentro y entiende la gracia de zación. Todo está ahí entre bolitas lo cóncavo y el sabor del esperpen- de alcanfor, con su exceso y su bito, lo que le permite atrapar en lis, con su gracia demoledora, con blanco y negro cosas que ya no sus tipos ya imposibles (el afilaemulsionarían el celuloide de otro, dor, la criada o el pobre de casa, como ese arranque fabuloso con la el suboficial orgulloso, el putero peripecia del muerto Don Fabián, vizcaíno... una especie de patriun terco centenario que no está dis- monio nacional tan en extinción puesto a morirse del todo hasta de- como el lince ibérico) aunque injar cuajada una frase lapidaria terpretados por actores de hoy, ¡patata! ¡patata! consigue bal- magníficos, pero de hoy, cuya inbucear) dispensable sobreactuación se La historia, que empieza en el acerca al ideal del lopezvazquismismo cartel de la película cuya mo pero sin serlo, claro. LOS MUERTOS... L que ha tenido dos hijos con un señor que no le gusta nada, y cuyas ilusiones en la vida no eran estar en Logroño sacrificada y cosiendo se emociona con el subliminal sms azconiano: La vida pasa, y como tú no luches para que tu vida sea lo que tú quieres que sea, te conviertes en abono para los caracoles en el cementerio Fabianito, el poeta El nene de Doña Luisa, Fabianito, es un Rafael Azcona adolescente, oculto, inquieto, un niño poeta que dibuja el horizonte del skyline de Logroño, que Azcona hizo en su juventud y recita poemas azconianos. Rafael no habría tolerado que ese chaval protagonista fuera él mismo apunta el director. Silvia abunda: Hay un mundo detrás de cada frase de Azcona. Empiezas a escarbar y te das cuenta de la frustración de los personajes Los muertos de Azcona huelen a Mihura y a Tono, porque como tiene dicho Antonio Mingote, autor de un magistral cartel que te mete de un zarpazo en la historia, Azcona es la Literatura Española Véase el mendi- go que decide no trabajar porque de mendigo se vive mejor, una manera de sobrevivir como sonámbulos; es una película para que los jóvenes se rían de sus padres. Azcona era genial gracias a que no se le valoraba sostiene el director. García Sánchez reconoce que esta película es un tributo a los cómicos: En España todos tenemos cara de secundarios. Bardem y Penélope Cruz se tienen que ir fuera, son demasiado guapos. Los galanes nos gustan bajitos; las chicas, gorditas. La expresividad y la perfección no andan en nuestra cultura muy de la mano. Y con todos los respetos, el Rey tiene cara de gran secundario Para Silvia Marsó, Azcona es un honor y un regalo. Yo he trabajado con gente maravillosa, como Amparo Rivelles, o María Jesús Valdés, y recuerdo haber estado entre cajas desde un rinconcito empapándome como una esponja de su forma de decir y sentir sobre un escenario Dicho lo cual, Rafael Azcona solo estaba seguro de una cosa: Mejor que la cortina rasgada de la ducha quede dentro que fuera de la bañera nene.

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