ABC MADRID 05-11-2011 página 18

18 ELECCIONES 20- N SÁBADO, 5 DE NOVIEMBRE DE 2011 abc. es españa ABC El PSOE apela a ocho millones de indecisos contra el desastre que le presagia el CIS BEl sondeo pronostica una gran mayoría absoluta de Rajoy y el hundimiento de Rubalcaba, que cosecharía el peor resultado del PSOE en democracia ÁLVARO MARTÍNEZ T ambién apareció otra señal en el cielo: he aquí un gran dragón escarlata, que tenía siete cabezas y diez cuernos, y en sus cabezas siete diademas; y su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, y las arrojó sobre la tierra (Apocalipsis 12.3) ...Y al parecer todas ellas fueron a caer en el número 70 de la calle de Ferraz, en Madrid. Primer día de campaña y el panorama, lejos de mejorar, se vuelve casi apocalíptico para Alfredo Pérez Rubalcaba y el PSOE después de que el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) pronostique, en el mayor sondeo que se realiza en España, su peor resultado en toda la democracia. De seguir así las cosas, el día 20 no alcanzaría ni el 30 por ciento de los votos, lo que le reportaría entre 116 y 121 diputados, muy por debajo de los conseguidos por Joaquín Almunia (125) en el año 2000, que eran tenidos hasta ahora en el partido como la puerta del infierno. Habría que remontarse a la II República para encontrar un Grupo Socialista tan ralo de escaños. Memoria histórica. El estropicio es general, pero especialmente significativo en los graneros tradicionales desde los que el PSOE ha nutrido anteriores victorias o minimizado derrotas más o menos dolorosas: Cataluña y Andalucía. En la primera perdería hasta nueve diputados respecto a los anteriores comicios y todo aquel vigor hegemónico que hizo célebre al PSC; y en la segunda, el PP daría la vuelta a la tortilla cocinada en 2008 y le podría sacar a los socialistas hasta diez diputados, un aperitivo para el festín que Javier Arenas podría darse en las autonómicas de finales del próximo invierno, si nos atenemos a los sondeos, claro. Liquidado socialmente el zapaterismo hace tiempo, los nuevos efluvios que desprenden el partido y el candidato no han seducido nada al censo. Ni rastro en las encuestas del famoso efecto Rubalcaba (que es incluso peor valorado que hace dos años) ni rédito electoral reseñable tras el mensaje de los tres pistoleros encapuchados, más allá de la irrupción de la última marca proetarra, con tres escaños, y el costalazo del PNV, al que el CIS predice la mitad de los diputados que tenía ahora. Suben IU y UPyD, se quedan casi como están los otros minoritarios y podrían aparecer por el viejo caserón de las leyes de la Carrera de San Jerónimo un ecologista y un militante del partido de Álvarez- Cascos. Lo cierto es que el candidato socialista no logra desembarazarse de la gestión del Ejecuti- vo que ha vicepresidido y que es percibida por la ciudadanía como una calamidad, también según las encuestas. Lo ha intentado todo, desde la campechanía del llámame Alfredo al esquemático Rbcb pasando por el más clásico, ceremonial y malhumorado señor Rubalcaba, si no le importa Y nada, no hay forma de que los votantes vean en él algo nuevo o distinto tras esa infranqueable barricada de desaliento social que forman los cinco millones de parados. Pero fue la holgadísima mayoría absoluta que se atribuye a Mariano Rajoy- -más del 46 por ciento de los sufragios que caerán en las urnas dentro de tres domingos y entre 190 y 195 escaños- -la que colonizó todos los territorios físicos y emocionales por los que se movió la jornada. Antes, el candidato popular tuvo maitines declarativos en ABC Punto Radio, donde volvió a indultar a Sanidad, Educación y pensiones de la poda de gastos que se ha propuesto acometer. Tijera a todo lo demás anunció, para que nadie se llame a engaño. Ya lanzado, incluso estuvo a punto de dar una sorpresa al dejar entrever que si gana se planteará si vive o no en La Moncloa. Pero justo a tiempo recordó que era gallego, se paró en el descansillo, y fue imposible que aclarara si sube o baja en ese asunto. Por la tarde, mitin multitudinario en Toledo, junto a María Dolores de Cospedal, al grito de presidente, presidente cuando ya se conocía el alcance del sondeo del CIS. Cocinar el suflé Graneros arrasados ED CAROSIA En el partido de Génova quieren huir a toda costa de la euforia y casi todas las declaraciones de sus dirigentes hicieron llamamientos a no confiarse, porque aún hay que trabajar mucho para ganar González Pons, siempre original, dejó entrever una especie de deconstrucción en la encuesta del CIS, de tal forma que la cocina tradicional se habría centrado en inflar en suflé de los votos del PP para provocar un cierre de filas de los votantes de izquierda y movilizarlos a favor del PSOE. Pese al aguacero, o quizás por él, la primera hoja de la agenda pública de Rubalcaba se ciñó a quince minutos, quince, de charla a los voluntarios que colaborarán en la campaña. Ni encuentro sectorial, ni visita a mercado, ni tan siquiera el mitin de por la tarde. El sucesor de Rodríguez Zapatero dedicó el día, al parecer, a preparar el debate televisivo de pasado mañana con Rajoy, donde ha depositado buena parte de sus esperanzas de remontada, confiando en los indecisos, más de ocho millones según el recuento de José Blanco, que están esperando- -proclamó Pérez Rubalcaba