ABC MADRID 27-08-2011 página 15

ABC SÁBADO, 27 DE AGOSTO DE 2011 abc. es opinion OPINIÓN 15 EL ÁNGULO OSCURO JUAN MANUEL DE PRADA LA SEÑORITA CONSTITUCIÓN Un poco de formalidad y prosopopeya en el cortejo sí nos gustaría exigirle N OS habían logrado convencer de que la señoritaConstitucióneraunadamainexpugnable y como de mírame- y- no- me- toques; y, de la noche a la mañana, descubrimos quese dejamagrearalaprimera decambio. Noes que nosotros quisiéramos nada especial con la señorita Constitución, pero, ¡caray! un poco de formalidad y prosopopeya en el cortejo sí nos gustaría exigirle. ¡No estarás insinuando que no se han respetado escrupulosísimamentelosrequisitoslegales! -nosinterrumpe, soliviantado, el leguleyo de pesebre. -Pues, señorleguleyo, esquecomoenotrasocasiones en que seha hablado de tocar a laseñorita Constitución se ha desistido de hacerlo, después de marear mucho la perdiz, pues como que me extraña mucho que ahora se haga en un plis plas... ¡Si es que no se puede discutir con ignorantes! No se la tocó entonces, villano harto de ajos, porque hay partes del cuerpo de la señorita Constitución que están protegidas con cinturón de castidad: concretamente, para que te enteres, el Título Preliminar, el Título II y la sección I del Capítulo II del Título I. Pero, en lo demás, la señorita Constitución admite sin remilgos los magreos. ¡Caramba! ¿Y entonces por qué no la magrearon unpocoenelTítuloVIII, alládonderesidenlascosqui- llas de las competencias autonómicas? Que también sehahabladomuchodeeso, peronadiesehaatrevido a meter mano. ¡Siserásbellacoydeslenguado! ¿Talesdeshonestidades osas proferir, cuando sabes que las autonomías son las teticas de las que mama la casta política? Pues, ¿dónde meteríamos a tanto tío con carné del partidoalternante, si mañana empezáramos a retirar competencias a las autonomías? Díme, socarrón de lengua viperina, ¿dónde? O mejor calla. ¡Calla, enemigo del decoro que se le debe a la señorita Constitución! -Pues si decoro se le debe digo yo que el revolcón que ahora se le da por lo bajinis es peor que todos los tocamientos que hasta ahora no se atrevieron a darle. Pues apechugar con un déficit estructural fijado por laUniónEuropea, dígame, señorleguleyo, ¿noescepillarse la soberanía nacional, que según reza la señorita Constitución en su Título Preliminar reside en el pueblo español? Y para que el volumen de deuda pública no supere el valor de referencia establecido en el Tratado de funcionamiento de la Unión Europea dígame, señor leguleyo, ¿no podría ser, llegado el caso, quehubieraquerecortarlesdinericosalasescuelas? ¿Noestárecogidoelderechoaunaenseñanzabásica gratuita en la sección I del Capítulo II del Título I de la señorita Constitución? Mire, señor leguleyo, que amíestareformaporlobajinisdelartículo 135 de su Título VIII, de su Título I y de su Título Preliminar, sin vaselina y de una sola tacada... ¡Ohhideputabellaco, ycómosoisdesagradecido, queosveislevantado delpolvodelatierraporlaseñorita Constitución y correspondéis a tan buena obra con decir mal de quien os la hizo! ¡Pero siyo lo quedigo es que ala señorita Constitución hay que dejarla que siga haciendo sus buenas obras, protegiendo su virtud! ¡Que revolcones de aquí- te- pillo- y- aquí- te- mato sólose lepegan alas pindongas de las cartas otorgadas! ¡Vetedemipresencia, depositariodementiras, almario de embustes, silo de bellaquerías, inventor de maldades, publicador de sandeces! Y refórmese la señorita Constitución por la vía rápida, antes de que la buena gente escuche a bribones como tú. UNA RAYA EN EL AGUA IGNACIO CAMACHO IMPUESTO PARA RICOS La obligación fiscal es un círculo vicioso en el que siempre están atrapados los mismos: la clase media asalariada E MÁXIMO L Gobierno no puede subir los impuestos a los ricos porque en España los ricos no pagan impuestos. Por esa razón tampoco ellos pueden pedir al Gobierno que les cobre más, como han hecho las primeras fortunas de Francia en un gesto demagógico pero elegante de solidaridad social. A los grandes millonarios franceses no les importa que se sepa que lo son ni tratan de negarlo con hipocresía, mientras nuestros plutócratas se disfrazan ante Hacienda de sociedades patrimoniales y se autoadjudican salarios oficiales de mileuristas. Al final, aquí como allí, los impuestos los pagan sólo aquellos que no pueden evitarlos; por eso el valor simbólico de la oferta de los magnatesgalos es más el de reconocerse privilegiados que el de entregar al Estado una calderilla voluntaria y sobrante como el que deposita un displicente óbolo parroquial. En Españael único impuestosignificativo- -progresivo, inevitable y muy alto- -es el IRPF y lo paga la clase media asalariada, porque no es un tributo sobre la renta sino sobre la nómina. Y con una nómina no hay nadie que pueda hacerse rico; todo lo más procurarse un pasar cómodo y desahogado y afrontar sin muchas penalidades las deudas. Para que paguen los ricos habría que aumentar el IVA, que al ser indirecto recae asimismo sobre los pobres, o el impuesto de sociedades, lo que gravaría el desarrollo industrial; los verdaderos ricos se lo han montado de tal forma que el único modo de cobrarles perjudica también a los que no lo son, y por tanto resulta desaconsejable. Queda la posibilidad de restablecer el extinguido impuesto de patrimonio, que trae al Gobierno en un dubitativo sí es no es, pero tampoco serviría de mucho, porque los patrimonios grandes y sustantivos están a nombre de empresas y fundaciones que sirven de pantalla a sus propietarios; la gran riqueza nacional no tiene, técnicamente, apellidos sino siglas. Así la izquierda está presa de la contradicción que significa apretar una presión fiscal que acaba recayendo sobre los trabajadores, mientras la derecha, más pragmática, aboga por aflojarla desde el principio liberal de que el dinero está mejor en el bolsillo de los contribuyentes que en el del Estado. Los primeros lo administran mejor porque saben que es suyo; luego, de todos modos, Hacienda los convierte en servidores de la Administración sin haber hecho oposiciones a funcionarios. En Norteamérica suele decirse que una multa es un impuesto por hacer las cosas mal y un impuesto es una multa por hacerlas bien. Existen multas por eludir impuestos pero sólo se las imponen a quienes ya los pagan, que son los que están alcance de la inspección. La obligación fiscal es un círculo vicioso en el que siempre están atrapados los mismos, como en el Infierno del Dante; los ricos quizá vayan allí en la vida eterna pero en ésta no hay modo de acercarlos siquiera al purgatorio de la Agencia Tributaria.