ABC MADRID 12-08-2011 página 31

ABC VIERNES, 12 DE AGOSTO DE 2011 abc. es economia ECONOMÍA 31 comparándolo con la actitud del norteamericano Barack Obama que ha emitido un mensaje a la nación o de Sarkozy interrumpiendo, como la locuacidad del ministro liberal de economía Philipp Rosler, que tampoco ha contribuido a calmar el ambiente en la bolsa Los especialistas alemanes estaban pendientes sobre todo del Instituto Federal de Estadísticas, que acaba de anunciar que los precios subieron el 2,4 en julio, que es una cifra que está rozando el umbral que el Banco Central Europeo se fijó como tope antes de hacer sonar la alarma de peligro de inflación. Lo que Angela Merkel y Nicolas Sarkozy decidan el martes será puesto sobre la mesa en la reunión de ministros de finanzas europeos de Wroclaw (Polonia) el 16 y 17 de septiembre, de la que tiene que salir una posición común para la reunión de G 20 que tendrá lugar en noviembre en Cannes, precisamente bajo presidencia francesa. Esta será sin duda una de las cumbres más importantes del otoño. El BCE certifica el estancamiento BObama insiste en que son los problemas de Europa los que golpean las costas de EE. UU. IGNACIO FARIZA MADRID JOSÉ M. DE AREILZA El Banco Central Europeo (BCE) alertó ayer sobre una posible desaceleración en el crecimiento de la eurozona en la segunda mitad del año. Y es que pese a la revisión al alza del crecimiento en 2011, que finalmente estima en el 1,9 el organismo advierte de un complicado cierre de ejercicio. El informe mensual de la entidad con sede en Fráncfort admite una previsible desaceleración de la zona euro en lo que queda de año, como consecuencia de la incertidumbre global Entre las causas de la ralentización europea, los técnicos del BCE citan la moderación del crecimiento mundial, el aumento del precio de materias primas energéticas y no energéticas y, sobre todo, la fuerte consolidación fiscal de los países desarrollados. El BCE incide especialmente en este último punto y pronostica un mayor impacto del esperado de las medidas de austeridad en los países de la zona euro y menciona los riesgos asociados a la tensión en los mercados financieros como potenciales factores de inestabilidad económica. El banco central es especialmente incisivo con Grecia, Irlanda y Portugal, a los que apela a aplicar de forma estricta los programas de ajuste asociados a su rescate. Para el resto de países de la zona euro, el BCE destaca la importancia del acuerdo sobre el estricto cumplimiento de los objetivos de estabilidad de sus arcas públicas. En este sentido, el organismo recuerda que el objetivo común debería ser que las finanzas públicas retomen la senda de la sostenibilidad tan pronto como sea posible El ministro de Economía italiano, Giulio Tremonti, reconoció ayer por primera vez la existencia de una carta enviada por el BCE a su Gobierno. En ella se dictaban las condiciones de obligado cumplimiento para que el organismo accediera a comprar deuda pública. Entre estas condiciones figuran recortes a la clase política y una reforma laboral que introduce una mayor flexibilidad en las condiciones de despido. Y mientras, Barack Obama volvió ayer a señalar a Europa como germen de los problemas económicos de su país. En un discurso en un fábrica de baterías de Michigan aseguró que la crisis de deuda europea estaba golpeando en las costas de EE. UU. Esta misma semana ya afirmó que la inestabilidad económica en España e Italia se estaba contagiando a su país. UN ROLLS EN EL BARRIZAL L Italia admite condiciones Críticas en Berlín La oposición ataca a la canciller Y mientras los franceses creen que Merkel es la respuesta, los reproches de la oposición socialdemócrata y de la prensa local por seguir con sus vacaciones durante los últimos días de pánico en los mercados se multiplican. El popular diario Bild dedicaba ayer su segunda página a la ausencia de Merkel, con la pregunta en grandes titulares ¿Por qué calla la canciller? estampada sobre la silueta en negro de la jefa del Gobierno. Al margen de críticas externas, Merkel debe afrontar las divisiones en su propia Unión Cristianodemócrata y entre sus ministros de Economía y Finanzas. AFP a crisis de deuda ha puesto de relieve que la Unión Monetaria es un edificio construido a medias, con piezas no bien ensambladas que chocan unas con otras cuando arrecia la tempestad. El caso Banco Central Europeo es la ilustración perfecta de la mentalidad romántica, y hasta cierto punto admirable, con la que se proyectó la moneda única, más propensa a los lujos que a las necesidades. Por ley, esta institución es independiente del poder político, no rinde cuentas ante el Consejo de Ministros o el Parlamento y sólo tiene como objetivo el control de la inflación a largo plazo. Reproduce así a escala europea el exitoso modelo del último banco central alemán, pero en un contexto en el que no hay política fiscal, prestatario de último recurso o supervisión financiera común. La crisis ha obligado al BCE a ir más allá de su mandato y a mutar en una institución dedicada también a preservar la estabilidad del sistema financiero, una tarea en la que ha tenido más aciertos que errores. Pero esta institución desbordada no salvará al euro sino que como mucho lo mantendrá con respiración asistida, mientras aguardamos a que el poder político adopta las decisiones que lleven a un gobierno económico europeo más inteligente, así como reformas nacionales de gran calado. Además, en el puesto de mando del banco sigue Jean Claude Trichet, quien en la recta final de su mandato más que nunca dice y hace lo que piensa. En discurso de recepción del premio Carlomagno hace unos meses reclamó con valentía una centralización sustantiva de poder económico en Bruselas, pero hace unos días sus titubeos sobre la compra de deuda hicieron que se tambalease el sistema. La pregunta es si el BCE, una institución diseñada como un Rolls Royce, puede seguir haciendo las tareas más propias de un todoterreno en un barrizal.