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ABC MADRID 02-06-2011 página 59
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ABC MADRID 02-06-2011 página 59

  • EdiciónABC, MADRID
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ABC JUEVES, 2 DE JUNIO DE 2011 abc. es cultura Lea citas y curiosidades y escuche a Leonard Cohen en abc. es cultura CULTURA 59 do que su estrella se apagaba, que ya había dado de sí toda su luz, y una y otra vez ha vuelto a esclarecernos y a sorprendernos. Con su sencilla disciplina y su dedicación entre judía y zen a la totalidad. Cuando en mayo de 2009 Leonard Cohen regresó triunfalmente al Radio City Music Hall de Nueva York, a la puerta se formó una pequeña melée de manifestantes exigiéndole que no actuara en Israel, como tenía previsto hacer al término de ese tour, en señal de protesta por lo ocurrido unos meses antes en Gaza. Hacía falta no conocerle. Cohen fue, actuó en Israel (las entradas se agotaron en 24 horas) y mantuvo en todo momento su generosa receptividad hacia todas las partes en conflicto. La que le ha permitido lo mismo tomarse un coñac con Ariel Sharon que abominar de la guerra como solución de los problemas. ¿Desde cuándo los poetas están para arreglar o para estropear el mundo? ¿No se encargan ya otros de simplificarlo a placer, y ellos bastante hacen con tratar de deshacer el entuerto y reponer a lo humano su complejidad irrenunciable? ¿No es la vida una paradoja envuelta en espinoso papel de regalo? Por ejemplo, sin la grave crisis que nos azota, nadie habría vuelto a ver ni a oír a Leonard Cohen en directo entre 2008 y 2010, cuando regresó a los escenarios menos por vocación que porque su anterior administradora le había robado 5 millones de dólares y le había dejado en la ruina. Casi pareció que se nos iba en Valencia, cuando se desmayo en el escenario. Luego celebró su 75 cumpleaños en Barcelona y Lorca seguramente sonrió esté donde esté, melancólico. Si sólo hubieran podido envejecer juntos y conocerse. Poética y narrativamente, Cohen le canta siempre al hombre de hoy En carne propia y en carne viva MANUEL DE LA FUENTE MADRID Leer a Leonard Cohen El libro del anhelo (Lumen, 2006) Salmos (Fundamentos, 1986) Memorias de un mujeriego (Visor, 1982) La energía de los esclavos (Visor, 1974) Estarán a codazo limpio en el Parnaso porque el portero celestial no les ha puesto en primera fila, junto a Petrarca, Rimbaud, Neruda, Yeats. No, ser un poeta del rock and roll no te garantiza una butaca a la vera de Baudelaire, ni aunque te pongas de absenta hasta las cejas. Y eso que los hay que se lo han currado de veras. Como Lennon y McCartney, demiurgos de una generación. Como Jagger y Richards, maquiavélicos versificadores. Como Gran Parsons, ángel de los desiertos. Como la palabra alucinada y alucinante de Jim Morrison. O la fiereza antisistema de la Jefferson Airplane. O la palabra embadurnada de magia negra de Robert Plant. O la dinamita hecha poema de los Clash, la poesía rebelde y con causa de Springsteen, el verso postmoderno de Patti Smith, el sueño del verano del amor de Mamas The Papas, la liturgia céltico- negroide de Van Morrison, la Biblia en verso de Bob Dylan. Ayer, Leonard Cohen llegó hasta ese Olimpo. Y le abrieron. Leído y viajado, con poco más de 30 años, Cohen ya había publicado dos novelas y tres poemarios, el tercero de ellos, Flores para Hitler poesía malherida por el Holocausto. Las novelas siguen la brújula de Kerouac y Joyce: El juego favorito Bajo mis manos tus pequeños pechos son los vientres vueltos hacia arriba de golondrinas caídas que respiran Lawrence Breavman su protagonista dixit) y Los hermosos vencidos (En Grecia: Fue un verano extremadamente caluroso. Nunca me cubrí la cabeza. Esto, más que un libro es una insolación Como Dylan, ya tiene oficio: el mester de juglaría. En su morral poético viajan Pound, Kavafis, Yeats, la Torá, Whitman, Ginsberg... y los muelles, los prostíbulos, los vagabundos, la fe: Jesús era un marinero cuando anduvo sobre las aguas. Todos los hombres serán marineros hasta que el mar les libere canta en Suzanne Rapsoda, bálsamo y consuelo en Sisters of Mercy Las hermanas de la Misericordia tocaron mis ojos y yo toqué el rocío en sus dobladillos Poeta y hombre que como un pájaro en el cable he intentado a mi manera ser libre Bird on the wire El hombre que rinde culto a La energía de los esclavos otro de sus poemarios: Canto solo para aquellos a los que le da igual quién gane la guerra Poeta desolador y desolado, siempre en carne propia y en carne viva: Haré un sitio entre mis piernas, te enseñaré la soledad Descreído pero a la espera de ser señalado por el dedo de la fe: Llevaba veinticinco años sentado en una cafetería esperando al Espíritu Santo Kavafiano viajero, lorquiano ya por el 79, antes de su versión del Pequeño vals vienés de Federico: Las navajas de plata brillan en la vieja y cansada taberna Hombre y poeta presos del pánico en Various positions Si esto no es la Crucifixión, es el Holocausto aunque acabe por fin resucitando con un Hallelujah: Siempre estaré ante el Señor del Cantar y en mi lengua no habrá más que aleluya Pero antes toma Manhattan, Berlín y contempla el Apocalipsis: Todo el mundo sabe que la guerra ha terminado, todo el mundo sabe que la perdieron los buenos, todo el mundo sabe que la peste se acerca, todo el mundo sabe que avanza deprisa Aquel hombre que un día de noviembre (el 24 de 1992) jugaba con la baraja del Tarot para ABC: El futuro es un crimen. Es la catástrofe que ya está instalada en nuestro corazón

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