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ABC MADRID 07-04-2011 página 14
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  • EdiciónABC, MADRID
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14 OPINIÓN AD LIBITUM PUEBLA JUEVES, 7 DE ABRIL DE 2011 abc. es opinion ABC MANUEL MARTÍN FERRAND EL HUERFANITO A Elena Salgado se le va en teorías lo que a Alfredo Pérez Rubalcaba en intrigas y a Manuel Chaves en suspiros L A patología igualitaria, una de las enfermedades contagiosas que transmite la socialdemocracia, tiende a confundir los inalienables derechos de las personas con la realidad. De ahí la mala costumbre de las generalizaciones valorativas. Aunque estén unidos por un líder, una función y un destino no todos los ministros de José Luis Rodríguez Zapatero son la misma cosa. Según nos aclaró George Orwell en su Rebelión en la granja, todos los animales son iguales, pero algunos son más iguales que otros La eficacia del equipo gubernamental, nula en su conjunto, es dispar en sus individualidades. Por ejemplo, si usted, querido lector, fuera el propietario de un gran comercio y tuviese que ausentarse, ¿a quién de los ministros actuales le encomendaría la gestión y vigilancia de su negocio? Personalmente no tengo la menor duda. José Blanco es el más capaz de todos ellos. A Elena Salgado se le va en teorías lo que a Alfredo Pérez Rubalcaba en intrigas y a Manuel Chaves en suspiros y, entre los demás, el que más parece haberse aproximado a la realidad mercantil, Miguel Sebastián, parece un frívolo de tomo y lomo. Me debe, de momento, una bombilla y un neumático que todavía no se ha fabricado. Blanco es otra cosa. Un currante que salió de su pueblo y que, con escasos estudios, aprovechó al máximo las lecciones de Filosofía que le dio en el instituto de Lugo el profesor, y hoy alcalde lucense, José López Orozco. Sabe lo que sabe que es mucho más seguro que ignorar lo que no se sabe. Después de la renuncia de Zapatero, el actual ministro de Fomento y todavía vicesecretario general del PSOE ha reconocido paladinamente, que, políticamente, se ha quedado huérfano No huye del naufragio, lo asume en la cuota que le corresponde y ello, por insólito, le sube a un pedestal de notorias diferencias. Antonio Machín, que era hijo de un orensano que emigró a Sagua la Grande, en Cuba, llevó siempre en su repertorio, junto a los Angelitos negros y sus Dos gardenias, una canción que le viene al caso y que, políticamente y según su propia confesión, pudiera entonar como himno el huérfano de Zapatero, El huerfanito: Yo no tengo padre, yo no tango madre, yo no tengo a nadie que me quiera a mí Quizás por eso confiesa estar dispuesto a buscar un proyecto ilusionante dentro o fuera de la política Muchos de sus compañeros de Gabinete, con mejor currículum académico y más larga trayectoria aparente, no podrían decir lo mismo. A partir de ahora, hasta que el 22 de mayo dicte sentencia, asistiremos a muchas confesiones públicas, quizás no tan edificantes, como la del huérfano de Orense. PERSPECTIVA FERNANDO FERNÁNDEZ ALEGATO CONTRA LAS PRIMARIAS Son una deformación que, como todos los sistemas híbridos, garantiza lo peor de cada casa L A intervención en un mercado no competitivo no garantiza la eficiencia ni la mejora del bienestar. No solo porque hay tantos fallos de regulación como de mercado, como ignoran los enemigos de la libertad, sino también porque intervenciones parciales que buscan eliminar alguna práctica anticompetitiva concreta sin alterar la naturaleza del mercado pueden resultar contraproducentes, como a menudo olvidan las autoridades de la competencia. El profesor Patrick Rey, de la Universidad de Toulouse, nos lo recordaba el martes en una conferencia organizada por la Fundación Ramón Areces y la IE Business School ante un auditorio semivacío, porque ni con cinco millones de parados puede la economía competir con la Champions. Mientras disfrutaba después con los goles del Madrid, se me ocurrió aplicar sus enseñanzas a las elecciones primarias de las que presume Zapatero. Las primariasson un virusajeno alsistema político español, incompatibles con el sistema parlamentario y la ley electoral. Responden a la lógica de los sistemas presidencialistas, en los que el candidato es elegido directamente por los ciudadanos, con su propio programa y con una tenue adscripción simbólico- senti- mental a un partido. El parlamentarismo es otra cosa. No son los ciudadanos, sino las Cortes, las asambleas autonómicas o los plenos municipales quienes eligen al presidente. No siempre es elegido el más votado; si así fuera no habría duda quién gobernaría en Andalucía. No son los candidatos sino sus partidos quienes hacen el programa, lo que facilita el engañoalos electores porquesiempre se puedeargumentar que una cosa son las convicciones personales y otra, los compromisos institucionales. No es el candidato quien elige a sus acompañantes en las listas, sino que le vienen impuestos por el aparato del partido, como hemos visto en Madrid en el propio PSOE. No hay ni puede haber confrontación de ideas en las primarias dentro de un sistema de partidos parlamentarios- ¿qué partido se va a arriesgar a que sus candidatos se machaquen? -sino una mera pasarela electoral, un juego mediático en el que la telegenia se impone al currículum. No me gustan las primarias. Son una deformación presidencialista del parlamentarismo que, como todos los sistemas híbridos, garantiza lo peor decada casa. Como la reforma deBolonia, un híbrido vergonzante entre el modelo universitario anglosajón y el continental europeo. Y tendrá sus mismos efectos lampedusianos: que todo cambie para que nocambienada. Cuandohahabidoprimarias, hanresultado un fiasco porque han sido capturadas por el aparato de los partidos. No tratemos la crisis institucional y de legitimidad política como la crisis económica o la bancaria. No esperemos a que dentro de unos años la autoridad tenga que disculparse por no haberse enterado de nada. El diagnóstico institucional, como el económico, está hecho hace muchos años. La ley electoral, el mecanismo de financiación de los partidos y la debilidad económica de los grupos de comunicación confieren al aparato un poder omnímodo. La profesionalización de la política conduce a la lealtad absoluta y al desprecio de la competencia. Nada de esto se cura con primarias. Como los malesdelmercadode trabajo no securanconel sucedáneo de reforma laboral aprobado ni los del sistema financiero con el FROB. Pero agotan el impulso reformista y tranquilizan la conciencia de electores y elegidos. Exactamente igual que las primarias.

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