ABC MADRID 30-01-2011 página 70

70 MADRID MADRID RECUPERADO DOMINGO, 30 DE ENERO DE 2011 abc. es madrid ABC El cementerio de los héroes de mayo Los restos de los 43 hombres fusilados el 3 de mayo de 1808 por los franceses permanecen a espaldas de la ermita SARA MEDIALDEA MADRID LA FLORIDA Claves para no perdérselo B Visitas El cementerio se puede visitar- -en mayo y junio, los fines de semana, y concertando citas en asturte telefonica. net- La visita es gratuita y guiada por expertos de la Sociedad E s una sorpresa Todo un descubrimiento Así reza el 80 por ciento de las dedicatorias que han dejado en los libros de firmas los visitantes del Cementerio de La Florida, una pequeña y recoleta joya cuya existencia es ignorada por la mayoría de los madrileños. Y eso que allí se encuentran nada menos que los restos de los 43 hombres fusilados por los soldados franceses el 3 de mayo de 1808 e inmortalizados en uno de los cuadros más famosos de Goya. Fundado en 1798 a iniciativa de la Casa Real, para sus empleados y familiares, este pequeño cementerio está situado en terrenos públicos. Fue propiedad de Carlos IV, Fernando VII e Isabel II, hasta que la desamortización de Mendizábal lo traspasó a Patrimonio Nacional. En 1868 fue cedido a la Congregación de la Buena Dicha, que a su vez le transmitió la gestión a la Sociedad Filantrópica de Milicianos Nacionales Veteranos, que se ocupa desde entonces de su mantenimiento y supervivencia. B Libro El área de Las Artes del Ayuntamiento ha publicado un libro con la historia del Cementerio (de venta en la Casa del Libro, museos municipales y Cuesta de Moyano) B Los mecenas Cuida del cementerio, sin subvención ninguna, la Sociedad Filantrópica de Milicianos Nacionales Veteranos, Medalla de Plata de la Comunidad de Madrid JOSÉ ALFONSO A la muerte por azar Una labor encomiable y muy poco reconocida y en la que a veces se han encontrado con serios obstáculos: por dos veces, ha habido intención de hacer desaparecer el cementerio: en 1917, cuando querían trasladar los restos al obelisco de la plaza de la Lealtad; y, en los años 60, cuando quiso incluirse este terreno en la operación Pasillo Verde Ferroviario, que rehabilitaba y ajardinaba muchas zonas anexas a las vías del tren. En pocos lugares se ve y se vive tan intensamente la historia de España: a apenas unos metros, en la Montaña de Príncipe Pío, fueron fusilados estos 43 madrileños la madrugada del 3 de mayo de 1808, por la tropas al mando del general Murat. Según explica José Luis Sampedro, presidente de la Sociedad Filantrópica que gestiona el cementerio, los fusilados fueron elegidos al azar de entre los que estaban detenidos en alguno de los depósitos que había en la ciudad, tras las revueltas del 2 de mayo. Todos menos el fraile del cuadro de Goya, Francisco Gallego, capellán del monasterio de la Encarnación. Llegar al cementerio de La Florida es fácil: está detrás de la ermita de San Antonio o al final del paseo del Rey, junto a la Escuela de Cerámica. Una pequeña verja lo aisla de la calle. Acaba de ser rehabilitado gracias a una subvención del Ayuntamiento, que se ha hecho cargo de los 120.000 euros de la inversión. A la entrada, existe un pebetero y una reproducción del cuadro de los fusilamientos en azulejos, obra del que fue muchos años director de la Escuela de Cerámica, Juan Manuel Sánchez Ríos. Un pasillo ajardinado conduce hacia la zona donde se sitúa la capilla, en cuyo exterior se conserva la prime- El pebetero de la entrada al cementerio- -arriba, junto a una reproducción del cuadro de los fusilamientos de Goya- -se enciende cada año el 3 de mayo, en homenaje a las víctimas. A la izquierda, la placa que recuerda a los 43 caídos ra lápida de la fosa común donde se enterró- -tras varios días expuestos al aire, por expresa orden de Murat- -a los 43 fusilados. No fueron los únicos: Sampedro asegura que en Madrid hubo esas jornadas entre mil y dos mil muertos Junto a la lápida, una reproducción en cerámica del cuadro de Palmaroli Los desenterramientos de La Florida cuyo original se encuentra en el Ayuntamiento madrileño. Pero los restos de los fallecidos aquel 3 de mayo se encuentran en la cripta de la ermita, tras una lápida con los nombres de los identificados y una mención a los 14 que aún son desconocidos. Entre ellos, albañiles, carpinteros, cerrajeros, comerciantes, empleados de hacienda... Este gran desconocido tiene sus puertas abiertas para quien tenga la curiosidad de conocer un pedazo de nuestra historia.