ABC MADRID 02-01-2011 página 78
- EdiciónABC, MADRID
- Página78
- Fecha de publicación02/01/2011
- ID0005896167
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78 CULTURA DOMINGO, 2 DE ENERO DE 2011 ABC El gobernador de Nuevo México se planteaba indultarle póstumamente, pero lo descarta tras consultar con los descendientes de Pat Garrett Sin perdón para Billy el Niño N ANNA GRAU CORRESPONSAL EN NUEVA YORK o es la última película de Clint Eastwood o de los hermanos Coen, sino pura y dura noticia: Billy el Niño, el forajido de leyenda muerto a los 21 años tras supuestamente llevarse por delante a tantos hombres como años tenía- -aunque en la vida real es posible que solo despachara entre 4 y 9- ha estado a un paso del perdón, pero se ha quedado sin él. Bill Richardson, gobernador saliente de Nuevo México, estudió indultarle póstumamente por sus crímenes, pero lo ha acabado descartando tras consultar con los descendientes de los afectados, incluidos tres nietos y dos biznietos del sheriff Pat Garrett, que fue quien famosamente le mató. Es la segunda vez que Billy el Niño se queda a las puertas de hacer las paces con la ley. La primera fue cuando un lejano antecesor de Bill Richardson, Lew Wallace, hizo en 1879 un trato con el proscrito: dejarle legalmente inmaculado a cambio de que testificara en el juicio por un asesinato que había presenciado. Parece que Billy el Niño cumplió su parte del trato, pero el gobernador Wallace se echó atrás de la suya. Entonces, Henry McCarthy, pues ese era su nombre de pila verdadero, siguió siendo un proscrito y hasta es posible que matara a dos hombres de la ley más antes de caer él mismo bajo las balas del sheriff Garrett, quién sólo un año después publicaría una biografía bastante sensacionalista de su presa. ¿Es posible que esto haya pesado en el ánimo de sus herederos para oponerse al perdón que Richardson planeaba? Cuando se supo que el actual gobernador acariciaba esta idea empezó a recibir apasionados e- mails de todo el mundo, incluidos de puntos tan distantes como Australia o Nueva Zelanda. Hasta 800 se acumularon en muy pocos días, la mayoría a favor de perdonar a Billy el Niño. Más o menos real o inventada, sigue causando estragos su figura. Para muchos, más que un delincuente, es un rebelde de la frontera, casi un presagio de Kerouac y compañía. Finalmente, se ha acabado imponiendo la visión más conservadora o más prudente del asunto. A los descendientes del sheriff Garrett no les hace ninguna gracia que un posible indulto desmerezca la hazaña de su pariente y, por lo demás, el gobernador Richardson admite que, sin saber con certeza por qué el gobernador Wallace se echó atrás de su promesa de indulto, le resulta complicado enmendarle la plana. Que, en resumen, no quiere arriesgarse a alterar o embellecer la historia de alguien que en el fondo dedicó su vida al pillaje, al saqueo y al asesinato, lo mismo de aquellos que se lo merecían que de los inocentes Hoy en día, ¿le llamaríamos forajido de leyenda o terrorista? Arriba, imagen de 1880 de Billy el Niño. A la izquierda, unos turistas entran en una tienda dedicada al bandido en Lincoln (Nuevo México) AP AFP