ABC MADRID 21-09-2010 página 51

ABC MARTES, 21 DE SEPTIEMBRE DE 2010 abc. es sociedad SOCIEDAD 51 La Tasa Tobin, una idea de 1971 La posibilidad de poner un impuesto a las transacciones financieras internacionales se lleva debatiendo en todo el mundo desde 1971, fecha en que el economista estadounidense James Tobin habló por primera vez de ella y que le brindó nada menos que el Premio Nobel de Economía diez años más tarde. Sobre el papel la cuestión es bastante sencilla y bastante igualitaria desde el punto de vista social, ya que supondría gravar con una tasa los movimientos financieros internacionales y, con los fondos que se recaudasen, ayudar al desarrollo de las poblaciones más desfavorecidas del planeta. Sin embargo, hay otras corrientes políticas que consideran que se obstaculizaría el libre comercio, argumento que llevado al extremo sería negativo para los países más pobres, ya que buena parte de sus ingresos provienen precisamente de la venta de sus cereales y productos agrícolas en general. Según cálculos de la ONU se podrían recaudar hasta 720.000 millones en un año si se implantara este mecanismo. En 2015 habrán muerto 1,2 millones de niños por falta de alimento AP De los Objetivos del Milenio a la Cumbre del Hambre BLa crisis ha echado un jarro de agua fría sobre todas las buenas intenciones ANNA GRAU CORRESPONSAL EN NUEVA YORK destinarlo a los países más pobres. Parece bastante lógico, sensato y justo- -dijo Zapatero- -que los países que han salido al rescate del sistema financiero le pidan ahora un mínimo esfuerzo de colaboración Si bien esa fue la única propuesta planteada en su intervención por Zapatero, fuentes gubernamentales in- dicaron que España está abierta a la consideración de otras iniciativas como podría ser la adopción de impuestos al transporte aéreo y marítimo destinados a compensar sus emisiones contaminantes, o bien el establecimiento de contribuciones voluntarias ligadas a los billetes de avión. De hecho, una docena de países, entre ellos Francia ya ha implantado este mecanismo, que consiste en aplicar una contribución voluntaria de un euro para los billetes de vuelos nacionales y de dos para los internacionales, en clase turista, y de algo más en clase preferente. El sistema, según las fuentes españolas, ha permitido recaudar 160 millones de euros anuales para el desarrollo y además ayuda a que la población se conciencie de la necesidad de sumar aportaciones privadas a las ayudas públicas al desarrollo. De todos modos, las mencionadas fuentes precisaron que el Gobierno español no estudia en estos momentos la adopción de ese tipo de tasas, ni siquiera las voluntarias. Siga toda la actualidad de la cumbre de Nueva York en Vuelos en clase turista acabar con las muertes por desnutrición. Priorizar la nutrición infantil tendrá un altísimo retorno de inversión: una nutrición adecuada será imprescindible para evitar daños irreversibles, preparando el camino de lo que serán vidas sanas y productivas, promoviendo el desarrollo económico de las naciones a largo plazo. No habrá un mejor momento para los gobiernos que la cumbre de la Naciones Unidas para la revisión y seguimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, para renovar y reforzar su compromiso con la nutrición infantil. CARLOS RIAZA GARCÍA ES REPRESENTANTE DE ACCIÓN CONTRA EL HAMBRE abc. es sociedad De los Objetivos del Milenio a la Cumbre del Hambre. En el año 2000 la ONU suscribió ocho grandes objetivos para reducir a la mitad la pobreza extrema en el mundo (el número de personas que sobreviven con menos de 1 dólar al día) y erradicar sus peores consecuencias antes de 2015. Desde ayer lunes se reúnen en Nueva York más de 140 jefes de Estado y de gobierno para hacer balance y celebrar lo que nadie quiere reconocer que es la Cumbre del Hambre. Ya está claro que los Objetivos no se van a cumplir y no se buscan tanto soluciones como excusas. El secretario general de la ONU, Ban Ki- Moon, empezó pidiendo que la crisis económica no amengüe los esfuerzos mundiales de solidaridad. Pero eso es precisamente lo que ha ocurrido. Después de una inicial bonanza de cinco años, cuando pareció que el fuerte despegue de las economías emergentes en Asia y América Latina ponía al alcance el objetivo de reducir significativamente la pobreza, la crisis ha echado un jarro de agua fría sobre todas las buenas intenciones. El año 2009 dejó 50 millones más de pobres extremos y la miseria mata una media de 22.000 niños al día, según Unicef. Ante estos datos palidecen las estadísticas del optimismo difundidas ayer por el presidente del Banco Mundial (BM) Robert Zoellick, quien reivindicó que desde 2000 los programas del BM han salvado 13 millones de vidas humanas. Gracias a sus préstamos sin interés o donaciones a los países en desarrollo ha sido posible inmunizar a 311 millones de niños y dar acceso al agua potable a 177 millones de personas. El problema es que todo eso es como una gota en un mar. Siguen sin agua potable 1.000 millones de personas en el mundo, que probablemente serán 1.100 millones en 2015. Para entonces Oxfam calcula que pueden haber muerto 1,2 millones de niños menores de cinco años por falta de alimentos y de atención médica. Mientras el hambre se dispara también lo hace el paro, cuya reducción era otra meta estelar de los Objetivos del Milenio. El director del Fondo Monetario Internacional, Dominique StraussKahn, admitió que una crisis que no sólo es financiera sino también alimentaria y energética ha hecho perder años de avances Lo cierto es que, según los expertos, incluso sin la crisis el grado de cumplimento de los Objetivos del Milenio distaba mucho de ser satisfactorio ni homogéneo. Por ejemplo los avances en Asia y la América Latina no se habían dejado sentir apenas en el insondable estómago vacío del África subsahariana. La crisis ha empeorado lo que ya iba bastante mal.