ABC MADRID 05-09-2010 página 26

26 ESPAÑA DOMINGO, 5 DE SEPTIEMBRE DE 2010 abc. es españa ABC Corbacho, un fichaje para recuperar al votante tradicional B Cambio de estrategia: Montilla afirma ahora que en el PSC no hay un sector catalanista M. ROVIRA BARCELONA En menos de 24 horas, el PSC de Montilla ha pasado de reivindicar una España federal como mínimo a apelar a los valores tradicionales de una fuerza que el electorado había percibido hasta hace una década como alternativa al nacionalismo catalán. Ese mismo PSC de Montilla es ahora, tras el desembarco del todavía titular del ministerio de Trabajo, Celestino Corbacho, una federación como otra cualquiera del PSOE con un discurso que aspira a ser tan digerible en Barcelona como en Extremadura, patria chica de Corbacho y de miles de votantes del socialismo catalán. Si hasta ahora el mensaje de referencia del PSC acentuaba sus diferencias con el PSOE, a partir de ahora se trata de convencer a los electores del cinturón rojo -el granero socialista en las elecciones generales- -de que todo ha sido un espejismo, de que Montilla no lideró una manifestación en la que se pedía la independencia de Cataluña el pasado 10 de julio y de que la sentencia del Constitucional no es tan mala como decían. Ese es el resumen de los gestos y declaraciones del tándem Montilla y Corbacho en el primer sprint de la larga carrera de fondo de las elecciones autonómicas en Cataluña. El próximo martes, el president Montilla anunciará la fecha de la cita, con toda probabilidad el 28 de noviembre para no interferir en la visita de Su Santidad Benedicto XVI a Barcelona, que será el domingo 7 de ese mes. Hasta este primer martes, tanto Montilla como Corbacho tienen previstos varios actos públicos cuyo objetivo es difundir el retorno del ex alcalde de Hospitalet y la buena nueva. cia del PSOE y la estrategia a seguir en Cataluña. El consejero de Economía de Montilla, Antoni Castells, que ha renunciado a figurar en las listas, es el portavoz de una corriente que alberga a los notables del PSC, casi todos ellos en puestos de primera fila, como los consejeros Ernest Maragall y Montserrat Tura o el ex consejero de Cultura Ferran Mascarell. Esa inexistente ala para Montilla es la que propugna romper con el PSOE y aboga por una apuesta decidida por los aspectos más cuestionados del Es- tatut; o sea, los relacionados con símbolos, definiciones, competencias y lengua. En el plano interno, Corbacho tiene mucho más peso que cualquiera de ellos en el seno del PSC, pues es quien maneja los resortes de las agrupaciones del Baix Llobregat, la comarca que alberga las antaño ciudades dormitorio de la capital catalana. Y esas bases justifican la retórica oficial pero han sido decisivas a la hora de cambiar de rumbo al menos durante la campaña. Por eso, Montilla y Corbacho están más preocupados por frenar el deterioro de imagen que supone incorporar al ministro del paro que por explicar las causas de tan radical cambio. De hecho, CiU y el PP catalán han acogido el regreso como una oportunidad para poner de manifiesto la incompetencia de los socialistas. La candidata del PP, Alicia Sánchez Camacho, subrayaba que con Montilla Cataluña había sumado 700.000 parados mientras que Corbacho ha dejado un rastro de más de cuatro millones de parados El líder de CiU, Artur Mas, incidía en la misma brecha. Montilla, imperturbable, respondía que las políticas del Gobierno son colegiadas y, por tanto, el desgaste también, así que no podía considerarse a Corbacho en modo alguno responsable de la cifra del desempleo. dido por las críticas recibidas por parte de la oposición y los socios del tripartito y negó que su marcha suponga una crisis en el seno del Gobierno. Después de dos años en el Ministerio de Trabajo, Corbacho se marchará tras la huelga general del 29 de septiembre, dejando a casi cuatro millones de personas desempleadas. La cifra casi se ha duplicado desde que sustituyera a Jesús Caldera en abril de 2008. Durante su mandato el panorama laboral ha sufrido muchos cambios. La crisis financiera dio lugar a una recesión en la economía real, la destrucción inmediata de miles de puestos de trabajo, la puesta en marcha de prestaciones como el subsidio de los 420 euros, y la formación de la mesa de diálogo para iniciar una reforma laboral que concluiría con el descontento de sindicatos y patronal y la convocatoria de una huelga general, la primera desde que Rodríguez Zapatero llegó al poder. Nunca se sintió a gusto en Madrid y ansiaba volver a la vida política catalana. Estaba a disgusto en un Gobierno donde no se le tenía en cuenta, que tomaba decisiones sobre competencias que le incumbían sin consultarle y que le hacía responsable de las consecuencias de la crisis en materia de empleo. Una de las primeras señales fue su exclusión del gabinete de crisis del llamado pacto de Zurbano en el que se acordaron medidas que afectaban a su ministerio. Tampoco faltaban los continuos desmentidos. Si el titular de Trabajo hablaba hace poco de ampliar a 20 años el periodo para calcular el cómputo de las pensiones por jubilación, Elena Salgado lo desmentía asegurando que sólo era una reflexión personal del ministro. El paro, la próxima huelga general y el enfrentamiento con los sindicatos pueden haberle animado a volver a sus raíces y rodearse de los que sí confiaron en él durante en los que desarrolló su carrera política en Cataluña. Ninguneado en el Gobierno Corbacho, Montilla y la alcaldesa de Hospitalet. INES BAUCELLS Nuevos discurso Para empezar, Montilla negaba ayer por la mañana en un acto como presidente de la Generalitat en Sabadell que en el PSC hubiera un ala catalanista. Corbacho, por su parte, apostaba en la televisión autonómica por encajar el Estatut en España recurriendo a la política es decir, todo lo contrario a la estrategia de confrontación que el PSC lejos de contener ha alentado en los últimos meses. En medio de una y otra declaración, la retórica federalista, pero con la palabra España como paraguas y mantra obsesivo. El espectacular giro aspira a acallar a la polémica interna- -a punto de ebullición- -sobre la dependen- Conseguiremos un buen resultado A. FERNÁNDEZ MADRID El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, visitó ayer las Fiestas Mayores del barrio de Bellvitge, en Hospitalet de Llobregat, junto al presidente de la Generalitat, José Montilla, en el que se considera primer acto público conjunto de los próximos cabezas de lista del PSC para las elecciones autonómicas. Durante la visita, el ministro de- claró a los periodistas su satisfacción por participar en un proyecto colectivo encabezado por José Montilla Para añadir después que cree que hay mucho trabajo por delante pero lograremos un buen resultado Corbacho declaró que tomó la decisión con el consentimiento del presidenteo del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. El todavía ministro de Trabajo se mostró sorpren-