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ABC MADRID 24-07-2010 página 16
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  • EdiciónABC, MADRID
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16 ESPAÑA D J. M. SANCLIMENS TRIBUNA BARCELONA SÁBADO, 24 DE JULIO DE 2010 abc. es nacional ABC Lluvia de reproches al presidente D LUIS DEL OLMO PUNTO RADIO D JAUME ANDREU EX PRES. SONY ESPAÑA D JOAN RIDAO SECRETARIO GENERAL ERC Usted dijo: apoyaré; Rajoy dijo: impugnaré; él ha cumplido recriminó el moderador, quien añadió que del president Montilla nos fiamos; de los 25 del PSC, algo menos Aseguró además que el conflicto sobre el Estatuto hizo que muchos catalanes no apoyaran la Roja El periodista reconoció que no me creo nada de lo anunciado por Zapatero en materia de recuperación económica. Preguntó a Zapatero si Cataluña se le está yendo de las manos Si Montilla no fuera un compañero socialista, actuaría con más firmeza ante el independentismo Sony apostó hace 25 años por Cataluña como un lugar donde se podía producir y exportar con la gran promesa del desarrollo de una conexión con Europa y seguimos con una autopista de dos carriles y de peaje para llegar a Francia. Es díficil explicar la elección de los recortes de Blanco Zapatero ha venido a pedir crédito a Cataluña pero aquí ya no lo fiamos, su hoja de servicios es la de alguien que ha roto demasiados jarros chinos criticó fuera del foro. Ha pasado del sí a todo, al incumplimiento sistemático de sus compromisos políticos José Luis Rodríguez Zapatero y José Montilla, juntos ayer en un foro de Barcelona. YOLANDA CARDO Zapatero calma al PSC y defiende la identidad nacional de Cataluña BEl jefe del Ejecutivo se erige en defensor del Estatuto ante un alud de críticas por su falta de credibilidad IVA ANGUERA DE SOJO BARCELONA Me parece completamente legítima la defensa de la identidad nacional de Cataluña pues ello, además, es compatible con la consideración constitucional de España como nación de todos José Luis Rodríguez Zapatero aterrizó ayer en Barcelona consciente de que debía neutralizar el efecto de la sentencia del Tribunal Constitucional, la manifestación del 10- J y los recortes de Fomento en las carreteras catalanas y se empleó a fondo para rehacer los lazos rotos- -tal y como le había reclamado 48 horas antes el presidente de la Generalitat, José Montilla- -con todo un despliegue de sensibilidad nacional Y aún así tuvo que aguantar duras recriminaciones en la que sin duda fue su visita más difícil a Cataluña. Zapatero renegó de la sentencia del Tribunal Constitución- no me siento responsable de la sentencia, ni de su fallo ni de su fundamentación -y se hizo responsable únicamente de sus consecuencias políticas que se aprestó a gestionar juntamente con el presidente de la Generalitat, José Montilla, para que la crisis política por la que atraviesa Cataluña se quede en un mal momento Para salir esa crisis, Zapatero señaló un camino con tres vías: la aprobación de leyes que puedan regular los puntos que según el Constitucional pueden ser reformados pero no a través del Estatuto; acelerar los traspa- sos pendientes y, en el ámbito político, que el Estado respete el marco competencial elemento que consideró importantísimo Sin olvidar la predisposición a afrontar una reforma de la Carta Magna para reformar el Senado. Un camino de compensaciones al orgullo herido catalán que Zapatero negó que tenga relación con las inminentes elecciones autonómicas, en las que el PSC perderá la Generalitat a manos de CiU, según todas las encuestas. Yo aprobé el Estatuto En este contexto, y visiblemente molesto por las alusiones a su falta de crédito ante el público catalán, el pre- La sentencia del Estatuto No soy ni me siento responsable de la sentencia. La acato y asumo sus consecuencias sidente del Gobierno recordó que el Estatuto catalán fue aprobado bajo mi mandato y desde luego no para garantizar una mayoría parlamentaria, lo pacté con CiU y no se han distinguido por dar apoyo al Gobierno añadió Zapatero. Yo no apoyé el Estatuto para ganar votos. Lo apoyé por convicción política, igual que la financiación concluyó para dejar claro su compromiso con las aspiraciones catalanas por contraste con la actitud del PP durante este proceso. Antes había recordado que los meses de tramitación del Estatuto en las Cortes no fueron fáciles para el Gobierno para desmentir la supuesta traición a la promesa esgrimida en diciembre de 2003 ante Pasqual Maragall de que apoyaría el Estatuto que aprobara el Parlamento de Cataluña. Una argumentación que no le sirvió para evitar que el moderador del acto, Josep Maria Sanclimens, le espetara usted dijo: apoyaré; Rajoy dijo: impugnaré; él ha cumplido o le recriminara la votación en el Congreso

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