ABC MADRID 13-07-2010 página 75

ABC MARTES, 13 DE JULIO DE 2010 abc. es deportes LA FIESTA EN IMÁGENES Reviva la jornada de ayer, desde la llegada de la selección y la Copa a Barajas hasta el festejo final, en abc. es multimedia DEPORTES 73 EFE En Caracas estallaron de alegría con el gol de Iniesta (izquierda) un sentimiento muy parecido a lo vivido en Cuba (derecha) EFE Dedicatoria de los jugadores a Su Majestad Los jugadores obsequiaron al Rey con una camiseta de la selección firmada por todos en la que se podía leer: Para Su Majestad Don Juan Carlos, con el cariño y afecto de los campeones del mundo. Usted es uno más Iniesta: Si lo sé, no marco el gol... B Zapatero se suma a la fiesta de España y ruboriza al manchego con sus elogios MARTÍN BIANCHI MADRID JohannesburgoZaragoza- Madrid en 15 horas El Príncipe de Asturias consiguió ayer lo que parecía imposible: en apenas quince horas regresó de Johannesburgo, asistió a tiempo a la entrega de despachos en la Academia General Militar de Zaragoza y a las cinco de la tarde ya estaba en el Palacio Real esperando a la selección. A pesar de la prórroga del partido y del largo encuentro que mantuvieron la Reina y los Príncipes en el vestuario con los jugadores, Don Felipe pudo cumplir el plan previsto con puntualidad. Para ello, el avión de la Fuerza Aérea Española, que partió a la una de la madrugada de ayer desde Johannesburgo, hizo un vuelo directo a Zaragoza, donde aterrizó a las 11.20 horas, y el acto militar empezó a las 11.30 horas. Cuando finalizó, Don Felipe regresó a Madrid a tiempo para no perderse la recepción. En total, más de 8.300 kilómetros en 15 horas, o 16.400 en dos días, si incluímos el viaje de ida de Madrid a Johannesburgo. A su llegada a Palacio, los deportistas fueron recibidos con pasodobles interpretados por la Unidad de Música de la Guardia Real. Junto a los futbolistas asistieron también los miembros del cuerpo técnico, de la Real Federación Española de Fútbol, encabezados por su presidente, Ángel María Villar, y el secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky. Los deportistas acudieron a Palacio con la camiseta roja de la selección, los pantalones del chandal y zapatillas de deporte. Esta fue la etiqueta acordada, ya que al retrasarse el vuelo que les trasladó a Madrid desde Johannesburgo, apenas tenían tiempo para sacar los trajes del equipaje. La selección hizo esperar casi una hora a la Familia Real, que llegó puntualmente a la cita, pero en España llevábamos tantas décadas esperando este momento que una hora más no iba a aguar la fiesta. Los jardines del Palacio de La Moncloa sirvieron por unas horas como microestadio rojigualda. Allí estaba casi toda la plana del Gobierno, desde la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, quien hablaba animadamente con su par de Cultura, Ángeles González- Sinde, hasta la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, que se dejaba fotografiar por los presentes abrazada a un Miguel Ángel Moratinos muy sonriente. Un millar de hijos de funcionarios invitados para dar la bienvenida de la selección se dejaba mojar por los rociadores del parque para combatir la tarde calurosa mientras entonaba el rosario de cánticos y sonaban las vuvuzelas, que ya son parte de este Mundial. La espera fue larga, pero valió la pena. Finalmente, pasadas las seis y media de la tarde, llegaron los 23 jugadores a La Moncloa en un bus descapota- El hijo de Del Bosque, feliz ble. Los niños comenzaron a cantar campeones, campeones mientras el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, saludaba a Álvaro, el hijo de Vicente del Bosque, que levantó la copa ante los aplausos. Ya en la carpa, Íker Casillas cedió el máximo trofeo del fútbol mundial a un Zapatero distendido. De inmediato, los pequeños comenzaron a cantar que bote el presidente, que bote el presidente Y el presidente, ante la insistencia del los bajitos se puso a saltar con copa en mano. Tras unas breves palabras de Del Bosque, el capitán del equipo agradeció a todos los españoles y cerró su tímida aparición al grito de Viva España En cambio, Rodríguez Zapatero no escatimó palabras: Esta copa la han ganado ellos, pero es de todos los españoles Y agregó: Han ganado por esa buena actitud y por saber estar en el campo y fuera del campo como muy buena gente Luego quiso dar la palabra a Andrés Iniesta, quien se mostraba vergonzoso. Sobre él dijo No hay mejor referente para nuestra juventud que con orgullo viste la roja y defiende la bandera que ellos defienden Iniesta cerró el acto, como debía ser. Si lo sé no marco el gol bromeó ruborizado. Pero ahora sabe que ese minuto 116 es historia en grande.