ABC MADRID 02-02-2010 página 59

ABC MARTES 2- -2- -2010 59 El Coliseum recibe la II Gala de los Premios Gaudí Tres días con la familia mejor filme en lengua catalana Clara Segura y Santi Millán participaron en una fiesta inspirada en el mundo acuático BARCELONA. Tras la jornada de huelga en el sector, por la noche llegó la entrega de los Premis Gaudí... La primera gala se celebró hace un año en los platós de TV 3 con muchos problemas de espacio para los invitados y por este motivo la organización optó por buscar- -para esta segunda aventura- -un local más grande y con más glamour. Y por fin se eligió un teatro en plena Gran Vía barcelonesa. El Coliseum se vistió ayer de gala para recibir al sector del cine catalán, cuyo presidente es Joel Joan. Y mañana, será Isabel Pantoja la que pise este mismo escenario, contrastes de la vida. Moda y cine se dieron ayer la mano sobre la alfombra roja. Un grupo de activistas portaba una pancarta: Sí al cine en catalán, los espectadores tenemos derechos Varios de los invitados apostaron por la moda catalana. En cuestión M. G. AUDIENCIA ¿Cuánta gente ha visto las películas que la Academia considera catalanas? Las cifras dan vértigo. Xtrems de Abel Folk y Joan Riedweg 1300 espectadores; The Frost de Ferran Audí 13000 y Trash de Carles Torres 20.000. La que ha tenido más fortuna es Tres días con la familia de Mar Coll que fue la revelación del Festival de Málaga. Dato curioso, los tres primeros títulos tienen muy poco de catalanes, salvo Xtrems que sí que es catalán pero que cuela como americano. de cine autonómico, la gran vencedora fue la realizadora Mar Coll con su filme Tres días con la familia y Ventura Durall, con su ópera prima Las dos vidas de Andrés Rabadán El Premio de Honor fue para Josep Maria Forn. YOLANDA CARDO en función del crecimiento de la demanda, y sin poner en peligro la viabilidad de las salas La respuesta del consejero Tresserras fue tajante: la alternativa es insuficiente Uno de los sindicatos que firmaron el manifiesto por la viabilidad del cine en catalán, CGT, también intentó, sin éxito ni respuesta, encontrar una alternativa menos drástica, la de abaratar los precios en todas las proyecciones catalanas y facilitar así el avituallamiento del público a la nueva oferta e incitarlo a su uso. Tampoco contentó a la Administración esta iniciativa, a la que acusó de minusvalorar el catalán La última, la de los cines Verdi de subtitular en ambos idiomas, tampoco prosperó. La polémica encuesta ¿Deberían estar los filmes disponibles en las dos lenguas para que el público pudiera elegir? Xavier Pericay Periodista y escritor Sí: 82,4 El Barómetro de la Comunicación y la Cultura ha enervado al sector cinematográfico, pues creen que la pregunta es tramposa enfatiza en la libertad del público y no en la voluntad, pues nadie pregunta si dejarían de ver cine en castellano y optarían por verlo en catalán DESPUÉS DE LOS INDIOS s bueno recordarlo. Hace más de una década, Joan Maria Pujals, el entonces consejero de Cultura de uno de tantos gobiernos de Jordi Pujol, puso los cimientos. Tras lograr que el Parlamento de Cataluña aprobara una nueva ley de política lingüística que incluía sanciones para los comercios que no usaran E al menos el catalán en sus comunicaciones, la emprendió contra las majors estadounidenses, a las que pretendió obligar a exhibir en la llamada lengua propia un determinado número de copias por cada película en cartel, y a pagar encima los costes. Por supuesto, Pujals se estrelló. Pero el paso estaba dado. En adelante, nadie podría decir que CiU no lo había intentado. Y, de igual modo, nadie podría decir que no habían sido cautos. Luego llegaron los indios, o sea, los republicanos. E hicieron todo lo que sus hermanos mayores no supieron o no quisieron hacer. Amparándose en aquel marco legal, empezaron a multar a cuantos comercios no cum- plían con la exigencia de ofrecer sus productos en catalán y, no contentos con esto, están ya a punto de aprobar una nueva ley de Consumo que va incluso mucho más allá. Y ahora el cine. Lo que no logró Pujals, lo va a lograr Tresserras. Por más que el Gremio de Empresarios se declare en huelga y amenace con la quiebra, los republicanos no cejarán, no vaya a ser que Laporta les robe protagonismo. Y lo peor no es eso. Lo peor es que Artur Mas, si algún día gobierna, siempre podrá decir, mientras recoge los frutos, que los suyos se limitaron a plantar el árbol, que fueron los indios quienes lo sacudieron.