ABC MADRID 11-03-2009 página 96

Miércoles 11 de Marzo de 2009 Editado por Diario ABC, S. L. Juan Ignacio Luca de Tena 7. 28027 Madrid. Teléfono: 913399000. Publicidad: 902334556. Suscripciones: 901334554. Atención al cliente: 902334555 Diario ABC, S. L. Madrid 2007. Prohibida la reproducción total o parcial sin el permiso previo y expreso de la sociedad editora. Número 34.050. Depósito Legal: M- 13- 58. Apartado de Correos 43, Madrid Precios de ABC en el extranjero. Alemania: 2,30 Bélgica: 2,20 Francia: 2,30 Irlanda: 2,30 Italia: 2,00 Holanda: 2,20 Portugal Cont. 1,50 Reino Unido: 1,40 LE. Marruecos: 18 Dh. 90311 8 424499 000013 Víctor Muntean Médico moldavo, salvó más de 50 vidas el 11- M de 2004 Blanca Torquemada Antonio Astorga Virginia Ródenas MONTECASSINO ¿Héroe? Ellos llevan medallas, yo me dediqué a hacer torniquetes El 11 de marzo de 2004, sobre la estación de Atocha, se posó un ángel sin papeles, Víctor Muntean, médico moldavo que impidió que medio centenar de personas acabaran desangradas al pie de los andenes de la muerte A las 8 menos 28 minutos del 11 de marzo de 2004 yo estaba sentado en el tercer vagón del tren de Atocha que se dirigía a Alcobendas. Cinco minutos después, la primera explosión. Quietud y silencio. Bajamos al andén, y se hace el caos... Los ojos de Víctor Muntean se humedecen al recordar la barbarie. Era un inmigrante sin papeles que iba a trabajar cuando se vio atrapado en una Atocha que le llevó a Afganistán en tiempos de guerra. Evitamos interrumpirle. Su relato, ayer en Getafe, vale por toda pregunta: Todos querían huir muy rápidos, unos corrían, otros se caían, y por eso hubo tantos heridos. Cuando se produce la segunda explosión los cristales impactan en la gente. Me ayudó mi experiencia en Afganistán como médico militar. Me tumbé en el andén, debajo de una escalera. Aún siento en mis oídos el zumbido... Gracias a Dios pude incorporarme. A mi lado, una mujer muerta y otra herida. Comencé a andar por el andén como en La noche de los muertos vivientes Caminé semitumbado, no se podía respirar por el humo y el olor de la pólvora ¿Qué encerraba ese aire mefítico? -A mi alrededor escuchaba gritos desesperados. Era una película de terror. Comencé a hacer torniquetes. ¿Que a cuánta gente ayudé? Yo creo que a más de cincuenta personas, evitando por una silla, con las piernas rotas. Pedí ayuda, pero su vida se apagó... ¿Cuándo salió del infierno? -Sobre las diez de la mañana. Encontraron una cuarta bomba, que no estalló. Estaba preocupado porque no sabía cómo llegar a mi trabajo. Yo cuidaba de un anciano, le curaba, le limpiaba... Tomé un autobús desde Atocha a Plaza de Castilla y la gente me clavó sus ojos. No sabía por qué hasta que miré mi ropa: iba ensangrentado. En la fuente de Plaza de Castilla me lavé la sangre. Con la camiseta que llevaba en una bolsa para cambiarme le había hecho un torniquete a José, un guardia de seguridad, que corría peligro de desangrarse si no actuaba con rapidez. Fue al primero que vi. Pensé en coger cables para hacer torniquetes, pero podían tener electricidad, así que también utilicé cordones de zapatos, que estaban desperdigados. ¿Se considera un héroe? ¿Héroe yo? No, no. Los héroes tienen medallas. Yo estoy contento de haber hecho lo que hice. Los héroes son los que consiguieron sobrevivir y luchan por rehacer su vida. Pero cuando sabes que has hecho algo bien te gustaría que se reconociera. El 11- M había que actuar deprisa, dos segundos arriba o abajo son cruciales: poner antiinflamatorios porque la gente podía morir por el shock Me dediqué a hacer torniquetes con cordones, cables, camisas... Encontré trabajo en una empresa de siderurgia como mecánico eléctrico, y un año y medio después recibí la homologación del diploma de Medicina. Me fui a Extremadura, Don Benito, a trabajar en el hospital de San Antonio. Ahí aprendí la medicina española. Trabajo en la Mutua Universal y me gustaría ser médico de familia. ¿Qué lección aprendí el 11- M? No olvidar que eres un ser humano. CÁNDIDO GARZÓN os dice el juez justiciero, implacable cazador cuando ve el amanecer, que siempre actuó de buena fe cuando ocultó al Consejo General del PoderJudicial quedurantetoda sularga excursión de recreo por Nueva York cobraba por aquí y por allá. Vamos a creerle porque es un hombre ocupado. Ha invertido tanto tiempo y gastado tanta tinta, membretes y dinero público en indagar si Franco y Girón de Velasco estaban vivos, que hay que entender que se le tras- HERMANN papelen documen- tos, licencias, certificados y defunciones. Incluso permisos, licencias de estudios y condiciones de las mismas. A estas alturas nadie le va a pedir a Baltasar Garzón que aparente ser un juez ecuánime, neutral, justo o como se diga. La sociedad española sabe que es un juez que juega siempre en beneficio propio. Sin quele importeentrarenellodo deljuego sucio. Es tan curioso su frenesí con algunos casos como su apatía con otros. Este hombre quiere saber todo deunostrajes en dossemanas pero lleva años sin interesarse por un caso que le ha sido encomendado y que sugiere, nada menos, quela policía españolaabortó ladetención delaparatofinancierode ETA. Y no pasa nada. Pero hay sitios en el mundo en los que estas obscenidades y anomalías grotescas, sí tienen un precio. Por eso es una auténtica tomadura de pelo que nos diga el señor Garzón que, si hubiera tenido voluntad de ocultación, no habría declarado al fisco en Estados Unidos. Nuestro cándido juez Garzón no tiene pelotas para no declarar al fisco norteamericano. Allí no se va a despistar. Allí las instituciones se respetan así mismas. Si no hubiera declarado, él sabe que estaría preso. Allí lo último que se perdona son las estafas al erario público. Pregunten por Al Capone. N En las mejores manos posibles s Víctor Muntean vive en Getafe. Llegó a España en enero de 2004. Nació en Ucrania, pero vivió en Moldavia veinte años. Fue médico de campaña en el Vietnam ruso Admirable ángel de la guarda: quiere ser médico de familia que se desangraran. Luego, llegó un vigilante y sacamos a otras diez personas fuera de la estación para que pudieran respirar y no se ahogaran entre humo tóxico. A las ocho de la mañana llegaron unos diez vigilantes, que querían sacar a toda la gente, pero yo les dije que no, porque había muchos heridos y se podían morir si los tocabas. Les dije a quién había que sacar, a quién no mover... En un vagón vi a un hombre de unos 50 años aplastado ÁNGEL DE ANTONIO TODO POR UN SUEÑO GRATIS CON ABC go Domin de DOMINGO Mejor Actriz Globo de Oro CINE Película por la que Nicole Kidman obtuvo siete premios y cinco nominaciones en los Festivales Internacionales de Cine más reconocidos.