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ABC MADRID 01-12-2008 página 65
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  • EdiciónABC, MADRID
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ABC LUNES 1 s 12 s 2008 Tribuna Abierta AGENDA 65 Miguel Torres Periodista UNA CIUDAD SOBRE UNA COLINA ECORTADA sobre el fondo de una toma de posesión a la que sólo faltan escasas semanas, la figura de Barack Obama, presidente electo de los Estados Unidos, encarna una vez más el cumplimiento de una profecía formulada hace cuatro siglos por los padres fundadores de la nación norteamericana, de los pioneros de Massachussets, los que rompieron con Inglaterra, cuando por boca de John Winthrop, su primer gobernador, anunciaron: seremos una ciudad sobre una colina, el mundo entero se fijará en nosotros La expectación con que todo el mundo, singularmente Europa, ha seguido estas elecciones presidenciales norteamericanas como cosa propia, hacen realidad aquella profecía. La clarividencia de Winthrop (1588- 1649) una especie de Moisés que condujo a sus colonos hacia la bahía de Massachussets, intuyó el nacimiento de una gran nación como premio al tesón de los padres peregrinos. Una nación hacia la que un día se volverían las miradas de todo el mundo. aquellas fechas se inició la forja de uno de los mayores logros del género humano según algún historiador: la transformación de un desierto casi deshabitado en el supremo artefacto nacional de la historia Han pasado los siglos y la R Barack Obama, presidente electo de los Estados Unidos, encarna una vez más el cumplimiento de una profecía formulada hace cuatro siglos por los padres fundadores de la nación norteamericana cuando por boca de John Winthrop, su primer gobernador, anunciaron: seremos una ciudad sobre una colina, el mundo entero se fijará en nosotros Un gran analista político norteamericano, Theodore White, ha escrito contra la teoría de la lucha entre una mayoría conservadora y otra liberal en Estados Unidos. En Norteamérica no existe una mayoría conservadora ni una liberal, sino dos extremos dogmáticos que se disputan un enorme grupo intermedio formado por los indecisos y que puede ser atraído hacia un lado u otro por los acontecimientos, el liderazgo, las prácticas de campaña o el impacto que se logre figura de Obama en la cumbre del mayor poder mundial, las esperanzas que ha despertado, actualiza opiniones como la formulada hace años por el historiador inglés Paul Johnson de que el gran experimento demócrata americano sigue siendo el centro de atención de los ojos del mundo. Todavía es la primera y mejor esperanza para la raza humana todo el mundo mira, con la que soñaron los padres fundadores. es la encarnación del sueño americano, de que puede hacerse realidad lo que no hace tantos años era imposible. Ya no sólo que los negros ocuparan altos cargos en la administración civil y militar, sino que llegaran a la cumbre del poder blanco. Las circunstancias hacían viable el empeño, pero era necesario encontrar la persona indicada. Y Obama cumplía lo que el gran diplomático Averell Harriman definió: la primera y más esencial cualidad que debe tener un candidato presidencial es la de que debe ansiar el cargo, debe desearlo más que cualquier otra cosa, con una pasión que vaya por encima de toda emoción y, probablemente, incluso de todo principio. La historia de la Casa Blanca es rica a la hora de demostrar la validez de la afirmación. Obama En ción aislacionista los norteamericanos desembarcaron en 1917 en la historia del mundo al entrar en la gran guerra europea, y cinco lustros más tarde al volver para luchar contra el totalitarismo nazi y fascista. Los engranajes de la historia les llevaron poco después a liderar la lucha contra el totalitarismo soviético. En el intermedio, la gran crisis económica del 29 demostró que ya eran pieza clave en la economía mundial. Eran ya aquella ciudad sobre una colina, a la que Venciendounainnatavoca- Hoover cuando llegó a la Casa Blanca a comienzos de 1929, Obama también ha encontrado en marcha el mecanismo de la debacle económica y financiera. Mucho talento habrá de derrochar para que esta crisis, que ha saltado también el Atlántico, sea más corta que la famosa del crack. En realidad hubieron de ser derrotados los republicanos (como ahora) para que el demócrata Roosevelt con su new deal diseñara una serie de medidas tendentes a resolver la grave depresión americana. Depresión que no se superó del todo hasta el gran esfuerzo que supuso la entrada en la segunda guerra mundial. ComolesucedieraaHerbert En la ciudad sobre la colina hacia la que se vuelven todas las miradas, Obama habrá de hacer juegos malabares entre el intervencionismo y la libertad. Lola Santiago Escritora TAN LEJOS... TAN CERCA Q Suena en el coche la balada de Molly Malone. Hay quien dice socarronamente que su negocio era otro y por ello se la conoce como la fulana de la carretilla; murió muy joven, de unas fiebres, pero su recuerdo impregna el día a día de los dublineses UEDA lejos, Dublín. Y aún tan cerca. Suena en el coche la balada de Molly Malone. Y me lo trae entero. Veo el cruce de calles, donde el autobús gira a la izquierda, allí, en un rincón de esta maravillosa ciudad se levanta su estatua, la que el pueblo erigió en honor de esta mujer sencilla, popular, que vendía mejillones y percebes en su carro, voceándolos, como ya hicieran sus padres, a los cuatro vientos. Allí la estatua en bronce de Molly con la carretilla y, junto a ambas, un montón de bicicletas aparcadas a la sombra de la buena de Molly. Hay quién dice socarronamente que su negocio era otro y por ello se la conoce como la fulana de la carretilla; murió muy joven, de unas fiebres, pero su recuerdo impregna el día a día de los dublineses sólo con pasar o aparcar la bici a su lado. Su balada sirve de himno, ahora, al equipo Nacional de rugby y su música forma parte de todas las Antologías de Irish music. Tan cerca, tan lejos... Hoy asistí a un concierto en el Auditorio con un programa suculento: La tierra de Jesús Rueda (1961) Premio Nacional de Música en el 2004, que salió a saludar tras una interpretación tan limpia como impecable de la ONE; esta composición se oía por primera vez con dicha formación, dirigía la Orquesta Nacional con nervio y brío, Pedro Halffter, famoso no por su familia, compositores todos, sino por méritos propios en el campo en que trabaja: como director y creador, habiendo estado al frente de las mejores orquestas y con más de veinte composiciones a su espalda; su memoria es prodigiosa, la última obra de la mañana, la de Camille Saint- Saëns, la dirigió sin partitura, y no es precisamente muy conocida. lo compuso pensando en su mujer, Clara, virtuosa de este instrumento, en el apogeo del romanticismo. Con una melodía honda, llena de musicalidad y encanto que, como tema central, se repite a intervalos; interpretado por el pianista catalán Josep María Colom, lleno de dotes, técnica y color; y la obra estrella del concierto que abre y cierra la 2 y última parte: la Sinfonía núm. 3, en do menor, opus 78 Con órgano de C. Saint Saëns (1835- 1921) gorrilla y bufanda para combatir el frío- -aunque la temperatura es agradable- -y una boina a sus pies donde echar las propinas, el cantor más fiel del Auditorio que, con sus arias y su voz de sonoridades profundas y graves, se alza entre la gente que sale apresurada, mientras pasan dejándole unas monedas. Un rayo tibio de sol calienta el día. Como segunda obra: el Concierto para piano y orquesta, en la menor, opus 54, de Robert Schumann (1818- 1856) Robert remy Joseph que trabaja, actualmente, como organista y docente en Viena; en sus manos esta obra sonó rotunda, armónica, con ese matiz de efectividad y magnetismo que le imprime Pedro Halffter, que condujo maravillosamente la orquesta en todo momento y Jeremy que sacó los mejores acordes, en sensibilidad o potencia, al órgano. La sala llena. Se sucedieron los bravos a director e intérprete, las salidas a escena, y así de manera hermosa llegamos al final. Fuera, con AlórganoelsurafricanoJe- sus mañanas de otoño tan limpias y bonitas como ésta. También la música escuchada hoy. De repente parecen vocear por la calle la historia triste de Molly Malone y su balada se esparce por el aire, despaciosa, mansamente, pero llena de ritmo, impregnándolo todo como el azul del cielo, hoy: As she wheeled her wheel- barrow Through streets broad and narrow Crying: Cockles and mussels alive alive oh Alive- alive- oh, Alive- alive- oh. RecuerdomiviajeaDublíny

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