ABC MADRID 15-03-2008 página 58

15 3 08 TENDENCIAS El voto estético Elegidos por la cara TEXTO: CARMEN VILLAR MIR ¿No es usted guapo? No se dedique a la política! En el momento de escoger entre candidatos del mismo sexo siempre preferiremos al más atractivo (o eso dicen los científicos) n estudio asegura lo que muchos de nosotros ya sospechábamos: el político más guapo, aquel con aspecto de galán de película, consigue el voto. O por lo menos eso aseguran científicos suecos que, tras concienzudos análisis sobre la relación entre la apariencia de una persona, sus cualidades morales, currículum vitae, experiencia y honradez, han llegado a la conclusión de que unas medidas simétricas y bien proporcionadas, junto al carisma -esa cualidad inadquirible que se tiene o no se tiene- -son los factores que mandan en la mente de la mayor parte de los individuos al enfrentarse al reto de preferir a una u otra persona. El mismo fenómeno ocurre en el momento de valorar al sexo femenino: un look de portada de revista de alta gama un rostro de muñeca, unas buenas piernas o un cuerpo diez atraen a la mayor parte del electorado. Esta circunstancia no se da solamente en política: la belleza es también factor de éxito a la hora de buscar empleo. Ante varios candidatos, el que mejor apariencia tenga conseguirá el deseado puesto de trabajo. Explica Henrik Jordahl, prestigioso científico del Instituto de Investigaciones Sueco, que la apariencia física es un factor de éxito definitivo a la hora de depositar nuestra papeleta en las urnas. Es decir, no votamos a cierta persona porque nos ha convencido con su retórica o sus promesas sobre bienestar y justicia sociales. Aunque parezca un tópico o una banalidad, siempre nos inclinaremos por el más guapo, por el más telegénico. Jordahl realizó una encuesta U Pura sociología John Kennedy y su estilo han sido la referencia (devastadora) del político con glamour La imagen es de 1962 EPA El empujón de la guapura también se nota a fin de mes: los salarios de los guapos son superiores a los de los feos. Qué sabia era la madrastra de Blancanieves...