Avanzar o retroceder por resultado de búsqueda
Avanzar o retroceder por las páginas del periódico
Avanzar o retroceder por día

50
MADRID
www. abc. es madrid
SÁBADO 1- -3- -2008
ABC
La batalla campal comenzó en la plaza de Tirso de Molina. Arriba, un vehículo, vallas y contenedores arden por los cuatro costados
FOTOS: ÁNGEL DE ANTONIO Y JULIÁN DE DOMINGO
Cientos de radicales se enfrentan a la Policía quemando coches y contenedores
Un nuevo pulso entre ultras de izquierdas y de derechas acaba en una batalla campal en el Centro
M. J. ÁLVAREZ MADRID. Un acto electoral convocado por Nación y Revolución y Combat España (ultraderechistas) en la plaza de Tirso de Molina convocado a las ocho y media de la tarde de ayer, acabó en una auténtica batalla campal por las calles del distrito Centro. La Asamblea Madrid Antifascista (ultraizquierda) hizo un llamamiento a sus miembros para responder, en el mismo lugar, hora y media antes. Era una concentración ilegal para protestar por lo que consideraban una provocación de los nazis Lo ocurrido, una semana antes de las elecciones generales, recuerda a los incidentes que se produjeron en Malasaña, el 1 de mayo, también con la cita con las autonómicas y municipales como telón de fondo. La revuelta, protagonizada por unos 400 ultraizquierdistas, que se enfrentaron a la Policía, acabó con siete detenidos, todos ellos antisistema que destrozaron mobiliario urbano, vehículos y sucursales bancarias, además de quemar decenas de contenedores, varios coches y una entidad financiera. Los radicales llegaron, incluso, a atacar un camión de bomberos. No se registraron heridos ni peleas o agresiones entre los dos bandos rivales. A las diez de la noche, todavía seguían las escaramuzas, ya en Embajadores, de manos de una veintena de jóvenes que dejaban su rastro incendiario. La tensión se palpaba desde primeras horas de la tarde en las inmediaciones de Tirso de Molina. Decenas de furgones de la Unidad de Intervención Policial (UIP) y sus efectivos, en grupos de siete, cerraron los accesos para impedir la concentración de los radicales de
El acto de los radicales de ultraderecha, sobre estas líneas, apenas duró quince minutos