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ABC MADRID 16-02-2008 página 104
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92 CIENCIAyFUTUROsSALUD www. abc. es salud SÁBADO 16- -2- -2008 ABC La terrible duda del dolor fetal ¿Existe el sufrimiento antes de nacer? Ésa es la cuestión que en EE. UU. enfrenta a científicos y activistas tanto a favor como en contra del aborto. Los indicios de que un feto sienta dolor siembran la alarma y la discusión dentro y fuera de la ciencia ANNA GRAU NUEVA YORK. El 4 de abril de 2004 un tribunal de Nebraska citó a declarar al doctor Kanwaljeet Anand, investigador en la Universidad de Arkansas y pediatra en el Hospital Infantil de Little Rock. Se requería su testimonio en uno de los tres juicios federales que han cuestionado si era constitucional, en Estados Unidos, haber ilegalizado un tipo de aborto quirúrgico consistente en extraer por el cuello del útero un feto lo bastante avanzado como para que no se pueda sacar sin dilatar el cérvix. Al doctor Anand los jueces sólo le preguntaron una cosa: si creía que el feto padecería. Si es un feto de más de veinte semanas de gestación, yo creo que sí, y que además sería un dolor espantoso dijo. Detrás de esta afirmación del doctor Anand hay toda una historia. Hace veinticinco años él trabajaba en una unidad de cuidados intensivos para neonatos. Cuando cualquiera de aquellos niños, la mayoría prematuros, tenía que pasar por el quirófano. A la vuelta parecía recién salido del infierno. Casi no respiraba ni tenía pulso y su aspecto era terrible. Tan terrible como lo que Anand acabó comprendiendo: que los operaban sin anestesia. En vivo. Se daba por hecho que aquellos bebés eran incapaces de sentir dolor en serio con lo cual los riesgos de la anestesia no tenían sentido Anand se empleó a fondo para demostrar que no era así. Gracias a él, hoy en día a cualquiera que intentara operar a un recién nacido sin anestesia se le consideraría un salvaje e iría derecho a la cárcel. Sólo sé que no sabemos nada; déjennos investigar NUEVA YORK. El doctor Kanwaljeet Anand es un hombre pacífico. De origen indio, con un perfil que nada tiene qué ver con el de un activista antiabortista, nos recuerda que él ni siquiera es ginecólogo. Es pediatra. No se metió en esto para hacer una cruzada a favor ni en contra de nadie. Él sólo seguía su instinto de médico. Una intuición de dolor. ¿Adónde le ha llevado esta intuición? Hoy él fija el inicio del dolor en las veinte semanas de gestación. Personalmente cree que podría ser antes. Pero no tiene pruebas. No lo sabe él, ni nadie. Por eso pide que le dejen trabajar. El dolor fetal es algo que se está empezando a conocer e investigar. Es algo muy importante para entender el desarrollo humano explica para ABC. Y añade: Tenemos que poder investigar sin miedo a qué impacto tendrán los resultados de nuestra investigación en el debate del aborto. Déjennos ser científicos. Déjennos trabajar ¿A partir de qué momento? Experiencias dramáticas Desde entonces el debate sobre el dolor de los bebés ha saltado la barrera del nacimiento para convertirse en una apasionada discusión sobre si también sienten dolor los fetos. Y si lo sienten, a partir de qué momento. Anand es uno de los protagonistas- -involuntario, como se verá, pero protagonista- -de una polémica que interesa a todo el mundo en los Estados Unidos. Annie Murphy Paul, estudiosa del sufrimiento fetal y de cómo éste puede afectar al desarrollo del adulto, recordaba hace poco en The New York Times cómo acabó aquel juicio de Nebraska. Los jueces se colapsaron, admitieron que es imposible para nosotros decidir si un feto sufre dolor como los humanos sufrimos dolor y buscaron otras excusas para ilegalizar aquellos polémicos abortos. publicano por Kansas Sam Brownback, que no hace mucho aún era pretendiente a la nominación presidencial para 2008. Cinco estados han hecho suya la ley que pedía Brownback: Arkansas, Georgia, Louisiana, Minnesota y Oklahoma. Sin llegar tan lejos, Alaska, Dakota del Sur y Texas han incluido menciones del dolor fetal en su material didáctico sobre el aborto. Los primeros científicos que se preocuparon por el sufrimiento fetal no estaban pensando necesariamente en el aborto. Igual que el doctor Anand se conmovió con los padecimientos de los neonatos, Ray Paschall, un anestesista de Nashville, quedó traumatizado después de asistir a dos operaciones de cirugía prenatal en que la madre fue anestesiada pero no así el feto. Paschall quedó sobrecogido al ver aquella minúscula figura retorciéndose al contacto del bisturí. Me da igual lo primitiva que sea, es una reacción humana y no quiero volver a verla nunca más sentenció. Y pasó a elevar enormemente las dosis de anestésico para que alcanzara al feto. No volvió a ver aquello nunca más. La ciencia siempre avanza un poco a ciegas. En este caso, también a gritos. Desde que surgieron las primeras alertas sobre la posibilidad de dolor fetal, se disparó también la controversia. Stuart Derbyshire, eminente psicólogo de la universidad británica de Birmingham, es de los que tercian para negar enérgicamente que un feto disponga de la Avances a gritos Un mes después se presentó un proyecto de ley para obligar a los médicos que aborten a anestesiar al feto y a prevenir de ello a las mujeres. Firmaba el proyecto de ley el senador re- madurez sensitiva, nerviosa y cerebral suficiente para experimentar dolor. En su día Derbyshire llegó a afirmar que para que esta madurez se desarrolle, un niño tiene que haber nacido... ¡hace un año! No le gusta que le recuerden esta frase. Cuando ABC lo hace, y le pre- DESARROLLO FETAL EN 3- D

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