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ABC MADRID 15-02-2008 página 4
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ABC MADRID 15-02-2008 página 4

  • EdiciónABC, MADRID
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4 OPINIÓN VIERNES 15 s 2 s 2008 ABC DIRECTOR: ÁNGEL EXPÓSITO MORA PRESIDENTA- EDITORA: CATALINA LUCA DE TENA CONSEJERO DELEGADO: JOSÉ MANUEL VARGAS DIRECTOR GENERAL: JOSÉ LUIS ROMERO LA XUNTA, PRESIDENTE DE HONOR: GUILLERMO LUCA DE TENA Director Adjunto: Eduardo San Martín Subdirectores: Santiago Castelo, Fernando R. Lafuente, Alberto Pérez, Alberto Aguirre de Cárcer, José Antonio Navas y Pablo Planas Jefes de Área: Jaime González (Opinión) J. L. Jaraba (España) Miguel Salvatierra (Internacional) Ángel Laso (Economía) Juan Cierco (Cultura, Ciencia y Deportes) Mayte Alcaraz (Fin de Semana) Jesús Aycart (Arte) Adjuntos al director: Ramón Pérez- Maura, Enrique Ortego y Ángel Collado Redactores jefes: V. A. Pérez (Continuidad) A. Martínez (Política) M. Erice (Internacional) F. Cortés (Economía) A. Puerta (Regiones) J. Fernández- Cuesta (Sociedad) A. Garrido (Madrid) J. G. Calero (Cultura y Espectáculos) J. M. Mata (Deportes) F. Álvarez (Comunicación- TV) A. Sotillo (S 6 y D 7) J. Romeu (Fotografía) F. Rubio (Ilustración) y S. Guijarro BAJO SOSPECHA A denuncia hecha pública ayer por el PP de Galicia, acusando a la Xunta de haber financiado con dinero público los viajes en avión a agentes electorales del PSOE para pedir el voto a los españoles residentes en Buenos Aires durante las pasadas elecciones municipales de mayo, exige una explicación pública y urgente por parte de Emilio Pérez Touriño, como máximo responsable de la Xunta, y de José Blanco, como secretario de Organización socialista. Los correos electrónicos y copias de los billetes que obran en poder del PP no dejan lugar a muchas dudas: demuestran el nulo respeto del PSOE y de la Xunta por las instituciones; apuntan a la utilización espuria de los recursos públicos y de los servicios del Parlamento autónomo con un interés partidista; y, lo que casi es peor, ponen de manifiesto el desprecio de altos cargos socialistas por el ciudadano, al que están llamados a servir como representantes de la soberanía popular. Una conducta tan burda- -una agente electoral viajó a Buenos Aires con bolsas de viaje cargadas con treinta kilos de propaganda electoral del PSOE- -requieren de una depuración interna de responsabilidades en la Xunta y, si fuera necesario, de una investigación por parte de la Fiscalía para determinar si se produjo un desvío de dinero público, como lo sería haber financiado estrategias y actos de campaña del PSOE. Área Financiera: Jorge Ortega Área de Márketing: Javier Caballero Área Técnica: José Cañizares Área de Recursos Humanos: Raquel Herrera L LA TENSIÓN NACIONALISTA L veto a José Bono anunciado por los partidos nacionalistas que se integran en la alianza Galeuscat supone un serio aviso a Rodríguez Zapatero, quien cometió el error de convertir precipitadamente al ex ministro de Defensa en próximo presidente del Congreso si el PSOE obtenía mayoría suficiente para formar Gobierno. El apresurado e insólito anuncio del jefe del Ejecutivo ha exacerbado la presión del nacionalismo, dispuesto a cobrarse muy caro, a partir del 10 de marzo, un eventual apoyo al socialismo pasándole al cobro la más alta de las facturas. Las críticas de los nacionalistas siempre han sido recibidas por José Bono como un socorrido aval a su teórica disidencia frente a la política de alianzas de Zapatero y, en particular, al apoyo del PSOE al Estatuto de Cataluña, pero en esta ocasión el mensaje de Galeuscat -al que precedieron las críticas de los socialistas catalanes y, en concreto, de la ministra de Vivienda, Carme Chacón- -no supone tanto un aviso a Bono como una severa advertencia a Zapatero de que las cosas ya no serán como antes y que están dispuestos a elevar el nivel de exigencias hasta el punto de hacerse con las presidencias del Congreso y del Senado. Si Rodríguez Zapatero reconoció ante un micrófono que creía cerrado que lo que el PSOE necesitaba era tensión ya es seguro que quien no va a defraudar es el nacionalismo, dispuesto siempre a tensar la cuerda y a colaborar en la tarea de generar esa tensión que ansían los socialistas. Por su parte, José Bono ha tenido la destreza suficiente para hacer relegar a un segundo plano la permanente contradicción política en la que ha vivido durante esta legislatura. Siempre se ha presentado como el valedor de la unidad nacional y de la firmeza frente a ETA, pero era miembro del Gobierno que se ha aliado con los independentistas de Carod- Rovira, que negoció políticamente con los terroristas y que aprobó el Estatuto de Cataluña, la primera ley que, sin modificar la Constitución, reconoce la existencia de una segunda nación en España, instaura un régimen E confederal e institucionaliza un régimen nacionalista en la comunidad catalana. La reacción de Galeuscat por tanto, presenta más problemas políticos para Rodríguez Zapatero que para Bono. Hagan lo que hagan el PNV CiU y BNG después del 9 de marzo- -si es que el PSOE necesita sus votos para gobernar- el órdago contra Bono demuestra que estos partidos saben que los socialistas premian el extremismo nacionalista y que son maleables por la presión. Hoy en día, los nacionalismos están crecidos gracias al PSOE, que ha bonificado las políticas más ultranacionalistas, como las del BNG o ERC, y alentado nuevas aventuras, como las de los referendos anunciados- -el primero para este mismo año- -por el lendakari Ibarretxe, quien pide a Zapatero no ser menos que Josu Ternera Los socialistas pasan por alto incluso la negativa de sus socios del Bloque Nacionalista de condenar el Holocausto o la agresión a la candidata popular María San Gil. Por otro lado, el veto de Galeuscat es sólo un paso más respecto de las críticas que lanzó la ministra de Vivienda, Carme Chacón- -es decir, el Partido de los Socialistas de Cataluña- contra el anuncio hecho por Rodríguez Zapatero de que Bono era su candidato a la presidencia de la Cámara Baja. El jefe del Ejecutivo no estuvo especialmente acertado ese día, porque no sólo desairó premeditadamente al entonces presidente del Congreso de los Diputados, Manuel Marín, sino que también provocó que se airearan aún más sus diferencias con el PSC. Las consecuencias prácticas de estas faltas de sintonía entre socialistas y entre el PSOE y sus aliados nacionalistas- -actuales y potenciales- -pueden ser de menor entidad que lo que aparentan las polémicas, pero sí merman la imagen de José Luis Rodríguez Zapatero, cada día más perfilada como la de un político que crea demasiados problemas- -incluso a sí mismo- -y que improvisa constantemente. Los nacionalistas le están aplicando su propia teoría de la tensión OBAMA SUBE, CLINTON BAJA INALMENTE, la candidatura de Barack Obama ha alcanzado una altura respetable. No solamente en número de delegados y superdelegados sino sobre todo en la capacidad de convencer a los electores de que puede llegar a ganar. En suma, ha sabido dejar de ser un un aspirante negro que se apoya en un sector determinado de la población para convertirse en un candidato transversal, al menos entre los demócratas. En términos aritméticos, no sólo ha sobrevivido al supermartes sino que desde entonces no ha dejado de sumar triunfos estado tras estado. Su acertada campaña basada en el mito de el cambio y un manejo muy eficaz de los medios vinculados a internet- -que desempeñan un papel cada vez más importante en la difusión de los mensajes electorales y en la comunicación de los electores con los candidatos- -ha edificado una posición cada vez más creíble. Hillary Clinton tiene la experiencia de la que Obama carece, el dinero y las encuestas a su favor, pero parece ser que entre los demócratas empezar como favorito es siempre la mejor posición para acabar perdiendo. Queda todavía un número significativo de delegados en disputa, pero todo parece indicar que no serán las primarias las que decidan el candidato porque el partido llegará muy dividido a la convención y probablemente ni Obama ni Clinton sabrán quién es el elegido antes de que termine el proceso. F MAQUILLAJE DE LAS CIFRAS DEL PARO L Gobierno, de común acuerdo con las comunidades autónomas, se dispone a modificar a toda prisa la fórmula de cómputo de los parados con la intención de evitar un dato muy negativo pocos días antes de las elecciones. Se trataría de excluir de la cifra global a los que llama- -con un curioso eufemismo burocrático- demandantes de servicios previos al empleo es decir, personas que no tienen formación para desempeñar el puesto de trabajo que solicitan y a las que se ofrecerá un curso para subsanarlo. Hablando en plata, se intenta reducir en decenas de miles la cifra desempleados que obligatoriamente se tendrá que conocer a primeros de marzo, compensando así la muy previsible pérdida de empleos. Es una necesidad urgente para el PSOE a efectos electorales si consideramos que en enero el saldo negativo fue de 132.000 puestos de trabajo menos. Para taponar esta vía de agua, el Ejecutivo ha tenido la ocurrencia de cambiar las reglas del juego a mitad del partido, vulnerando así los criterios más elementales de legalidad y seguridad jurídica. Sobre todo, se trata de una actuación políticamente intolerable porque rompe el juego limpio y la igualdad de condiciones, que son la base del Estado democrático de Derecho. En un asunto tan sensible, que se sitúa según todas las encuestas entre las preocupaciones principales de los ciudadanos, no es lícito utilizar los mecanismos del Estado al servicio del interés partidista. Sin embargo, tampoco esta vez Ro- E dríguez Zapatero tiene pudor alguno en hacer pura y simplemente lo que más le conviene. La única interpretación posible de esta insólita propuesta es que el Gobierno quiere mitigar el impacto de la avalancha de datos económicos negativos. Mucho hablar de la democracia propia y de criticar la supuesta deriva autoritaria de todo el que se opone a su criterio, y ahora resulta que es el PSOE quien pretende urdir una fórmula más que discutible. Se trata de utilizar la letra pequeña del ordenamiento jurídico para maquillar su propio fracaso en política económica. Los partidos políticos, los sindicatos y asociaciones empresariales y el conjunto de la sociedad española tienen motivos para sospechar de que hay gato encerrado. Si hace falta modificar la fórmula de cómputo por razones técnicas, debe hacerse después y no antes de las elecciones, con el acuerdo de los sectores interesados y previa explicación de las razones que justifican la propuesta. Un sistema estadístico objetivo y riguroso es una exigencia elemental en una sociedad madura. En las condiciones actuales, es una pretensión sencillamente inasumible. Jesús Caldera, ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, deberíarecapacitar antes de dar el visto bueno definitivo a un sistema de cómputo que, si entra inmediatamente en vigor, extenderá espesas sombras de duda.

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