Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
ABC MADRID 25-01-2008 página 89
ABC MADRID 25-01-2008 página 89
Ir a detalle de periódico

ABC MADRID 25-01-2008 página 89

  • EdiciónABC, MADRID
  • Página89
Más información

Descripción

ABC VIERNES 25 s 1 s 2008 VIERNES deESTRENO 89 LAS MÁS TAQUILLERAS 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 Los crímenes de Oxford El amor en los tiempos del American Gangster Expiación Alien vs Predator En el valle de Elah La búsqueda... Soy leyenda Alvin y las ardillas La criatura perfecta Halloween: el origen Caramel La brújula dorada Viaje a Djaeerling... La sombra del cazador Mimzy... El arca de Noé 1408 El orfanato El último tren a Auschwitz Obra maestra Muy buena Buena Regular Mala Alfonso Mejía interpretó el personaje de Pedro en Los olvidados (1950) de Luis Buñuel, premio a la mejor dirección en Cannes Sundance presenta un documental sobre la huida de Roman Polanski EFE WASHINGTON. La polémica huida de Estados Unidos del director francés de origen polaco Roman Polanski en 1977, tras ser acusado de violar a un menor, ha vuelto a la primera plana después del estreno de un documental sobre el caso, presentado en el Festival de Sundance. Roman Polanski: wanted and desired dirigido por Marina Zenovich, y estrenado en el certamen este fin de semana, se ha asegurado su distribución mundial tras firmar un acuerdo con la compañía Weinstein, según Variety. Polanski, contra quien pesa una orden de detención si pisa Estados Unidos, ganó en 2003 el Oscar al mejor director por su película El pianista pero debido a su situación de prófugo de la Justicia estadounidense no pudo acudir a la gala para recibir su estatuilla. El documental abre con una entrevista a Polanski en la que admite su afición por las mujeres jóvenes, algo que cree que comparte con la mayoría de los hombres. La directora se sumerge en la llegada a Hollywood de Polanski a finales de los sesenta, y plasma el éxito y el reconocimiento que obtuvo por parte de la industria. La increíble historia del filme más polémico de Buñuel: Los olvidados Pocas películas han levantado tanta polvareda en la historia del cine. Fue premiada en Cannes y prohibida en varios países. Un libro recupera sus vicisitudes TULIO DEMICHELI MADRID. Carmen Peña Ardid y Víctor M. Lahuerta ponen en manos de los lectores cinéfilos el libro Buñuel 1950. Los olvidados Guión y documentos que publica el Instituto de Estudios Turolenses con el patrocinio de la Caja Rural de Teruel y el Gobierno de Aragón. A lo largo de 700 páginas, profusamente ilustradas, no sólo se documentan todas las vicisitudes que jalonaron el rodaje y la exhibición de la película, sino que se ofrece una edición facsimilar del guión técnico; un minucioso recorrido por las localizaciones que el director escogió para su realización (Buñuel se paseó por los suburbios del Distrito Federal malvestido para disimular y poder sacar con una pequeña leika fotografías de los escenarios) se publican las instantáneas realizadas por Luis Márquez, el foto fija de la filmación; se recopilan los carteles anunciadores del filme en México y en el extranjero; y se completa un abrumador recorrido por las reacciones que suscitó esta genial pedrada a las conciencias biempensantes de su época, ya fueran de derechas o de izquierdas, porque a todos zarandeó. Así, en México encolerizó a los nacionalistas- -incluso el embajador mexicano en París, el poeta e intelectual Jaime Torres Bodet la despreció- -porque ponía en evidencia las insuficiencias sociales y educativas de un régimen, el de la Revolución Mexicana, que se jactaba de estar en la primera línea del combate contra la miseria y la injusticia. Buñuel fue injuriado por algunos destacados artistas e intelectuales por traicionar la hospitalidad mexicana al haber denigrado su buena imagen. Fue el poeta y premio Nobel Octavio Paz, por entonces tercer secretario de la embajada de París, quien hizo campaña por la película cuando se proyectó en el Festival de Cannes, logrando el apoyo y la colaboración de personalidades como Jean Cocteau (que realizó un dibujo original para el programa) Jacques Prèvert, Marc Chagall o Akira Kydou, entre otros muchos, llegando a repartir en mano su no por breve menos visionario ensayo El poeta Buñuel Tampoco gustó la película entre los comunistas ortodoxos aunque, todo hay que decirlo, recibió halagos nada menos que de Pudovkin. Por su parte, el gran crítico filomarxista George Sadoul, autor de una historia del cine canónica para la izquierda, tuvo que desdecirse de sus opiniones primeras. ¿Qué les molestaba? La secuencia en la que el chico protagonista, Pedro, mira un escaparate y es abordado por un pederasta que se espanta cuando advierte que un policía se acerca. Eso disgustó a los comunistas, pues desde su óptica no se podía mostrar a un inicuo guardián de la burguesía como beatífico salvador. En cualquier caso, el filme era inutilizable para ellos. Tampoco agradó a los progresistas que la rehabilitación de Pedro en esa idílica granja- reformatorio fracasara, porquedescalificaba el buenismo de sus pedagogos, defensores del mito del buen salvaje. Por su parte, la crítica conservadora arremetió contra la película, acusándola de sadismo innecesario, de falta de esperanza, inmoralidad y también porque, a su juicio, enseñaba el camino de la violencia y el crimen. Los olvidados fue prohibida en España (y en países ya democráticos como Italia) Según le cuenta el distribuidor Stefanos Farkouh a Buñuel, los censores se levantaron al cuarto rollo clamando que era espiritualmente destructora Bien es verdad que aquí se dio noticia de su éxito en Cannes y que recibió saludos amistosos en revistas como Ínsula. Por fin, pudo verse sin cortes en 1965.

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.